Carnaval

El caos y las discusiones protagonizan el regreso de las colas al Teatro Falla

El cambio del sistema de venta de entradas vuelve a desatar los problemas de hace cuatro años, cuando no existía la taquilla virtual

Por  10:56 h.

El caos volvió a reinar ayer en la cola del Falla. Las peleas, la desinformación y la lentitud en las taquillas volvieron a recordar las habituales imágenes de hace cuatro años cuando no existía la taquilla virtual y cuando los reventas se hacían de oro a costa del concurso de agrupaciones. Sin embargo, cuando el problema parecía solucionado y la venta de entradas comenzaba a solventarse con eficacia a través de una división del papel entre internet y las ventanillas del teatro, el Patronato ha vuelto a abrir el debate sobre el proceso.

La indignación entre los aficionados fue la nota dominante durante la jornada de ayer entre los que llevaban más de 24 horas en cola cuando abrieron la taquilla (inaugurada este año por Verónica Barrios) y que quedó recogida en numerosas hojas de reclamaciones interpuestas por los afectados. Un error de los responsables de la venta de localidades causó el primer desencuentro y los primeros gritos de «¡Fuera, fuera!», ya que anunciaron que de los dos tickets que podía comprar cada persona, uno de ellos debía ser siempre para el mismo acompañante. La norma duró tan solo 30 minutos, hasta que se dieron cuenta de que en las bases no se recogía este punto y tuvieron que dar marcha atrás a su decisión, aunque quienes ya se habían ido después de pasar allí una noche entera, ya se habían quedado sin sus codiciados billetes.

Otro de los problemas de la jornada fue la desinformación de muchas de las personas que fueron a comprar su entrada. Una gran parte de la cola pensaba que al ponerse todo el papel en taquilla también volvía a ponerse en marcha el anterior sistema de venta de entradas. Tras 24 horas en la cola y al llegar a la taquilla, muchos de ellos se encontraron con que tenían que entregar el DNI y ser uno de los compradores, y al no poder hacerse con su objetivo, la emprendieron a gritos contra los responsables. «Esto es una vergüenza», aseguraba uno de los afectados.

Más tarde y ante la lentitud del proceso, comenzaron las primeras suspicacias y las peleas que provocaron incluso la intervención de la Policía Local. Un grupo de aficionados comenzó a denunciar que en la taquilla se estaban proporcionando más de dos billetes por persona y varios aficionados se enzarzaron en una discusión que tuvo que resolver la policía. «Me han dado dos billetes más porque he comprado para dos menores», puntualizaba la joven que había sido increpada desde el otro lado de la valla. Mientras tanto, el resto de la cola entonaba los tradicionales cánticos de «¡Fuera, fuera!» y uno más novedoso: «Urdangarín se lo va a llevar», que hacía alusión a las presuntas irregularidades.

No fue hasta bien entrada la tarde cuando la situación comenzó a normalizarse en los alrededores del teatro a pesar de que la cola siguió creciendo hasta contar con mil personas, aproximadamente. La espera se hizo entonces más amena y en vista de que muchos tendrían que pasar allí la noche, comenzaron a llegar todo tipo de comodidades: butacas, sillones, colchones, así como las ya habituales sillas y neveras de playa, en esta ocasión preparadas con termos de caldo y café caliente para soportar el frío de la madrugada.

Por segunda noche consecutiva, el Gran Teatro Falla volvió a contar con numerosa compañía, ya que el horario de apertura de la taquilla llegó solo para cubrir la demanda de quienes habían formado cola hasta las diez de la noche del domingo. Alrededor de medio millar de personas siguieron su habitual calvario hasta las ventanillas, que no llegará a su fin, al menos, hasta el día de hoy. Eso sí, tendrán la esperanza de hacerse con las localidades de las funciones más esperadas, ya que a última hora de ayer aún quedaban disponibles localidades para todas las funciones de la fase clasificatoria.