coac 2014

El tango eterno estrena versión 2014

Los nuevos antifaces de oro, la comparsa ?Áfrika? y los estrenos alternativos de Aragón o Carapapa en Alcalá de Guadaira fueron los protagonistas de la noche

Por  8:40 h.
El tango eterno estrena versión 2014

Afrika

San Benigno: Primer plato fuerte del Concurso 2014. Bueno vale, no son los Majaras de siempre, pero tienen su esencia. Esta tribu africana pía de categoría. África y Cádiz viven en sombra. Pero aquí está El Puerto para iluminarlas con una presentación brillante. El Carnaval les dejó majaras hace medio siglo y aún no se les ha pasado, por si había dudas de quienes están pisando las tablas. De categoría. Palabra de Majara. Ya está el Falla calentito. Vamos con otro pasodoble. No estarán dos grandes en este Carnaval. Les echaremos de menos. No saben qué habrá pasado para que hayan dejado abandonado este teatro. Pero los demás seguirán adelante. Faltarán la del Lobe y la del Shériff, dos grandes chirigotas. Zas, en toda la boca. Ahora sí, con humor se acuerdan de los comparsistas ausentes en un cuplé y en el otro de Ortega Cano. Su encierro está causando estragos en la industria de las bebidas espirituosas. Estribillo interactivo. Habla Cádiz, habla, que la cosa está mu negra. El popurrí muy con el tipo. Por mucho que se disfracen y se pinten la cara les sale del corazón el orgullo de ser gaditanos. África, tan cerca, tan lejos, brillante y oscura. El mismo viento, la misma arena que en Cádiz. Y ellos bien. Como siempre.

El maligno: ¿Bollinga bulungui? ¿Perdona? El grito nada más empezar la presentación le pone los vellos de punta a a Simba y Mufasa. Pasodoble con maldad. No van echan de menos a Juan Carlos y los Carapapa, sino al Lobe y al Shériff. Me gusta el engaño, pero este se veía venir desde el Río San Pedro. Han pensado que si Juan Carlos cantó en italiano ellos pueden cantar en swahili. Ojú qué liazo.

Los que siempre la levantan

San Benigno: Desde chicos ya sabían que iban a ser unos portentos, porque llevaban en su sangre el flamenco. Van montando su cuadro artístico estos gitanitos que están tó el día apoyaítos en la balaustrada de la Alameda. Primer cameo con Paquito del Mentidero. Todo un clásico. En el primer pasodoble miran al palco municipal. Le dicen a la alcaldesa que se marche para su montaña y llaman a los gaditanos a la revolución. El segundo pasodoble se lo dedican precisamente a Paquito del Mentidero. Presumen de tenerlo como amigo.

Cuplés a a su afición al gimnasio y a las consecuencias de tener unos grandes …, que los comente mi colega el maligno, que a mí me da apuro. Estribillo para Rajoy, oy oy. En el popurrí cuentan sus vivencias como grupo y su capacidad para levantar el ánimo al más pintado. Subidito de tono, que tiene que haber oferta para todo tipo de público.

El Maligno: A las bailaoras se les ve la picha. Lo dicen ellos, no yo. Después de pierrot depresivo y fantasía caletera, este es el tercer tipo menos original del Carnaval de Cádiz. Van cortitos de voces y ese esfuerzo zezeante no les ayuda. Alguno se asfixia en el pasodoble. Una tosecita y a seguir. Angustia. Los cuplés en serie a sus grandes atributos testiculares, como diría yo, in crescendo. Los tienen como cocos, como almohadas, como bolas locas, qué barbaridad. Anda, hacen un chiste con que son gitanos y en los convites la gente se cree que les van a robar.

La viuda negra

San Benigno: Un Concurso que empieza con voz de mujer tiene que ser bueno, como yo. Vienen a envenenarnos con sus tanguillos. Ay qué alegría de viudas, que no les falte de ná. Primer tango para hacer piña con las compañeras de otros coros, que el tango de las mujeres busca su hueco. En el segundo primera letra al arzobispo de Granada. Ya se casaron, pero de sumisas nada, que la sangre de las sumisas llenan sus misas de funeral. En el popurrí las viuditas quieren que las quieran, como Cádiz. Mejoran en afinación. Mejoran en general.

El Maligno: Empiezan con una declaración de intenciones. Tengo veneno, ¿pá qué? pá ná. Primer tango y primera autodedicatoria. Uy, uy, que la musiquita del cuplé me suena a mí de algo… ¿Los alegres divorciados se llamaban?

La adormidera

San Benigno: Qué cosa más bonita de forillo. Son Morfeo, el dios del sueño. Un grupo joven con buenas voces. Primer pasodoble para defender su lengua, la que nunca se calla y les da su identidad. Su lengua es Andalucía. El siguiente pasodoble para los que llevan a Cádiz en el alma pero en enero le cantan a Sevilla. Habrá quien los defienda hagan lo que hagan, pero que no las llamen callejeras, que es un insulto a su gente. Tienen buena voluntad y no quieren que se eche de menos a Bienvenido. Pero les falta un puntito.

El Maligno: ¿De Morfeo? De piconero a punto de meterse en la cama de toda la vida. Si querían llevarnos al mundo del sueño, pues mira, a veces lo consiguen. En los pasodobles van del juancarlisno al bienvenidismo, y ahí se quedan en el estribillo, o no, o no, o no.

La Mecha

San Benigno: Esta comparsa mixta suena muy bien. La voz femenina es la protagonista. Cuerpazo de artillería defendiendo las Puertas de Tierra. Cádiz es su mecha. El gran José Luis Bustelo introduce con su guitarra y su maestría los pasodobles. Nueva letra para reclamar más respeto entre las propias carnavaleras. El segundo pasodoble se lo dedican a su hija. Literal, una de ellas porta a la suya en sus brazos. Para comérsela, por cierto. Niña Lola, niña gaditana. Hasta la pequeña aplaude y yo por poco lloro. Tiene mucho mérito ser madre y comparsista. Ser padre y cuartetero también, eh… Simpáticos los cuplés, bien rematados. Los dos escritos desde la óptica femenina. Ni Napoleón se les resiste en el popurrí. Ay de aquel que diga que este Carnaval ha perdido su sentido porque algunos hayan llegado vendiendo el humo de algo más nuevo, con lo que esto ha sido. Este batallón está dispuesto a luchar por Cádiz, por el Falla, porque el Carnaval, como no, vuelve a empezar con todos los que se quedan luchando. Guerreras. Guerreros también, pero, sobre todo, guerreras. Ellas no son la voz de la experiencia, pero sí la ilusión de las cosas que comienzan. Pues buen comienzo.

El Maligno: Qué pedazo de presentación. Kiko y Shara habrán pensado volver a juntarse. Hoy ha quedado claro que las mujeres en Carnaval se vuelven malignas, como yo. Si no, no se entiende que haya tanta alusión a sus broncas.

Los bacanales

San Benigno: Bonito tipo. Sátiros (mitológicos), seres de la naturaleza, vividores. En la presentación empastan bien las voces de este coro mixto. En el primer tango dan una lección de cómo caer y levantarse, aunque no canten en finales ni les salgan contratos. El Falla no espera a nadie y ellos siguen para adelante. En el segundo tango le cantan a la mujer gaditana, que se busca en Carnaval el hueco que no le han querido dar. Respecto a los cuplés diré que entablan un diálogo los chicos con las chicas. Y de qué van a hablar, pues de lo que habla la juventud, de las cositas del querer. Popurrí reivindicativo, que la vida son dos días. Les gusta el vino, que no es usurero. Se les han subido las copitas de más a la cabeza y claro, se les suelta la lengua y dicen verdades. Lo cierto es que consiguen animar el cotarro. Y encima tienen la suerte de tener a muchos amigos en el teatro. Eso es que son buena gente.

El Maligno: Qué me gusta un tipo con cuernos. Piano, piano, ¿mande? Demasiado piano en mitad del tango. No se escucha. Se les va un poco la música al final de la pieza. Bueno, y al principio. Esas guitarritas locas. En el segundo tango cantan a las mujeres que se buscan su sitio sin querer ser un florero y miran de reojo a las ninfas. Las pobres que van a hacer, pues aplaudir. Qué dolor de ellas, con lo elegantes que han venido estrenando su traje de piconeras. Los cuplés, ese misterio creativo que tan pocos dominan. Son unos pecadores y lo llevan a gala. Ahí nos entendemos.

Aquí estoy mejón que afuera

San Benigno: Presidiarios por obra y gracia del Tomate. Los pobres lo están pasando chungo, pero viendo cómo está la cosa fuera tampoco se pueden quejar. En el primer pasodoble nombran a varios de los más grandes del Carnaval, revolucionarios que en la posguerra salvaron todos los obstáculos de la dictadura. Y ahora que la expresión es libre en la fiesta no entienden que exista censura por parte del Ayuntamiento. Primera letra para la polémica del Carnaval Chiquito el año pasado. Ya lo dijo el Carota, al Carnaval gaditano nadie le calla la boca. La siguiente copla la usan para darle un repasito al presidente del Gobierno, a Rajoy o al que llegue. Pero ahora le toca a Mariano, que para eso está. Que no utilice la bandera para alardear si hemos ganado un Mundial o una Eurocopa. Hay uno que siempre ha salido con los del Puerto, con los del Puerto II. Purpurina en el barrote, cosa fina de comparsa. Un cuplé para su mujer que no le deja tranquilo ni en la cárcel. El otro para su mala suerte, fíjate tú que compraron dos entradas para ver a Juan Carlos y les ha tocado cantar en el Falla el mismo día. El popurrí con sentimiento carcelero. Divertido.

El Maligno: El tipo de presidiario es pasable. Una libre interpretación del prototipo quinqui, pero en el de los guardias se han gastado poco presupuesto. Se ve que no han vendido papeletas. Iban bien, iban bien, catapúm: con el cuplé hemos topado. Que tampoco estuvieron tan mal, pues no, pero así soy yo, maligno. Dicen que tienen mucha maldad, qué guay. El día de la Comunión en vez de darle la hostia el cura a ellos, ellos se la dieron a él. ¡No no, presos de estas tablas no! Sólo Cádiz les da la libertad. Estaba claro.

Los colaos del paraíso

San Benigno: Alitas, alitas, angelitas. Ya estoy yo en lo mío. Se agradece que una comparsa pise las tablas sin que parezca que está en un funeral. Pasodoble a los ángeles de la guardia de Andalucía. El otro para el Gobierno y la nueva Ley del Aborto. Otra vez el Vaticano y el Partido Popular nos la clavan por el bien de la humanidad. Los cuplés no se les olvidan. Menos mal, si no las descalificarían. En su favor hay que decir que no desafinan. El público que ha esperado hasta el final de la sesión es muy benigno. Me gusta mucho, el público.

El Maligno: Qué tipo más raro, como de diminuto con peluca de Harpo Marx. Cuando chorrean los cirios en la calle hasta los chorros caen con arte. Ahí está. De pluma han llegado a lo justo. De pluma de letras digo, de plumas de alas vienen sobradas. Si había alguna duda los cuplés la han despejado. Acaban el popurrí «con un resacazo del carajo».Y a la misma hora estarán Juan Carlos Aragón y los Carapapas en el pueblo de estas chiquillas liándola. Se lo han perdido. Todo sea por cantarle a Cádiz sus cosillas.

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