De pronto, pasó. Era previsible por los grandes grupos, por los grandes nombres, pero coinciden en otras veladas y no pasa lo que pasó. Sucedió que aquello prendió y que el patio de butacas era una fiesta a la que la acompañaban a compás los palcos, el anfiteatro y, faltaría, el gallinero. Recibían todos a las agrupaciones con un murmullo ensordecedor. Y, además, la expectación quedó confirmada, al menos en las dos grandes citas, así que las ovaciones, las risas y los olés prolongaban el jolgorio. Muchos rostros conocidos no quisieron perderse la cita. Fue la primera aparición de la pregonera, Niña Pastori pero la representación musical fue mayor. Javier Ruibal se dejó ver, como Chipi de La Canalla, junto a Manu Sánchez. Hasta el modisto Antonio Ardón fue incapaz de resistirse al atractivo de la noche. Pero no sólo de artistas se alimentó la noche. También hubo deportistas, y los que más gustan en el Falla, los que se visten de amarillo y azul. En palco de LA VOZ trataban de ponerse al día jugadores del Cádizcomo Ikechi Anya, Moke, Caballero y Gonzalo acompañados de la fisioterapeuta del club Carolina Coll. Sobre el escenario también hubo caras conocidas de otros ámbitos, como Miguel Nández, que debutó con la comparsa de Antonio Martín. En los palcos, de nuevo como aficionado y comentarista, el gran ausente del Concurso del Falla de este año, Jesús Bienvenido. En el apartado político, la portavoz de la oposición municipal Marta Meléndez se dejó ver por el palco de autoridades. Eso sí, anoche costó ver las caras conocidas más que nunca porque había gente hasta de pie por los pasillos. Fue una especia de final inesperada y anticipada.