Un día de coros en el exterior de la Plaza de Abastos.

CARNAVAL DE CÁDIZ

Conflicto entre hosteleros de la Plaza y chirigotas ilegales por una actuación de carnaval

Algunas ilegales se han quejado del incumplimiento de las condiciones acordadas para cantar y los hosteleros niegan «en rotundo» la versión y recurren a los abogados

Por  19:14 h.

El pasado domingo el carnaval de Cádiz trajo ostiones a la plaza de San Antonio y una polémica al exterior del Mercado Central entre hosteleros y chirigotas ilegales a cuenta de una actuación. Varios establecimientos del entorno de la plaza de la Libertad acordaron con tres chirigotas callejeras varias actuaciones el día de la Ostionada en el exterior de la Plaza para atraer público en una jornada en la que San Antonio sería el foco de atención.

 

Según ambas partes nada transcurrió según lo pactado y comenzó un conflicto que, varios días después y nutrido por las redes sociales, ha adquirido mayor dimensión y aspereza. Algunas ilegales han criticado públicamente a los hosteleros por incumplir con la cuantía de dinero apalabrada. Los hosteleros, por su parte, niegan rotundamente esa versión y lamentan «las acusaciones injustas e injustificadas» que han recibido de algunos componentes de una de las ilegales y han puesto el asunto en manos de los abogados de HORECA.

 

Los hosteleros afirman que lo que han dicho de ellos «algunos miembros de una agrupación no es como lo han contado» y rechazan los «insultos» que están recibiendo en redes sociales. «Nosotros apalabramos con tres chirigotas callejeras que vinieran el domingo de la Ostionada a cantar, cada una de ellas, a cinco bares de la plaza de la Libertad de 3 a 6 de la tarde», detallan los hosteleros. Según su relato, una agrupación llegó puntual y las otras dos tarde de manera que las actuaciones comenzaron unos 45 minutos después de lo acordado. Asimismo, apuntan que las agrupaciones no cumplieron con el número de actuaciones pactadas.

 

Según ellos, cada una tenía que cantar en los cinco puntos establecidos y sólo lo hicieron en algunos. Por este motivo, cuando concluyeron los pases, a las seis de la tarde, los hosteleros coincidieron en que las agrupaciones no habían cumplido ni con el tiempo de actuación previsto ni con el número de pases. «No se había cumplido con lo apalabrado y decidimos que en vez de pagar los 200 euros acordados a cada agrupación le pagaríamos cien». «Cuando cobras por un servicio tienes que prestarlo, tienes que cumplir», añaden.

 

A todo ello, los hosteleros añaden faltas de respeto por parte de una de las agrupaciones, insultos y una retahíla de expresiones «degradantes» que afectan «no sólo a la imagen del carnaval de Cádiz sino también a la de los bares de los cuales dependen cerca de una treintena de familias».

 

Finalmente, tras hablarlo con las chirigotas, los hosteleros pagaron 150 euros a dos de las tres agrupaciones «porque la tercera se negó a aceptar 50 euros más». «No quisieron coger los 150 euros, sólo 100, y encima luego nos trataron como a delincuentes», asegura.

 

Según la versión de las agrupaciones, lo acordado era cantar en tres puntos, en vez de en cinco, lo que han interpretado como una «estrategia» de los hosteleros -a los que han llamado «rateros», entre otras palabras más gruesas- para «atraernos hasta allí con falsos acuerdos de honorarios mayores».

 

El recorrido de este desencuentro ha ido creciendo por días y las agrupaciones han hecho «un llamamiento a todas las callejeras para que sepan el trato que recibirán si aceptan contratos de estos establecimientos. Os pagarán menos haciéndoos creer que no habéis hecho el trabajo acordado, cuando la realidad es que no os quieren pagar porque no han hecho la caja que esperaban», han apuntado.

 

Los hosteleros del exterior del Mercado se han querido desmarcar de estas declaraciones y esas prácticas aseverando que «es injusto que nos metan a todos en el mismo saco», sacando a relucir que invierten en todas las fiestas del año (carnaval, navidad, etc) para contribuir «a la buena imagen de Cádiz». Asimismo, los responsables de los bares suman a la polémica el tono «chabacano» y la «falta de respeto» de algunos miembros de una de las agrupaciones «cuando en ningún momento hemos querido buscar culpables sino solucionarlo hablando y con educación».

 

El problema ha tomado mayor dimensión al verse reflejado -y alimentado- en las redes sociales, donde otras ilegales se han solidarizado con las agrupaciones denunciando que otros hosteleros les deben dinero de otro años. En paralelo han circulado acusaciones «e insultos» hacia los empresarios de los establecimientos que han decidido poner el asunto en manos de los abogados de Horeca para, llegado el caso, «tomar las medidas que correspondan» contra una de las agrupaciones.