En Carnaval cada cual habla por sí mismo. Forma parte incluso de la idiosincrasia del carnavalero, y por ello la representación de los colectivos no es tal cual. Esa falta de una sola voz provoca que, aunque la gran mayoría de actores de la fiesta esté en contra del cambio de fechas, no haya una oposición homogénea sino declaraciones individuales en medios de comunicación y en otros foros como las peñas o los bares. Este jueves se reunión en la sede de la asociación de autores muchos ‘representantes’ de agrupaciones foráneas (de fuera de la capital) con miembros del colectivo que preside Miguel Villanueva.
La sintonía es común y similar a la de diferentes colectivos. No entienden el motivo real de posponer el Carnaval a junio. La excusa de la salud deja de serla cuando todas las administraciones recorren un camino no diferente, sino opuesto. Fin de las limitaciones y programación de otras festividades como la Semana Santa o las fiestas de primavera. Además, si de verdad la sociedad sufre una sexta ola tras la Navidad, pillará a todos ensayando en cuartos pequeños; y nadie puede asegurar que eso no se repita en mayo justo después de las procesiones y en plenas ferias de Sevilla, Jerez o El Puerto.
Los carnavaleros asumen que la guerra está perdida porque la posición del Ayuntamiento es “inamovible”, así que buscan ganar pequeñas batallas. Por ejemplo, adelantar una semana la fecha para no coincidir con el Corpus Christi (dos no podrán, aunque convivan el cortejo con el Carnaval chiquito). Las agrupaciones ‘extranjeras’ señalan que prepararán diferentes repertorios para interpretarlos en la fecha habitual de febrero, ya sea en las calles de Cádiz y en los concursos de las diferentes localidades gaditanas, malagueñas, onubenses, sevillanas o cordobesas.
Por eso piden al Consistorio una excepción, como ya hicieron con la edad de los niños (se permitirá hasta los 19 años al haber perdido un año a causa de la pandemia). Representantes de grupos del Campo de Gibraltar, El Puerto, Rota, Sanlúcar, Conil, Chipiona, Málaga, Alcalá, Sevilla, Córdoba… quieren que el repertorio del Concurso del Falla no tenga que ser completamente inédito. Que permitan mantener el tipo, presentación y popurrí, con el lógico cambio en las partes móviles (tantos, pasodobles y cuplés). Así podrían preparar un repertorio que valga tanto para febrero como para mayo, porque dos resulta imposible.
Si no, vaticinan que será muy difícil cantar en el COAC en Cádiz.
“El mundo del Carnaval dice que como mal menos se cante en mayo, pero no ha gustado nada esta decisión”, lamenta Miguel Villanueva. “¿A quién se le ha ocurrido? Este sábado hay en el campo del Cádiz 22.000 personas. Decir que en enero habrá una sexta ola es como decir que va a caer un meteorito. Que puede pasar, claro…”.