Carnaval de Cádiz

Los 14 mejores pasodobles del Concurso de Carnaval de Cádiz

Recopilación de los mejores pasodobles que se han escuchado sobre las tablas del Falla, según el Jurado

Por  20:30 h.

Recopilación de los 14 mejores pasodobles que se han escuchado sobre las tablas del Gran Teatro Falla en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas. Y, ¿por qué 14 y no diez? Aunque parezca complicado el Concurso ha estado tan igualado que las diferencias son mínimas. Así, Los Mafiosos empatan en la cabeza ocupando la primera y segunda posición con dos pasodobles que se escucharon en las semifinales, mientras que en la última plaza de este top ten de lujo se produce un empate múltiple: seis pasodobles alcanzan los 55,73 puntos. Estos son algunos de los momentos inolvidables del Carnaval de Cádiz que merece la pena repasar para sentir un pellizco en el alma o en el corazón.

 

Los pasodobles de comparsa mejor puntuados del Carnaval de Cádiz:

 

1-Los mafiosos: Primer pasodoble de semifinales.  A la madre (58,67)

El primer pasodoble de la comparsa de Juan Carlos Aragón quedará para la historia como el pasodoble a la madre. Con lo mucho que se ha cantado sobre el tema, solo un poema como el de Juan Carlos podía seguir sacando oro del pozo y a la vez, de alguna manera, darlo por cerrado, pues poco más y mejor se podrá decir al respecto en el futuro. Por anchos que sean los mares y más altas las cordilleras, por más que la tierra brille en los metales, por más azul que esté el cielo, donde se ponga una madre todo se quite de en medio. No hay alegría mayor ni primavera más grande que la que te da una madre al estar a tu vera. El que dice que nadie es imprescindible o no tuvo mamá o no sabe lo que dice. La mujer se va haciendo un gigante desde que el vientre se le abre. Mira si es grande su amor que hasta el mismo Dios para hacerse hombre necesitó del vientre de una madre. Levantar al público con una letra poética es francamente difícil, pero Aragón lo consiguió. Otra vez.

 

 

2-Los mafiosos: Segundo pasodoble de semifinales. Al rey (58,67)

La crítica inapelable llegó con el segundo pasodoble, un alegato republicano expuesto con tanta rabia en sus razones como mesura en su expresión. Dirigiéndose al rey Felipe VI, le cuestionan sobre el dudoso orgullo de la herencia de su corona, sobre su traición a un abuelo desterrado por el demonio hecho persona al que su padre seguía, sobre su empeño en apoyar al gobierno más corrupto y menos votado de la historia. Retan a este “cómplice de un tirano” a poner su corona a disposición del pueblo para que la votemos: si sale que sí, lo reconocerán, pero si el resultado es un NO, “márchese y que la historia comience de nuevo”.

 

3-Tic-tac, tic-tac: Primer pasodoble de la Final.  Al maltrato (57,2)

Una mujer buena. Un hombre malo. Y el tiempo. Con esos mimbres construyó Tino el desgarrador primer pasodoble. La mujer le dio su vida toda, su adolescencia, su libertad, su amor de esposa y madre. Con él las semanas eran años, las horas eran días, el reloj no caminaba en ese tiempo de nudillos y paredes congeladas. Aunque hoy el maltratador se pudra en la cárcel, la mujer sabe que no hay vuelta atrás, que lo más valioso de su vida, su tiempo, robado por aquel desgraciado, ya nadie se lo devolverá. Demoledora letra que, por lo que cuenta y, sobre todo, por cómo lo cuenta, es capaz de hacerse sitio por el más diminuto resquicio de sensibilidad del corazón más helado.

4-Tic-tac, tic-tac: Segundo pasodoble de la Final. A Andalucía (57,2)

En el segundo pasodoble, cantó a la Andalucía pisoteada, a la de los sin techo, los sin papeles, los niños sin libros, a la Andalucía saqueada, la de las manos sangrando de generaciones de emigrantes explotados en Madrid y Cataluña, a la del mártir Caparrós. Y en esta España de fachas, insolidarios y nacionalistas, puede ser que en el Sur algún día una nación se levante, cansada y herida: la República de Andalucía. El final resonó como un grito de rabia y de orgullo que levantó de sus asientos a todo el teatro.

5-Los prisioneros. Segundo pasodoble de la Final. A Paco Alba (56,47)

La letra es el acto de contrición de un hijo ante su padre. Sabe que no es ni de lejos el hijo que deseó, que no ha crecido como él lo soñó, que no ha seguido sus consejos, que está muy lejos de su ejemplo. Pero a pesar de las diferencias, le ha guardado respeto y se ha esforzado por seguir su modelo. Y, por fin, la vuelta de tuerca: quien habla es la comparsa y el padre es Paco Alba. Estremecimiento general y otra atronadora ovación.

 

 

 

6-Los campaneros. Segundo pasodoble de Semifinales. A los puteros (56,46)

La segunda letra, de una crudeza expresiva acorde al asunto, fue un contundente alegato contra la prostitución centrado en la figura del machito, el de las despedidas, el buitre carroñero que vuela por los polígonos. Para Kike Remolino, el putero es un violador que compra el silencio con dinero, el socio capitalista de la trata de blancas que no merece llamarse hombre.

 

 

7-El perro andalú. Primer pasodoble de la Final. Al charnego (55,74)

No tuvo el primer pasodoble el efecto de otras letras presentadas anteriormente por Martínez Ares. La historia de un charnego, catalán hijo de andaluces que olvida sus raíces y reniega del sur a la vez que clama por la independencia de Cataluña no tuvo la potencia de otras reflexiones de mayor enjundia y menos populistas sobre el asunto del propio autor, como las vertidas en el pasodoble de Los cobardes sobre Cataluña de la final de 2016. En este extraño giro en su pensamiento, vino a exigir a un catalán, nacido catalán, por mucho que sus padres fueran andaluces, que luchara por la tierra de sus abuelos.

 

8-El perro andalú. Segundo pasodoble de la Final. Al Paco Alba (55,74)

El segundo, fue el personalísimo homenaje de don Antonio a Paco Alba en el centenario de su nacimiento. Mientras los perros se estaban vistiendo, el Niño se escapa sin decir ni media y se acerca a la Caleta, donde hecho piedra descansa el marinero poeta. Y allí, frente a frente, le canta la coplilla primera que su padre le enseñó. Felicita al viejo coplero, se despide y vuelve donde la comparsa, que ya casi se va para el Falla. Mientras llegaban, mira al cielo y dice, henchido de orgullo, “mira, Paco de mi alma, cómo aullamos por ti”.

 

 

9-Ángeles de la guarda. Segundo pasodoble de la Semifinales. Al niño Xavi (55,73)

Un ángel de la guarda, abatido, llega al cielo con un niño de la mano, Xavi. Dios dice que su nombre no figura en la lista, pero el ángel confiesa que fue su culpa, que se descuidó un segundo y en ese momento apareció el demonio conduciendo una furgoneta y no le dio tiempo a salvarle la vida. Así, desolado, le pide a Dios que le corte las alas, pues si Xavi está en el cielo, ya no las necesita.

 

10-Tic-tac. Primer pasodoble de Cuartos. Al miedo (55,73)

Filosofía y poesía de muchos quilates en la primera letra, al miedo. Hay que espantar al miedo, pero hay miedos que Tino no cambia por nada. Cuando robó el primer beso a su compañera, el miedo a perderla, el que experimenta cuando hace carnavales, el que siente en un rincón de la tramoya, el que vivió durante el parto, el de la paternidad, el de ver los primeros pasos de su hijo. Miedos irrenunciables que son parte de su identidad y que atesora con orgullo, pues el mayor miedo sería no haberlos vivido.

11-Tic-tac. Segundo pasodoble de cuartos. A la juventud obrera (55,73)

El segundo pasodoble, crítica social pura, a la juventud obrera española, destruida por los canallas que nos gobiernan, es una sucesión de imágenes devastadoras a lo largo de todo el país. Desde los dos jóvenes de Euskadi que deciden hacerse nazis, a una asturiana que vive en sus carnes el precariado, a los depredadores sexuales de Pamplona, la letra no puede resultar más demoledora.

 

 12-Los Campaneros. Primer pasodoble de semifinales. A las abuelas (55,73)

El primer pasodoble, escrito en un lenguaje completamente coloquial, consigue recrear a la perfección la situación que describe el traslado de un niño de su cama a la casa de la abuela, las indicaciones del padre a la que se encargará su cuidado el resto del día. La mantita, la mochila con el desayuno, Apiretal, cuadernos, el cuento… «Vete tranquila, con quién mejor va a estar que con su abuela». Una letra sencilla y efectiva que hará las delicias de muchas mujeres (y hombres) que se verán fielmente reflejados en la historia.

13-El perro andalú. Primer pasodoble de cuartos. Al habla andaluza (55,73)

Embelesó la primera letra, una apasionada y argumentada defensa del habla andaluza que comenzó con la crítica a los que piden subtítulos y terminó sacando pecho del andaluz como garante de la supervivencia del español.

14-El perro andalú. Segundo pasodoble de semifinales. A Felipe González (55,73)

Sin apenas tiempo para recobrar el aliento, endosaron un inapelable correctivo, sin necesidad de nombrarlo, a Felipe González, que metió en cal viva nuestras ilusiones, llegó con el puño en alto y engañó a un pueblo harto del franquismo. El sur, sangre de su sangre, se rindió a la doctrina de un camarada que se hoy se ríe de nuestra miseria desde el caribe fumándose un puro. Su doctrina creó escuela en la Junta de Andalucía, que lleva 40 años comprando votos con el subsidio del desempleo, y ahora la loba Susana disfrazada de cordero grita que vienen los radicales. El final, tan rotundo como el resto de la letra, no puede contener más rabia: “Ay, mi rosita obrera, ya no te llevo en el corazón, a la derecha te mueras, para pagar tu traición”.