Carnaval

El Carnaval se vuelca con el síndrome de Down

La asociación Lejeune, que sufre apuros económicos, consigue 5.500 euros en un festival benéfico que presencian 500 personas

Por  1:23 h.
El Carnaval se vuelca con el síndrome de Down

El Baluarte de la Candelaria ha vivido una noche muy especial. Era la primera vez que el mundo del Carnaval se volcaba de lleno con la Asociación Síndrome de Down de Cádiz Lejeune y la colaboración dio sus frutos. La chirigota «Los Joaquín Pamplina, cantautor de la plaza Mina», segundo premio en su modalidad del concurso oficial del Teatro Falla; ‘Los encantadores de perros’ de Juanlu Cascana; ‘Los Gafas’ de El Love; el coro de Faly Pastrana, ‘La madrugá’, y la comparsa de los hermanos Carapapa y Ángel Subiela, ‘Los muñecos de Cádiz’, subieron a las tablas del Baluarte para dedicar sus popurrís y cuplés a este colectivo que pasa actualmente por graves apuros económicos. Fue una noche benéfica que aunque perseguía un objetivo difícil y delicado, se vivió con alegría y entrega. El evento ha sido impulsado por la asociación Lejeune con la colaboración de Cruz Roja y el Ayuntamiento de Cádiz.

El festival carnavalero abrió las puertas del Baluarte sobre las 20.00 horas de ayer y cerró taquilla pasadas las 21.00 horas para dejar paso a más de 550 personas.

Desde la asociación, la coordinadora de proyectos, Patricia Piñeiro, indicó ayer que la cifra de recaudación se sitúa en los 5.500 euros, cantidad que «va a ser un importante empujón, porque podríamos haber conseguido más público pero se hizo todo con poco tiempo de antelación, así que nos damos por satisfechos y agradecemos mucho la colaboración de todos». La noche la abrió ‘Los Joaquín Pamplina, cantautor de la plaza Mina’ y durante unas tres horas de carnavales se volvieron a recordar las letras más exitosas. La asociación gaditana de Síndrome de Down cuenta con un total de 55 alumnos de todas las edades que participan en varios de los programas que se ofertan como de atención temprana, de logopedia, apoyo escolar o de desarrollo de habilidades sociales.

Además, cuentan con una empresa propia de jardinería que ofrece una posición laboral a muchos de sus alumnos e imparten un curso de Formación Profesional Ocupacional (FPO) sobre viveros. Asimismo, Lejeune colabora con la UCA en cursos de verano y organiza talleres y actividades deportivas. Todo ello podría irse al traste si no consiguen fondos. Esperan apurados las subvenciones que no llegan y se plantean privatizar el centro como una opción ante el cierre definitivo. Por este motivo ahora se ven obligados a organizar programas benéficos para que la ciudadanía pueda echar un cable y contribuya así al reflote de este programa social tan necesario para la ciudad y la Bahía.