Carnaval en la calle

El carrusel beduino se hace cita imprescindible en el Carnaval

Miles de gaditanos salieron ayer a la Avenida Segunda Aguada para escuchar las primeras coplas de este año en la calle

Por  1:30 h.
El carrusel beduino se hace cita imprescindible en el Carnaval

El carrusel de la Segunda Aguada, también conocido como el carrusel beduino, se ha convertido en una cita imprescindible para los grandes aficionados del carnaval de calle. En los últimos años ha ido ganando adeptos y cada vez son más, locales y foráneos, los que adelantan la fiesta a la mañana del sábado y salen a la calle acompañados de un pito de caña y con ganas de disfrutar. Miles de gaditanos se acercaron ayer hasta la avenida Segunda Aguada y Lacave para escuchar los primeros compases de tangos y coplas de Carnaval a pie de calle. Pasadas las 13.30 horas de la tarde, con algo de retraso, comenzaron a andar las primeras bateas y a sonar los primeras notas de bandurrias y guitarras ante un público que amaneció remolón y tardó en llegar.

Sonaban los primeros tangos y todavía había personas, que maleta en mano, buscaban la mejor manera de llegar a casa y ponerse el disfraz. Alrededor de las bateas se concentraban un buen número de ansiosos oyentes, un grupo que contrastaba con los espacios vacíos, pocos usuales, entre coro y coro. La sensación que reinaba es que la crisis había convencido a los visitantes de atrasar su visita al domingo pero afortunadamente solo se trataba de una impresión. La razón de estos huecos se encontraba en el viento de Norte y la temperatura de 15 grados de máxima que alcanzó ayer la ciudad. Para combatir la sensación de frío, un buen número de aficionados se trasladó a la calle Medina Sidonia, que transcurre paralela a la Avenida Segunda Aguada, donde el sol calentaba y se podía escuchar a algunas chirigotas y comparsas cantar sus coplas. Fue el caso de la chirigota de ‘Los Recortaos’ de Kike ‘El Remolino’ que consiguieron agrupar a varios centenares de personas alrededor de las escaleras del Instituto Alberti. Allí desplegaron todo su repertorio, desde la presentación hasta el popurrí, pasando por algún pasodoble que habían compuestos para la Final «pero nos lo hemos comido con patatas», tal y como aseguraron a los presentes.

También se hicieron hueco entre el gentío la comparsa ‘La Knalla’ y varias ilegales que aprovecharon cada esquina para poder cantar con más o menos acierto.

Estribillos repetidos

Mientras tanto, por Segunda Aguada, desde el establecimiento Rossi hasta el bar Manchao, en ambas direcciones desfilaban los coros ‘Los alcaldes de la Caleta’, ‘La guaracha’, ‘Diez años que no chingo y este año de vikingo’ (el coro de Luis Frade), ‘Ve lavándote el culito que voy parriba’, ‘Las auténticas’, ‘La pluma’ y las juveniles ‘La pandilla del ayer’ y ‘Desde el paraíso’. La sorpresa la dieron ‘Guais, plais, mais’ y sobre todo el segundo premio de este año, el coro de Manuel Morera ‘Ustedes estáis fatá’ cuyo estribillo fue uno de los más repetidos.

Entre los aficionados muchas ganas de Carnaval. Algunos de ellos todavía comentaban el fallo del jurado y debatían sobre qué agrupaciones deberían hacer alcanzado el primer premio, mientras que otros optaban por cantar algunas letras de años anteriores. Entre el público no solo había aficionados sino expertos. Vestidos de paisano y camuflados entre los presentes, se encontraban José Luis Ballesteros, ‘El Love’, y el autor del cuarteto ‘Robin del Bosque y los demás de Ubrique’ Ángel Gago, que decidieron pasarse a escuchar algunas letras antes de salir con sus respectivos grupos.

Preparados para la fiesta

En el día de ayer hubo muchas ganas de coplas pero también de pasarlo bien a pesar de la crisis. Los gaditanos agudizaron el ingenio y el desparpajo para desafiar la crisis e intentar ahorrar al máximo no solo a base de bocadillos. Cercana a la plaza San Mateo, algunas familias se llevaron sillas de plástico, mesa y una decena de fiambreras para pasar una larga jornada como si de un domingo de playa se tratara. Otros recurrieron a disfraces de todo tipo de animales para desafiar al frío.

En torno a las tres de la tarde, el ambiente en el carrusel beduino era envidiable. Numerosas familias se acercaron con sus hijos, la gran mayoría disfrazados, para pasar una alegre jornada. No faltaron las cámaras de fotos ni los móviles perdieron detalle de las distintas agrupaciones que salieron ayer a la calle.

A pesar de que a partir de las 18.30 horas, los coros comenzaron a retirarse, centenares de gaditanos y visitantes permanecieron aún en las inmediaciones de la Avenida Segunda Aguada escuchando a algunas agrupaciones ilegales que estaban dispuestos a sacar el máximo partido a la fiesta. El primer sábado de Carnaval confirmó, una vez más, que la fiesta no hecho más que empezar.