Erizos y tangos abren las puertas del Carnaval en el barrio de la Viña

Se divisaban varios grupos de jóvenes haciendo el polémico botellón

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En un barrio de La Viña totalmente poblado de gaditanos y foráneos, se escucharon en la mañana de ayer los primeros sones del típico estribillo «Que bonito, que bonito, que bonito está mi Cai, que bonita es mi ciudad, que rebosa de alegría cuando llega el Carnaval», que acompañado de los productos gastronómicos que se ofrecían hacían presagiar un buen día. En torno a las 12 del mediodía comenzaron a formarse las primeras colas que se prolongaban desde la calle Cristo de la Misericordia, donde la peña El Erizo había instalado unas barras para repartir casi 600 kilos de erizos, hasta la calle Pericón de Cádiz. Antes de comenzar el reparto muchos eran los que conectaban los transistores para seguir la retransmisión del partido que a esa misma hora jugaban el Sevilla Atl. y el Cádiz C.F. Mientras tanto los miembros de la peña El Erizo comenzaron a preparar los platos que posteriormente serían entregados entre los asistentes. En torno a las 13:00, Francisco Javier Taboas tomaba el micrófono y se subía al escenario para presentar el acto que este año cumple 28 años. Fue entonces cuando comenzó el reparto de erizos, mientras que el coro de Amaro Portillo interpretaba los primeros compases de su repertorio. Las colas poco a poco avanzaban y cada vez era mucho más público el que se acercaba para disfrutar de la fiesta. Tras la interpretación de los dos primeros tangos por parte del coro Dios los juntó y no vea la que lió, el presidente de la peña Antonio Rueda hacía entrega de la insignia de la corporación en recuerdo de su participación en la Erizada Popular de 2008. La multitud se agolpaba desde el mismo escenario hasta la calle Lubet con cerveza en mano y su plato de erizos. A lo largo de la calle de La Palma eran muchas las barras que los bares habían montado en el exterior las que concentraban la mayor cantidad de personas.

A su vez, eran numerosos los puestos ambulantes donde se ofrecían desde mojamas a tortillas de camarones, pasando por el tradicional pito de Carnaval o papelillos. Los ciudadanos tomaban las calles y se acercaban a los bares en torno a donde se celebran los actos gastronómicos, que ven sus ingresos aumentados en este día como lo que consiguen hacer en medio mes. Estos resultados ya están calculados por los propios hosteleros a la hora de afrontar el año y una vez que conocen el calendario de las fiestas comienzan a preparalo todo en vista a este acontecimiento.

Vigilancia policial

A pesar de que el Ayuntamiento consideraba que introducir a la Policía entre la muchedumbre seria una provocación, aun así durante toda la mañana y bien entrada la tarde fueron muchos los agentes de la Policía Local los que vigilaban que todo el acontecimiento se llevara a cabo con total normalidad. Hicieron hincapié en interesarse por el control de calidad de los moluscos que los puestos ambulantes ofrecían a los cuidadanos, y a su vez requerían la licencia oportuna para ejercer tal actividad. En general la mayoría de los erizos cumplían los requisitos sanitarios, ya que casi todos de ellos habían sido comprados a distintas empresas que se dedicaban a la captura de estos moluscos. Las agrupaciones cantaban sus letras a los asistentes mientras el ambiente seguía creciendo hasta el punto que era mayor el número de personas que se daban cita en las calles anexas a la de La Palma, en la que tanto los bares como las barras ofrecían el tradicional pescaito frito y la manzanilla de Sanlúcar.

En torno a las 14:30 la lluvia hizo acto de presencia de una forma débil que en ningún momento aguó la fiesta a los miles de gaditanos que se dieron cita por las calles del barrio. Mientras tanto en la trasera del escenario que en la mañana del sábado la peña El Erizo decoró para la ocasión, los componentes de las agrupaciones y los socios de la misma disfrutaban de las coplas y de la degustación de los erizos que este año, a diferencia de años anteriores, procedían de una escuela de mariscadores de la localidad de Tarifa y no de las gaditanas aguas caleteras. En líneas generales la asistencia de público fue aceptable pero en un menor número al de otras ediciones, tal vez motivado por la escasa calidad del cartel de actuaciones y la celebración a la misma hora de la Ostionada en la Plaza de San Antonio, algo que ha sido muy criticado por los distintos comerciantes de la zona y por el propio presidente de la peña Antonio Rueda, que manifestaba que todo el mismo día divide a los aficionados entre los dos actos gastronómicos.

Convivencia en la Salle Viña

En el salón de actos del colegio la Salle, el coro de La Viña que, para la edición de 2008 se presentará al concurso con Lo que yo te diga, realizó el ensayo tanto de la puesta en escena como del repertorio que en la noche de hoy llevaran a cabo en el Gran Teatro Falla. Al mismo acudieron muchos familiares de los componentes que tras el mismo llevaron a cabo una convivencia en el patio del colegio, en el que se compartieron la degustación tanto de erizos como de una buena berza. La idea surgió tras la decisión de no actuar en la erizada motivado por la proximidad del concurso intentando no perder la tradición de pasar este día juntos y disertar sobre la actualidad que se está originando en torno a la fiesta.

Mientras esto sucedía en el Colegio de la Salle Viña, en la calle Corralon de los Carros, la Cofradía de la Palma en el garaje que tiene en propiedad, los hermanos de la misma y más allegados disfrutaban de la llegada de la fiesta del Carnaval al barrio viñero. Mientras algunos hermanos comentaban «Que buenos pasodobles y cuplets llevamos este año Mario», otros le comentaban a Pepe Valero «¿Cómo vamos a montar los cultos este año?». Así es el barrio de La Viña, tan particular e inigualable, nadie como el sabe cambiar los villancicos por los tangos, los polvores por los erizos o las penas por las alegrías. Durante los próximos días, serán muchas las agrupaciones que antes de acudir al Falla lleven a cabo sus pasa-calles por el barrio, pregonando a sus vecinos que el 3×4 viñero está impaciente por anunciar a Cádiz que Febrero ya está cerca.