El verso gamberro,también en extramuros

Romanceros

Por  0:00 h.

El carrusel de Segunda Aguada no es la única iniciativa carnavalesca que se celebra al otro lado de las Puertas de Tierra. La Asociación de Autores e Intérpretes de Romanceros Gaditanos de Carnaval (ARGA), organizó ayer un circuito en la zona del Paseo Marítimo. Ocho romanceros actuaron en este acontecimiento que se celebró en El Pirata (taberna Hispaniola) por segundo año consecutivo y que, este Carnaval, también se desarrolló paralelamente en el Iguana Moon.
A pesar de coincidir con la hora del partido del Real Madrid, al poco tiempo de comenzar el acto, en la taberna Hispaniola no cabía un alfiler. Siempre hay una buena acogida del público para esta disciplina, tan antigua como renovada, que durante años ha pretendido, simplemente, provocar las carcajadas de su gente, con buen humor y picardía.
La iniciativa consolida aún más la presencia del Carnaval en extramuros, que también se hizo presente en la calle Muñoz Arenillas, donde varias agrupaciones ilegales ofrecieron actuaciones en los bares de la zona.
Ramón Piñeiro, presidente de ARGA, sostiene que el evento se ha convertido en «una alternativa a las grandes aglomeraciones de gente, el sabado de carnaval en la viña».
Gracias a esta asociación, el romancero gaditano está adquiriendo importancia en el mundo del Carnaval, tanto por su mayor presencia, como por la búsqueda de intereses comunes que conducen a esta modalidad a ocupar el lugar que se merece. Este año, ARGA propuso al Patronato algunas modificiones de las bases del concurso del Falla que fueron atendidas. Para el próximo certamen, ya hay preparada una serie de propuestas entre las que se encuentran la penalización a los romanceros que no utilicen versos octosílabos, un cambio inminente de los miembros del jurado, y la celebración de actuaciones en colegios de la capital con un fin didáctico. «La verdad es que Vicente –concejal de Fiestas– siempre ha escuchado nuestras peticiones», sostiene el presidente de ARGA.
La calidad de los textos y de la interpretación aumenta cada año, a la vez que la competitividad, en el certamen del Teatro Falla, que ha sido todo un éxito de participación y de asistencia de público. Sin embargo, ser competitivos no lleva a los romanceros a esa insana rivalidad de la que hacen gala algunos autores de otras modalidades. Por el contrario, existe un gran sentimiento de compañerismo entre sus intérpretes. Están tan unidos que podría decirse que todos ellos forman una sola agrupación.