Carnaval

Dos tipos distintos de morbo

Por  3:19 h.
Dos tipos distintos de morbo

 

Tenía la noche todos los elementos que precisa el incruento circo romano de piedras rojas de la vieja Gades. Graderío a reventar, buena cantidad de nobles y tribunos, pasión a borbotones, gladiadores armados con estribillos e incluso el morbo de ver otra muerte (carnavalesca) en directo, la del coro de Córdoba ‘Los mon amour’. Nada faltaba y aunque los cronistas aseguran que el cartel de la noche no era de los mejores, la electricidad era de las buenas, de las fuertes. Será que la condición de sábado puede más que cualquier etiqueta. El coro del Lamas ya se midió a un Falla abarrotado, tenso de alegría pero generoso en el aplauso. La chirigota gaditana de ‘Los creadores’, con Faly Verdugo al frente, aún lo hizo vibrar más. Integrante de esa alta clase media de calidad que asalta la cerrada secta de favoritos, el público la despidió en pie como premio a un repertorio redondo. Era el aperitivo ideal para la llegada de ‘Los majaras’, con Pedro como cameo permanente y de lujo, sentado durante las interpretaciones para levantarse a aplaudir después. Aportó su voz al principio y al final pero su autoridad en el grupo es tal que basta con su presencia. Por cierto, de nuevo con su cardiólogo entre bambalinas para vigilar posibles incidentes y demostrar que tiene dos enfermedades: la de la comparsa y otra. El cuarteto de Ángel Gago, Peña y Chicho marcó el ecuador de la sesión. Aunque no actuó antes del descanso, tras su histórica intervención se pudo ver al pregonero Julio Pardo, a la alcaldesa Teófila Martínez o al cantaor David Palomar desfilar camino de casa. Para la segunda parte, con menor temperatura hasta que aparecieron los de Tino Tovar, quedó el morbo. El coro fue descalificado tal y como todo el mundo tenía previsto hace seis días y ‘Juana la loca’ se apoderó del Teatro. Esta noche, que vuelve a ser sábado en la práctica, todavía habrá más. Toca veredicto, corte, cuchillos.