José Antonio García Molina no es el autor ni de la música ni de la letra de la chirigota de Chiclana, pero es el rostro y el alma de la agrupación. Tremendamente expresivo, guasón y compañero, de broma constante. Y sí, le falta parte de un brazo. Al principio poco se decía, pero alguien destapó la caja y ahora abundan los chistecitos sobre ello. Hasta él mismo participa de ellos. “A esta estatua le falta un poco de cera para terminarla”, decía la chirigota del Noly ‘Una noche en el museo’.
Pero si él se ríe, “ahora no vale ‘mosquearse’ cuando te toca a ti”. Esa es la filosofía del segundo pasodoble de ‘Pídeme lo que tú quieras’. Jose explica que las bromas sobre su brazo le pueden enfadar o no, “depende. Si es carnavalescamente hablando, a mí no me molesta. Cantan un cuplé sobre eso y se cae el teatro, pues aplaudo. Pero que alguien por la calle me lo diga sin venir a cuento, pues no me hace gracía”. Tan fácil como eso, el contexto. “Esto es Carnaval y hay que tomarse las cosas más a broma”.
La chirigota sonreía pero sufría por dentro. Un fallo en el segundo estribillo les dejaba un amargo sabor de boca. El cuplé nuevo sobre los ratones de Ángel Subiela funcionaba, pero al interpretar el estribillo de ‘Los listos’, la caja lo confundía con el de la chirigota y hacía el pasacalles, provocando un desatino en el grupo. Todos le quitaban importancia, esperando que no les perjudicara a nivel de Concurso, que no pase factura en el próximo veredicto para las semifinales. “A mí no me preocupa porque nunca me ha preocupado. Yo vengo a disfrutar y me lo he pasado muy bien. Estoy orgullo de todo el grupo, que ha sacado adelante el cuplé. Arriesgamos y nos salió bien ahí. Yo en mi vida me he equivocado 40 veces”.