La tímida lluvia y las bajas temperaturas deslucen la Ostionada

Algunas gotas cayeron sobre las tres de la tarde, hecho que restó público a la fiesta

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Con la vista puesta en el cielo comenzaba la mañana para los organizadores de la Ostionada. Desde primeras horas, los peñistas de la peña El molino se afanaban en ultimar los pequeños detalles, que aún faltaban por resolver, para que la presente edición de la Ostionada, saliera como habían planeado.

A las nueve de la mañana empezaban a aparecer las primeras personas que pacientemente esperaron el reparto de los ostiones y bebidas, que no comenzó hasta la una y cuarto de la tarde.

En la trasera del escenario, dos carpas acogían a las distintas personalidades que allí se dieron cita, donde pasaron desde las ninfas de este año a los representantes de la Asociación de Vecinos del barrio del Mentidero.

El presidente de la entidad Antonio Montiel y su junta directiva atendían a las diferentes agrupaciones que desinteresadamente pasaron por el escenario de la plaza de San Antonio. Entre las agrupaciones participantes se encontraban los coros El periquituliqui de Juan Antonio Lama y Valvidia , Menos humos, Al enemigo ni agua, Los ilusionistas, Los guardianes, la comparsa juvenil El rey de los vientos y la comparsa de adultos, 12 templos. Este año la inclusión de las dos comparsas se debe a los inconvenientes que el apretado calendario presenta para la organización de este tipo de actos, sólo horas antes del concurso de agrupaciones que poco después comenzaría en el Gran Teatro Falla.

El ambiente en la plaza era enorme, aunque menor que otros años, aun así la cola de espera para conseguir los moluscos seguía siendo tan numerosa como en ediciones anteriores y alcanzaba la calle Ancha. Un ambiente festivo y público familiar era la nota dominate en la plaza, donde familias enteras aprovechaban la soleada mañana del día de ayer para pasear por las calles del centro y de paso escuchar algún que otro tango.

El acto comenzó a la una de la tarde y los teloneros de este año fueron el coro juvenil Los guardianes que comenzaron su actuación mostrando la musica del tango. En las primeras filas se encontraban las madres y demas familiares de estos jóvenes carnavaleros que este año pretenden renovar el primer premio alcanzado el año pasado en el concurso en la categoría junior. Esta es una muestra de la continuidad y proliferación que esta teniendo el Carnaval y más concretamente el coro entre los jóvenes de nuestra ciudad.

Después de la actuación de este coro, hicieron su aparición por el escenario del campo de la Jara las ninfas del Carnaval, que la noche anterior recibieron de manos de la alcaldesa las bandas que desde ayer lucirán durante todo el concurso y distintos actos a los que tendrán que asistir en Carnaval. La peña obsequió a las jóvenes con unos ramos de flores que ellas agradecieron bailando por tanguillos.

Junto al escenario, como testigo de lujo, permanecía Jose Antonio Valvidia que aún se encuentra convaleciente de su enfermedad y que no quiso perderse la puesta de largo del coro del Lama, al cual este año aportará la letra.

Durante el acto la peña aprovechó para hacer un reconocimiento a distintas personas y entidades que desde años atrás vienen colaborando con la organización de la Ostionada que este año cumple su vigesimosegunda edición. Entre los galardonados se encontraban Francisco Cortes, gerente de la empresa Cortemar, Jose Eduardo Chávez, Jose Ezquivel y el polifacetico Emilio Aragón que recogían el «molino de oro» con el que la peña reconoce la labor desinteresada de ayuda con la entidad.

Sobre la una y cuarto de la tarde empezaron a aparecer por el cielo de San Antonio unas nubes con sintomas de lluvia procedente de la Caleta. Se cumplieron las previsiones que durante el día de ayer anunciaban intervalos de nubes y claros y posibles chubascos. Algunas gotas cayeron sobre las dos y media, pero eso no imposibilitó el desarrollo normal de la Ostionada en San Antonio.

A partir de las tres de la tarde, el público empezó a variar, las familias que durante la mañana habían permanecido en la plaza se marchaban como consecuencia de las pocas gotas de agua que cayeron, dando paso a un público más pendiente de hacer un botellón que de las propias agrupaciones que actuaban.

Alrededor de la plaza las habituales estampas de todos los años: puestos ambulantes y bares haciendo su agosto vendiendo bocadillos, refrescos y cervezas en improvisadas barras que colocaron a pie de calle.

En el lado negativo y también habitual, las escenas de improvisados urinarios que se suelen formar por las calles aledañas como por ejemplo en la trasera calle Plata.