
Gran Domingo de Coros en el Carnaval de Cádiz. No porque reinase un sol radiante ni porque las avalanchas de visitantes llenasen cada rincón de la ciudad. De hecho, el cielo amenazó la jornada durante todo el día. Incluso hubo momentos de lluvia. Y, en cuanto al número de personas en la calle, a falta de datos oficiales, parece que fue el habitual, es decir, hubo muchísima gente en Cádiz, pero tampoco se bloquearon los accesos a la ciudad ni se colapsaron las calles más allá de los lógicos tapones provocados por los que querían escuchar a alguna agrupación en la vía pública.
Los tangos fueron los grandes protagonistas de la jornada con la celebración del primer Carrusel de Coros. Hubo tres recorridos, se puede decir que uno más familiar, otro para los más bullangueros y un tercero para los incondicionales del Cañón.
El primero, que comenzó con puntualidad, en torno a las 13.30 horas, salió de la plaza Cristo de la Veracruz para vivir sus momentos más brillantes en la plaza Mina y en la plaza de San Francisco. Especialmente en Mina se concentraron centenares de familias en un ambiente festivo, sano, de convivencia. Comida, bebida, tangos y papelillos. Mientras los mayores escuchaban, los más pequeños corrían y jugaban disfrazados por la plaza.
El coro de Julio Pardo y Antonio Rivas, ‘La Trattoria’, iba abriendo ese cortejo, llevándose a buena parte del público como en penitencia. Mientras, en la plaza Mina ‘Los sudamericanos’, el coro de Los Niños, era el que más público congregaba en torno a su batea. El color de su tipo, la música de su popurrí, eran reclamo más que suficiente. Y muchas personas también en torno a la batea de ‘Los ilegales’, el coro más joven e irreverente de este Concurso, que ofrecía algo totalmente diferente al resto de agrupaciones.
Y no solo hubo coros en Mina. La puerta del Museo Provincial también se convirtió en escenario de excepción para diversas agrupaciones que han pasado por el Concurso Oficial, compartiendo público con los coros, pero sin interferir en el recorrido de los mismos.
El otro itinerario que recorrieron ayer otro grupo de coros fue el más tradicional, el que partía de la calle Londres para recorrer después la plaza de la Libertad, en todo el contorno del Mercado Central. Allí las aglomeraciones fueron mayores. Muchísimo público se congregó para escuchar a los coros que participaban en este Carrusel. La mayoría de las personas que venían a la ciudad desde otras poblaciones iban llegando a la Plaza como en peregrinación.
Allí se encontraron con el ambiente de los viejos carruseles. Especialmente animado estaba el público ante el que iban llegando seguidos dos de los coros más divertidos del pasado Concurso, ‘Tira a Juanillo por el patinillo’ y ‘Los picaos’, que convirtieron en una auténtica fiesta sus actuaciones. Más aún estos últimos con su tipo cadista después del triunfo matinal del Cádiz ante su máximo rival en este Liga.
El tercer recorrido era el más íntimo, el que cada año muere en la plaza del Cañón y que tiene como protagonista absoluto al coro de Faly Pastrana, este año ‘La niña bonita’. Como siempre allí se vivieron momentos mágicos, con la coincidencia con otras agrupaciones que buscan el refugio de este rincón.
Pero no solo de coros vive el Domingo de Carnaval. En el recorrido que separaba unos carruseles de otros, se iban encontrando, casi en cada calle del centro de la ciudad, decenas de chirigotas ilegales y romanceros. Así, Columela, la plaza del Palillero, Montañés, Barrié, Sacramento, Rosario, Ancha, etc., formaban parte de ese itinerario improvisado en el que unos se iban dejando el sitio a otros.
Tipos ilegales
Era mucho el público que iba buscando precisamente a las agrupaciones callejeras. Muchas risas y mucho ingenio en cada parada. Poca prisa en general. Si había que pararse en una calle hasta que terminase una agrupación para continuar con el camino previsto, pues la gente se paraba y escuchaba, que en Cádiz nunca se pierde el tiempo. Tipos para todos los gustos, desde pilotos de avión a teleoperadoras, reyes magos, marineros del Juan Sebastián Elcano, personajes de miedo o videntes desgranaban sus repertorios llenos de ingenio. Cierto es que muchos esperaron para salir a la calle ante la amenaza de lluvia, pero a medida que avanzó la tarde fueron ocupando casi cada esquina del casco histórico.
Fue ese el momento, a partir de las cinco de la tarde, cuando se creó el ambiente más propicio para escuchar esas coplas, coincidiendo con que muchos de los que se agolpaban en el centro de Cádiz marcharon hacia la avenida principal de la ciudad para disfrutar del cortejo de la Cabalgata de Carnaval.
Pero no solo hubo ilegales en la calle. El de ayer fue un día grande para los amantes de las coplas en general. Tangos, cuplés de ilegales, y repertorios completos de muchos de los grupos punteros del Concurso Oficial de Agrupaciones del Gran Teatro Falla.
Chirigotas, comparsas y cuartetos quisieron ayer cantar cerquita del público que les ha llevado en volandas durante el último mes. Los aficionados de nuevo pudieron realizar esa ruta por lugares míticos ya del Carnaval de la calle. La Torre Tavira fue uno de esos lugares de parada obligada para un buen número de agrupaciones. Decenas de personas se apostaron ante la puerta del edificio, sin moverse, viendo como uno tras otro iban llegando grupos que se dejaban la garganta en sus interpretaciones.
Lo mismo pasaba ante las escaleras del edificio de Correos, en la plaza de las Flores, donde muchos esperaban a que llegase alguna agrupación. No tardaban, porque, como si estuvieran en un tablao, unas esperaban a que terminase la que estaba para ocupar su lugar.
Coplas oficiales
A primera hora de la tarde, en el la plaza del Palillero, justa a las puertas del Centro Integral de la Mujer, cantaba la chirigota ‘Los psicolocos’. La chirigota de Selu García Cossío cantaba en la plaza de Santa Inés, junto al Oratorio de San Felipe. Allí cientos de personas les pedían más y más, coreando el nombre de la chirigota ‘Ahora es cuando se está bien aquí’ y gritándoles «campeones, campeones». Los campeones de verdad, los del jurado del Falla, ‘Los Superpop (chirigota ochentera)’, tomaban como escenario otro lugar emblemático, como es la escalera de la Facultad de Medicina. Manolo Santander actuaba en la calle San Miguel con su chirigota ‘Los del puntazo en el coco’. La chirigota del Canijo, ‘Los clásicos del teatro’, empezaba el día a las puertas de la Iglesia de Santa Cruz. La comparsa de Nono Galán, ‘Los novios de Cádiz’, optaba por hacerlo en las escaleras del Museo Provincial. Y como ellos, muchos otros, convirtiendo de forma simultánea a Cádiz en una gran escenario para las coplas del Carnaval.
Aparte de esto, ya ayer funcionaban distintos tablaos en toda la ciudad. Por el de Candelaria, el de la Peña La Estrella, pasaron muchas de las grandes comparsas de este año para competir en su concurso.
Los aficionados al Carnaval y turistas de ocasión no eran los únicos beneficiados con este despliegue. También hay que reseñar que a mediodía estaban llenas todas las terrazas y bares del casco histórico, con lo que es evidente que la fiesta repercute de forma notable en la hostelería de la ciudad.