Crónica del COAC: Los semifinalistas pegan el estirón

Santander, el Bizcocho, Rendón y Nandi Migules piden paso a gritos

La penúltima sesión de Cuartos del COAC del Carnaval de Cádiz había sido vendido, antes de que comenzara el pase, como una semifinal anticipada. Muchos de los grupos son aspirantes a esa fase y es ahí donde, en muchas ocasiones, se han estancado. Pero en la penúltima sesión se obró el milagro y la mayoría,  no todas, gritaron que como el alumno aventajado querían subir dos escalones y presentaron sus mejores credenciales para la Final. El tiempo y el jurado, dirán.

El primero tanto en abrir la sesión como en poner las cosas difíciles fue el coro de Nandi Migueles. Que suenan bien es una obviedad, pero que son capaces de divertir y enganchar al público no siempre está al alcance de los coros. Y ellos, lo consiguieron.

En chirigotas, el corazón de la sesión se dividió entre el gaditanismo de Manolo Santander y el Bizcocho. No importó, se aplaudieron por igual tanto los sones clásicos de La maldición de la lapa negra como el gamberreo ilustrado del Bizcocho. Porque el carnavalero, cuando de chirigotas se trata, no tiene más patria que la risa. También la arrancó la chirigota de Los que vamos de etiqueta, aunque ya en otra categoría.

En comparsas, Subiela y los suyos alumbraron el camino hacia semifinales con letra, música y repertorio. La agrupación sonó más compacta y vivieron las letras que facturó el Chapa. Claro que, en letras, OBDC no se queda atrás. Germán Rendón ha puesto toda la carne en el asador se queme quien se queme. Los Cuartos se le quedan chicos. A un nivel un poco inferior ha estado la comparsa de Iván Romero. Gustó y las letras y músicas están a buen nivel pero no parece que sea este su año.

Penúltima sesión de Cuartos del COAC 2019 del Carnaval de Cádiz

Coro Ópera Cádiz El coro italiano gaditano de Nandi Migueles volvió a demostrar por qué es uno de los grandes. Las voces no sólo encajan juntas sino, sobre todo, por separado para recrear esa batalla carnavalesco operística donde todos ganamos. El primer tango explotó esas voces para un conmovedor alegato contra el maltrato y las relaciones tóxicas.

Puedes ver el pase de CUARTOS y las FOTOS.

Chirigota infantil Los de la cantera. La agrupación arrancó su actuación con una dura crítica a Canal Sur, personalizada con nombre y apellido en uno de sus trabajadores. El segundo pasodoble, una dura crítica a una madre por la separación de sus padres. Gracioso el popurrí, con distintos golpes y malentendidos bien interpretados.

Comparsa Los luceros El grupo de Subiela presentó cambios en la puesta en escena y funcionaron.  La humildad del farero dio resultado y el grupo sonó más compacto. Los pasodobles, marca Chapa, dieron luz a la política y a la familia. Los cuplés, dignos. El grupo va iluminando su pase a semifinales.

Puede ver aquí la CRÓNICA y la GALERÍA DE FOTOS

Chirigota La maldición de la lapa negra Manolo Santander es el pez más grande del acuario. Pero sólo con carisma no se logra levantar al público. La musiquita, en especial en el pasodoble, estuvo metida al tipo y resaltó las letras, llenas de golpes cuando era el momento, y de pellizco cuando era menester. La letra del primer pasodoble, con los tópicos gaditanos, encendió al respetable.

Puede ver aquí la CRÓNICA y la GALERÍA DE FOTOS

Comparsa Ozbdc El grupo no quiere quedarse en Cuartos como en otro años. El pase a la semifinal se lo toman como algo personal, y para eso han sacado las garras con unas letras que no dejan títere con cabeza. Germán Rendón es así. Los pasodobles a la gentifritcación de Cádiz y a las actitudes de la izquierda que han abierto la puerta a opciones de extrema derecha necesidad. Los cuplés, simpáticos. El popurrí, delicioso y en crescendo.

Puede ver aquí la CRÓNICA y la GALERÍA DE FOTOS

Chirigota Los que vienen de etiqueta La chirigota sorprendió en preliminares por su original tipo. En la sesión eran conscientes de que no eran ni Santander ni el Bizcocho, pero que no estaban en la fase de regalo. Especialmente resaltable la letra del primer pasodoble en el que, haciendo un oxímoron sublime, emplearon las marcas del alcohol para describir la situación de una persona que se vuelve violenta tras abusar de la bebida.

Puede ver aquí la CRÓNICA y la GALERÍA DE FOTOS

Comparsa ¿Te lo cuento o te lo canto?  La ‘cuartetoparsa’ ha perdido su seña de identidad con la ausencia de bsobre las tablas, que hilvanaba a la perfección su repertorio. Queda algo desangelada pese a que sus autores se exprimen la sesera para ofrecer algo nuevo y fresco, reflejado en dos buenos pasodobles. Cuplés en su linea y popurrí agradable sin la fortaleza como para pensar que pueden superar la frontera.

Puede ver aquí la CRÓNICA y la GALERÍA DE FOTOS

Chirigota Los jarabe de palo La fórmula de introducir cambios en el repertorio en la presentación suele ser un acierto. La chirigota del Bizcocho utilizó las armas que ofrece el Concurso para meterse al público en el bolsillo. La pérdida del efecto sorpresa la compensó con unos pasodobles ajuancarlados que hicieron reír y pensar a la vez. El popurrí, con ligeras variaciones, de nuevo muy animado.

Puede ver aquí la CRÓNICA y la GALERÍA DE FOTOS

Comparsa La sagrada familia: El grupo barbateño de Cardoso, con Arturito al cante, mejoraba con respecto a preliminares en la interpretación, más dulce y con tino. Iniciaban con un pasodoble a la fibromialgia, máxima originalidad pues no se recuerdan muchos por Fragela, y en el segundo repasaba a todos los ‘peques’ de los integrantes de la agrupación. Bien hilado para denunciar el abuso a los niños por parte de varios miembros de la Iglesia. Precioso el Hojana de Jesucristo Superstar, entonado con el gusto de una comparsa que nunca sobra en este teatro.

Puede ver aquí la CRÓNICA