Cádiz es una ciudad de devociones. Las hay sacras y profanas, y cada una tiene sus puntos de peregrinación. Uno de los pasodobles más memorables que se han escuchado en los últimos años en el Gran Teatro Falla, a cargo de la comparsa ‘Los millonarios’, venía a decir que el Carnaval, en Cádiz, es una religión. Su templo, son las calles de la ciudad. Sus altares se encuentran en cualquier escalera, en una plaza abierta, en una esquina o a las puertas de una iglesia.
Esos altares donde se veneran cuplés y pasodobles tienen uno de esos días memorables de romería. Miles las personas se han apuntado a este Lunes de Coros, a otra jornada donde las coplas fueron las protagonistas absolutas. Ni el sol salió para no hacer sombra a los que cantaban en Cádiz. Las agrupaciones llenan cada calle del casco histórico, pero era en los lugares emblemáticos de la fiesta de la calle donde se han producido las mayores aglomeraciones.
Las escaleras de Correos, la Torre Tavira, las escaleras de la Catedral, la plaza del Palillero, las escaleras de Zara en la esquina de Columela, la plaza de Santa Inés al abrigo del Oratorio de San Felipe Neri, las escaleras del Museo Provincial de la plaza Mina, la plaza de San Agustín, la plaza de San Juan de Dios en las cercanías de Moret. Esos son, entre otros, esos altares del Carnaval que muchos van visitando como el que va de besamanos.
Y es que, aunque este lunes lleva en su propio nombre de fiesta a los coros como santo y seña, los tangos han compartido protagonismo con los sones de comparsas, chirigotas y cuartetos durante todo el día.
Tablaos callejeros
Siguiendo por la ruta obligada por esos tablaos callejeros del Carnaval de Cádiz, ha llamado la atención como cientos de personas esperaban pacientemente en la plaza de santa Inés a que llegase allí la chirigota de Selu García Cossío. Eran tantas las ganas de verlos que no importaba la espera, que algunos hacían más amena fotografiándose con cada uno de los componentes que iban llegando hasta las puertas del Oratorio de San Felipe. Los del Selu ya habían anunciado que comenzarían allí sus actuaciones. Son muchos los que a través de las redes sociales van dando cuenta a sus seguidores de donde están o van a estar en cada momento, en una suerte de convocatoria a la que los incondicionales nunca faltan.
Las agrupaciones, tanto las oficiales que participaron en el Concurso del Gran teatro Falla como las ilegales, se han entregado de lleno a los gaditanos. Los hicieron casi todos de los grande nombres. Los primeros premios se han dejado ver y han cantado gratis y a centímetros del público que hace solo unos días pagaba una entrada por verlos actuar.
La chirigota ganadora de este año en el Falla, ‘Los Superpop (chirigota ochentera)’, de José Antonio Vera Luque, empezaba cantando a pie de calle, en la plaza del Palillero. A pocos metros cantaba poco después el primer premio en cuartetos, ‘Los pensionistas se las dan de artistas’, que utilizaban como escenario las escaleras de Zara en la esquina de la plaza. Justo allí también se está dejando ver el cuarteto de Manuel Jesús Morera, que aunque este año no ha participado en el Concurso Oficial, está disfrutando de la calle con su público.
Por la plaza de San Agustín aprovechaban los rincones que quedaban libres las comparsas ‘Los borregos’, de Nene Cheza, y una de las grandes sensaciones de este año, ‘Los gadiritas’ de Tino Tovar.
No muy lejos, en San Juan de Dios, y de forma simultánea, le disputaba el público el primer premio de la modalidad, ‘Los millonarios’ de Juan Carlos Aragón, que actuaba a los pies de al estatua de Moret.
También la plaza de la Candelaria pasaba el coro de Faly Pastrana en su camino hacia su plaza del Cañón. Mientras, en otro extremo de la plaza, por el tablao de la Peña La Estrella pasaban algunas de las mejores chirigotas de este año, inscritas en el XXXII Festival de chirigotas ‘Premio Cañamaque’.
Por supuesto los coros también han sido protagonistas en los carruseles del día. En el que ha recorrido la plaza Mina y la de San Francisco hubo mucho menos público que el domingo. Sin embargo, los alrededores del Mercado central han estado llenos de gente. Quizá el menor número de visitantes en esta segunda jornada dedicada a los coros podría abrir la puerta a que el Carrusel se desarrolle como hace años, íntegramente en la plaza de la Libertad.
En definitiva, un día para escuchar y cantar a gusto, en la intimidad, aunque con pañuelos y bufandas.