
Los malos del cuento fueron anoche los mejores, los de la comparsa y los del cuarteto, que no solo coincidieron en calidad, sino en idea, aunque con una ejecución totalmente diferente. Fueron los que más contaron, pero de malos no tuvieron nada, ni unos ni otros. Muy buena la comparsa; magnífico el cuarteto. La comparsa quiere estar entre las mejores; el cuarteto aspira a todo.
El cambio de grupo sentó bien a la comparsa de Jona, lo mismo que la incorporación en la autoría del Tomate. Letras potentes, comprometidas, sin tapujos. Músicas de categoría y voces de mucho nivel. Dejaron una gran impresión.
El cuarteto de Joselito fue el otro gran triunfador de la noche, quizá el mayor. Y eso que confesaron sentirse maltratados por un Patronato que los ha dejado casi para el postre. El tipo muy vistoso, los chistes muy buenos, el protagonismo muy repartido, el fichaje de Selu Piulestán muy enriquecedor. En definitiva, muy bueno y mucho bueno, que diría aquel. El público los despidió en pie. Se pasaron de tiempo (un minuto y 58 segundos) y fueron penalizados con seis puntos, esperemos que eso no les reste opciones, que ya tienen malas experiencias en este sentido. A ver cómo viene el resto. Qué buena noticia para el cuarteto.
Por lo demás, causó una impresión muy agradable la comparsa ‘¡Cazafantasmas!, con dos pasodobles con una perspectiva muy femenina. Es un placer escuchar letras cantadas por mujeres (y algunos hombres) desde un punto de vista natural y especialmente sensible. Un pase más que aceptable también de la comparsa de Barbate ‘La alcantarilla’. Los grupos sevillanos no despuntaron, aunque derrocharon respeto y cariño por Cádiz, como casi siempre.
No acertó la chirigota de Algeciras, que confesó sentirse tratada de forma desigual por su procedencia. Piden que no les falten al respeto. Eso nunca. Siempre traen un gran trabajo a sus espaldas, más allá de la aceptación que puedan tener, y eso se valora.
Cerró la noche la comparsa portuense ‘Los envidiaos’, a un nivel aceptable a pesar de cantar ya bien entrada la madrugada.
Y colorín colorado, el tercer cuento de este Concurso se ha acabado. ¡Blam, blam!