
El ambiente de anoche en el Falla fue distinto al de las dos sesiones anteriores. Menos público, pero más gamberro, más en la línea de las agrupaciones que actuaban ayer. Eso sí, de entre todo el patio de butacas destacaban dos caras. Las dos más sonrientes, las dos más perplejas, las de Takashi Yoshioka y su esposa. Llegaron el sábado a Cádiz, y por casualidad, siguiendo una de las líneas turísticas del suelo, llegaron al Falla, y sin saber muy bien a que se debía el ambiente de los alrededores, se compraron una entrada para la sesión de anoche. No se enteraron de nada -su español es nulo-, pero disfrutaron de lo lindo con el colorido y la musicalidad de los grupos. Solo tenían buenas palabras para lo que estaban viendo. «Fantástico, una gran sorpresa», de hecho, no tenían ni idea de la existencia del Concurso. Si la asistencia de público descendió por razones obvias (víspera de jornada laboral y escolar), la de los alcaldes de la provincia mantuvo el listón alto. En dos días, han pasado por el Teatro Falla los regidores de Rota y El Puerto de Santa María, entre otros. Ayer, la concejala de Puerto Real Ana Mosquera y el alcalde de San Fernando Manuel María de Bernardo. Pese a la visita municipal, el gran palco presidencial se contagió de la tendencia lógica del resto del Teatro Falla. Los domingos desciende el ambiente de forma brusca. Queda en reposo. Sube poco a poco para, a partir del viernes, llenarse con los que prefieren acudir en la víspera de un día sin despertador.