Una auténtica odisea. ‘Los cantores’ han vivido un día inolvidable, precioso y muy, muy largo. La comparsa rondeña tenía que actuar este viernes en la final del Concurso malagueño, y el azar había querido que también coincidiera su participación en el COAC del Gran Teatro Falla. Y desde Ronda a la Costa del Sol para morir en la Tacita, en un autocar que ha quemado rueda y combustible en un viaje de lo más movido.
La agrupación de Raúl Mateos y Horacio Calvillo, que también ha contado con la colaboración del portuense José Luis Zampaña, se ha beneficiado de la nueva norma de esta edición, que permite participar en distintos concursos a la vez. Por descontado, han tenido que contar con la ayuda de los compañeros que han actuado en Málaga. Este miércoles lograban el pase y pedían a la organización si podían cantar los primeros para después venir a Cádiz. Deseo concedido (en el Falla hubiera sido imposible cumplir con esta petición), así que agradecimiento a las agrupaciones del concurso boquerón.
Así daban el primer paso, y se preparaban para un día eterno. A las dos y media quedaban para vestirse y maquillarse en Ronda y a las cinco partían hacia la capital malacitana. Cantaban a las 20,30 y nada más finalizar, de vuelta al autocar en dirección a la Costa de la Luz. En la Tacita han abierto cortinas pasadas las una. Una paliza física, una buena tunda a sus gargantas que han solventado con fuerza y una afición envidiables.
Ahora, a la cama. “Aunque primero nos vamos a tomar una copita”. Y bien merecida.