El desparpajo, el ingenio, la interpretación y la gracia servida en pequeñas gotas (por su escasa edad y cuerpos) ha sido de nuevo la forma elegida por el Patronato para iniciar la fase de cuartos de final del concurso.
El apoyo a las bases y la búsqueda de visibilidad de la cantera (agrupaciones de infantiles y juveniles) continúa su labor con esta medida que aunque alarga las sesiones de cuartos las hace más interesantes aún y le ofrece al espectador que no está naturalizado con la cantera una cara más del poliedro completo que conforma nuestra fiesta.
El público rió con ganas y agradeció la muestra. Un repertorio ideado para ser defendido por niños, con golpes de humor blanco y temáticas entendibles para los más pequeños.
Larga vida a la cantera… esos componentes que hoy abren cortinas mañana serán quienes mantengan la llama viva de la competición adulta.
El telón se levanta y los niños cantan. El carnaval continúa y los más pequeños aseguran la regeneración de una tradición única, genuina e inmensa… tan inmensa como su arte, desparpajo y su saber hacer carnaval.