LO TUYO ES PURO TEATRO

La mejor campaña del PSOE local

Por  3:06 h.
La mejor campaña del PSOE local

Los que lamentan que los autores ya son incapaces de señalarse con sus letras tienen desde anoche un argumento menos. Los que defienden que las coplas son una oportunidad excelente para sublimar opiniones, más o menos colectivas, de amplios sectores de gente tienen desde anoche una esperanza más. Después de ‘Los currelantes’, una resurrección de la comparsa política con aroma a Carlos Cano que apenas se ha visto desde el período 1975-1985, ayer le llegó el turno a Kike Remolino. Para demostrar que política es todo, los suyos se marcaron una letra que les marca. Emocionó tanto a los que comparten su contenido como a los que no. El pasodoble se convirtió en la comidilla. Le decía a Marta Meléndez que «aguante» e incluso vaticinó que aunque no le toque relevar «a la reina rubia» este año, resista «en cada pleno» y «se llene de Fermín Salvochea» para defender unos ideales que le sirvan para demostrar que «Cádiz no tiene dueña». El mayor golpe de efecto en lo que va de precampaña de la aspirante socialista. La letra fue un alfiler en el culo de las butacas y puso a sus ocupantes en pie. Las dos protagonistas, presentes. Ambas -nobleza obliga- bajaron a camerinos a felicitar a autores y grupo de ‘Los Juaquín Pamplina…’. Una con deportividad de torneo de cricket. La otra, emocionada por el espaldarazo. Ambas se hicieron fotos, sonrientes. La campaña electoral local comenzaba tras el escenario y, lo mejor de todo, el Carnaval se reinventó como altavoz de ideas políticas legítimas. Como las que defendieron los de Gálvez-Peñalver-Noly para gritar que La Caleta no se toca, aunque quizás erraran el tiro. El Ayuntamiento nunca tuvo que ver en el proyecto de remodelación del Castillo de San Sebastián. Es cosa de Junta y Gobierno. Pero más allá de matices quedó su credo a la alcaldesa y el alivio de que aún haya autores capaces de posicionarse, con dos coplones, a favor o en contra de la Iglesia, de un partido u otro, con sus siglas, sin ocultarse. Los tiempos están para todo menos para la tibieza y la asepsia.