COAC 2020

Iván Romero: «No sé si en un futuro saldré con Morera o con Los Niños»

El cuartetero autor del Cuarteto del More... consigue su quinto primer premio junto a sus hermanos, aunque tiene dudas de si seguirá al frente del grupo el próximo año

COAC 2020: Los mejores cuartetos del Carnaval de Cádiz

Por  9:00 h.

El de Iván Romero ha sido uno de los nombres más destacados de este COAC 2020. Al primer premio en la modalidad de cuartetos, donde regresaba junto a sus hermanos como autor del cuarteto de los niños –que se consolida como uno de los grandes de la década en la categoría con tres primeros premios–, hay que sumarle el éxito de la comparsa Quieto todo el mundo, donde alcanzó las semifinales y un muy digno sexto puesto.
Su futuro está por dilucidar tanto en cuartetos, donde no descarta volver con el Morera tras su ausencia este COAC, como en comparsas, ya que es posible que no compagine ambas modalidades.

–¿Cómo habéis vivido el premio?
–Estoy muy contento. He vuelto a sacar un cuarteto con mis hermanos tras tanto tiempo. Han sido unos meses de ensayo muy buenos, de revivir y estar con la familia. Hemos disfrutado una ‘jartá’.

–¿Esperabais este resultado?
–Con la trayectoria que tenemos sabíamos que íbamos a estar peleando, aunque llevarnos el primero no lo teníamos en mente… La idea era primero gustar y llegar a la final con posibilidades reales de ganar. Si además al jurado le gusta y piensa que somos primeros, perfecto. Ha habido mucha igualdad y se podía haber decantado por otro cuarteto y hemos tenido esa suerte.

– En las quinielas de los distintos jurados no eráis los favoritos…
– Bueno, sí. Te juro que no sé ni cuántos jurados paralelos hay ya… Que si la Cadena Ser, LAVOZ, el Diario… Casi ni lo sigo porque entre la comparsa y el cuarteto no llego. Leí un titular que hablaba de que con el primer premio habíamos dado la sorpresa en cuartetos… Se ve que no nos daban como favoritos. ¡Si yo tengo cinco primeros premios! No sé, sabrán más que yo de Carnaval…

–¿El cuarteto vuelve para quedarse?
-No puedo prometer que volveré el año que viene. Un cuarteto es tan difícil que uno no lo hace cuando quiere. O sale o no sale. Si sale lo haremos y si no, como otros años, descansaremos.

–¿Y de qué depende eso?
-De estar conectado con la idea, que te dé recorrido para cuatro repertorios, que no se nos quede cortos como otros años… Hemos entendido que ‘por cojones’ no vale. Debe salir con naturalidad y frescura. Y si no, no lo haremos. De hecho aún no nos hemos sentado ni a hablar de esto. No nos ha condicionado llevarnos el primero.

–En un concurso cada vez más competitivo, ¿cómo de importante es mantener un grupo familiar, en vuestro caso en el sentido estricto de la palabra?
-En el cuarteto hay una primera línea de consanguinidad. ¡Son mis hermanos! Se puede competir con los tuyos y es algo que me pasa también con la comparsa… el año pasado quise competir como si fuera una comparsa más y me salió mal. Uno debe ser fiel a su estilo y llegar donde llegue. Y si hay uno mejor que tu se le da la mano y ya está.

–El 2020 también ha estado marcado por la marcha de Morera.
–La ausencia de Manolo se nota porque hablamos de uno de los mejores de la historia en la modalidad. He salido con él en los últimos años y es un ‘bicharraco’. Le echo de menos. Primero, porque es mi amigo, aunque me duele menos porque los motivos son profesionales; ojalá no pueda salir nunca porque le vaya bien. Por otra parte, si sumáramos a Morera a los tres cuartetos que han dado un buen nivel hubiera sido una lucha más bonita, aunque la modalidad no se ha resentido. De hecho creo que lo importante es que la modalidad no es sólo adultos. En la cantera hay cuartetos con potencial y calidad para que en un futuro haya un relevo generacional. Les pido que sigan, que no mueran en el intento y den el salto a adultos sin miedo.

–¿Y hacia dónde crees que va la modalidad? Hay quien se muestra reticente a que los números visuales ganen peso en el repertorio. En vuestro caso se ha planteado con el personaje del Chano Lamela.
-Creo que hablar de un estilo o de otro es perjudicial. Tienen cabida todos. Intentar enfrentarlos perjudica a la modalidad, que está viva gracias a gente como el Gago y su cuarteto más clásico o al de Javi, más anárquico, etc. Pero al final lo que viene de abajo son anárquicos y más visuales. Es algo que ha pasado en todas las modalidades. Queramos o no es un relevo generacional. Los seis o siete de este año en la cantera son iguales y del mismo corte.

–Entonces, ¿el cuarteto clásico está pasando a la historia?
– Ojalá salga alguien que haga un cuarteto clásico como Gago. No son excluyentes los estilos, son todos válidos y todos tenemos nuestros sitio.

–¿Puede tomar el cuarteto de los niños el relevo del Morera?
–Nosotros somos los niños y el Morera es el Morera. Lo que me faltaba a mi ya… ¡Cualquiera coge a Morera! De hecho, no sé si en un futuro volveré a salir con Manolo o con el mío.

–También has conseguido un digno sexto puesto con con la comparsa Quieto todo el mundo.
– Ha sido un año muy bonito, sobretodo porque la comparsa a mediados de septiembre no iba a salir. El año anterior había sido raro y no me gustó. Me reuní con el director y, como tardé en decidirme, medio grupo se había ido. Decidí hacer una comparsa a mi estilo. Cuando les dije que íbamos de albañiles, que íbamos a gastar sólo 30 euros en el disfraz y que el repertorio iba a ir por esos derroteros algunos se asustaron. Afortunadamente ha salido bien y el estilo desenfadado y estas parodias entre copla y copla nos hace diferentes.

–Te ves con ganas de seguir compaginando ambas modalidades?
– No. Esta semana le estoy faltando siempre a alguna. Cuando estoy con el cuarteto no puedo ir con la comparsa. No sé cuánto va a durar el binomio. Dependerá de las ganas, de las posibilidades y de que el trabajo me lo permita.