
No ha dado tiempo a digerir el turrón, el frío frío ni se ha presentado, andábamos pensando en cómo escalar la cuesta de enero y el febrero más tempranero sí que apremiaba. Guardaba unas ganas inmensas desde el marzo pasado. Se avivaron más si cabe con los cambios políticos, reventaron con cada anuncio, cada confirmación, los regresos, los culebrones de los grupos que despuntan cada septiembre. Y se volvió loco con tanto dime y direte que poco tiene que ver con la esencia del Carnaval pero que lo hace aún más atractivo, más irremplazable. El veneno por fin reventó ayer en el Gran Teatro Falla, en la sesión, si se permite el adjetivo fácil, más diferente de los últimos años.
Así lo fue. Por supuesto, delante y detrás del escenario, desde Paraíso hasta el foso, de derecha a izquierda. Sí, así fue. El COAC del cambio se vislumbraba desde la plaza Fragela. A la hora de recoger las acreditaciones, de hacer valer la sacrificada entrada conseguida apenas una semana antes en un cola de temporal, y tiempo. Se notaba que había cambiado todo en un patio de butacas al que le costó completarse pero que se enchufó tan rápido como ‘Pepe el Caja’ abrió el micrófono para galardonar a los antifaces de oro del Carnaval de Cádiz 2016. Hasta el presentador de sala de los últimos años, la voz inconfundible de Eduardo Bablé, no introducía este domingo a cada agrupación participante. Un problema de salud le ha impedido este año anunciar la fiesta de las coplas. Le sustituye el humorista ‘Pepe, El Caja’, que deja el inalámbrico en gallinero de Onda Cádiz, que recoge ‘Quique, El Largo’… La radio local ocupa el palco de las ninfas. Ay las ninfas, la de cuplés que va a frustrar o al menos atemperar que las representantes femeninas de la fiesta gaditana estén colocadas en palco primera, en las alturas. Por no ser igual que en otros concursos, ni el número de ninfas es el mismo. De nueve, a siete.
Contigua a ellas, en el centro, los asientos de las autoridades. Yahí, tampoco, ya saben, nada es igual. José María González, alcalde; Kichi, carnavalero. De aquí para allá, respondiendo a las peticiones de fotos, regalando saludos, aceptando selfies. Ypasodobles. Le cayó uno nada más empezar, de ‘Las historias del viejo’, la primera de las comparsas en participar en el año de la modalidad (pero esta vez de verdad, con todas todas). Al regidor le encomendaron en la letra que gestione tan bien la ciudad que haga olvidar al mismísimo Salvochea. Aceptó el reto, pues se puso de pie y levantó el brazo. Fuera, sus seguidores ya le habían cantando eso de ‘Sí se puede’ y el nervio del novato se había disipado. A su lado un profano Adrián Martínez de Pinillos, que se dejó ver en la entrega de los antifaces de oro y que aguantó estoicamente y en solitario toda la sesión. Se nota que de Fiestas, por lo menos de la más grande gaditana, entiende y gusta más David Navarro, edil de Hacienda, también presente en la sesión inaugural. Junto a Ana Camelo y el asesor José Vicente Barcia se hicieron fuertes en la primera fila. Vicente Sánchez ha dejado cargo y probablemente la carga de los cuplés. Pero ahí estaba anoche, recordando no tan viejos tiempos junto a Mercedes Colombo. Los socialistas María José Rodríguez, Victoria Rodríguez y Jose Pacheco acudieron asimismo al debut.
Todo esto de la política resulta muy aburrido. Menos mal que ‘Los psicolocos’ se han hecho ‘Piratas informáticos’ y enmendaron el panorama. Aunque llegaron tarde para la ‘Teofilia’ y se encontraron a un alcalde que parece «el que barre». El cuplé a la vestimenta de ambos regidores terminó de animar al respetable. De momento, poco aderezo carnavalero en el patio de butacas, ni cánticos, ni estribillos (lógico). Palmas a compás sí. Y varios neo aficionados al Carnaval (se escuchó a algunos niños).
Los momentos más emotivos
Subieron unos cuantos ayer al escenario para participar en el acto que abre cada año el recital de letras. La entrega de los antifaces de oro que reconoce a las trayectorias de más de 25 años en el Carnaval de Cádiz. Manuel Braza Benítez, ‘el Sheriff’; José Manuel García Moreno, ‘Crui’; Francisco Manuel Olmedo, ‘Willy’; Antonio Rodríguez Pinto, ‘el Maera’, y Eusebio Torres Peyo unieron sus nombres al Concurso del cambio. Y más que se avecinan.Entregándoles la condecoración, miembros del Patronato del Carnaval, que también anda revolucionado. Se auguran cambios más contundentes para años venideros en el COAC, pero éste que ya se vive se antoja apasionante.
Si la ilusión se renueva con el calendario, si nada resulta igual que el anterior, el Concurso de 2016, las vivencias que desde ayer se cantan y aplauden, se recordarán por mucho. Lo harán así la comparsa femenina de Sevilla (y todos sus familiares), así como la de Úbeda. Inolvidable para el cuarteto de Los Palacios que tuvo que actuar en la segunda parte de la sesión… Pero, sobre todo, imborrable para Pepito Martínez. El pasodoble que le dedicó la comparsa a la que crea su preciosa música, ‘Un reino llamado Cádiz’ y sus lágrimas que le siguieron trajeron el momento más emotivo de la sesión en el Falla. Reír y llorar. Pues no va a ser que vamos a tener que cambiar el titular. Si en el Carnaval de Cádiz todo sigue igual.