Lo mejor: Nuevo concurso, carruseles y Pópulo

Los cortes antes de la Final, la confirmación de los recorridos de los carruseles y la ampliación de la propuesta ‘ilegal’, grandes aciertos del Carnaval

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Hoy termina oficialmente el Carnaval con el último carrusel de coros, las fiestas infantiles, la Quema de la Bruja Piti y los fuegos artificiales del Castillo de San Sebastián. Después de casi un mes de actos desde la celebración de la Erizada y la Ostionada es un buen momento para reflexionar sobre el devenir de treinta días, en los que una ciudad vive prácticamente a caballo, primero entre el Falla y el trabajo de cada uno y, posteriormente, entre la calle y el trabajo de cada uno.
lo mejor
Los cortes y la reducción de la Final
El concurso
Han sido tan sólo 20 días de coplas y eso se agradece, aunque intensos por la larga duración de las respectivas funciones. La reventa quedó erradicada aunque sólo parcialmente. La división de su desarrollo en clasificatorias, cuartos, semifinal y final es muy beneficiosa porque convierte en apasionante las dos fases intermedias. Vuelve a quedar en evidencia la necesidad de un fase previa (no todo el mundo puede ni debe cantar en el Falla). La reducción de la Final también es un acierto porque antes se hacía interminable. Un año más se ha echado en falta el típico pelotazo (Los pito-risas han estado cerca), pero el nivel medio ha sido realmente bueno. Los piques se quedaron sólamente en eso: en piques. El fallo no contentó a todo el mundo por igual, lógicamente, pero tampoco ha provocado ninguna tragedia porque no ha habido cajonazos sonados.

Pasacalles previo
El pregón
Muy buena la idea de un pasacalles previo. Original y bien llevada a la práctica. La proposición del pregonero evidentemente no podía tener el respaldo absoluto que él pretendía pero se vieron muchos grupos de piratas el Sábado de Carnaval. El pregón tampoco defraudó aunque a los incondicionales quizás les faltó un poco de sentido crítico. Un espectáculo bonito, más cercano al Martínez Ares compositor que al Martínez Ares comparsista. Pese a la satisfacción generalizada antiguos miembros de agrupaciones suyas se han sentido heridos por algunos de los pasajes de su alocución.

Segundo año en el Falla
Los romanceros
El tema de los romanceros merece una reflexión profunda. Cuando pase el tiempo habrá que agradecerle a los Paco Mesa, Salvador Fernández y compañía la enorme dignificación que está adquiriendo el romancero. Antes estaban prácticamente defenestrados, eran un poco los hermanitos pobres de la fiesta, condenados a mostrar su repertorio sólo en las esquinas y a participar en un concurso descafeinado. En 2007 fue en el Falla y en 2008 ha vuelto a repetir. El personal llena el coliseo y ya no parece una cuestión de novelería gaditana. A todos nos queda claro que la calle es su espacio natural, pero sí pueden ir al Falla salen ganando por la repercusión mediática que tiene la Final.

Confirmación de la alternativa
Los carruseles
Puede que se nos esté cayendo un mito y que los más viejos del lugar pongan el grito en el cielo, pero ha quedado demostrado que los carruseles pueden salir de la Plaza. Se gana mucho. El personal se dispersa, no hay aglomeraciones y se pueden escuchar los tangos muy cerquita de los protagonistas. La medida tiene visos de convertirse en definitiva. El Ayuntamiento está por lo labor y los implicados parece que también. El de Segunda Aguada sigue creciendo camino de su décima edición, mientras el de La Viña puso de manifiesto su definitivo asentamiento, ya que había que tener cuerpo para estar el viernes en la calle con el viento y el frío reinante.

Eclosión de la calle
El Pópulo
Es un referente, ya no hay gaditano que no sepa que el barrio más antiguo de la ciudad acoge un auténtico desembarco de ilegales y romanceros durante la semana de Carnaval. Este año la iniciativa se aumentó a tres días y la respuesta popular ha sido realmente admirable en todos los sentidos. Ya no sólo porque el personal se moviliza allí, sino porque sigue al pie de la letra los dictados del lema: Amoscuchá. En la jornada del miércoles se contabilizaron hasta 57 callejeras en el lugar. Además, la ampliación a más jornadas es un beneficio para todos: para los propios grupos que tienen la oportunidad de que sus repertorios sean mejor paladeados, para el personal que tiene una nueva oferta y para el propio barrio que está sumando un granito más a su proceso de regeneración. Una imagen vale más que mil palabras, pero en este caso mil imágenes valen más que una palabra. Una única pega ajena a la organización: A determinadas horas de la madrugada los menesterosos, perros en mano, comienzan a adueñarse del entorno y pueden convertirse en un peligro para el futuro. Aunque la prevención ya es tarea de otros.