La segunda sesión de preliminares del Concurso del Carnaval de Cádiz fue de más a menos. Si bien empezó más o menos bien con la comparsa de Granada y luego dio un gigantesco salto de calidad con el cuarteto de Gago y la chirigota de Choza. Después fue perdiendo fuelle hasta terminar con las que, según la clasificación de LA VOZ, han sido las peores agrupaciones en pisar el escenario.
Gago demostró que este año, como siempre, viene a por todas con su Vida y obra de Juan Carlos I, Bajo D:. De nuevo, exprimió lo local con la rima afilada y la capacidad interpretativa de sus componentes. Choza, con su No te gusta na… José, se metió al público, y a la prensa, en el bolsillo con su tipo malajoso que, en el fondo, tiene su gracia.
La comparsa ‘El alcalde’ llegaba desde Granada y no dejó mal sabor de boca. De mala follá nada, sencillez y buen gusto que, sin grande florituras, dejó la sesión caliente para el resto. Su tono sonaba a agrupación antigua y el mensaje, un poquito a la izquierda, se ganó al público.
Vida y obra de Juan Carlos I, Bajo D:
Sensacional parodia en la que presentan a los personajes. Las obra de reforma de un piso, nada puede ser más mundano, inspira a estos cuarteteros que hacen de la cotidianidad un arte. Cuplés cortitos y al pie, muy gaditanos (tremendo lo de la murallita). Apuestan de nuevo por un popurrí. Hay años que enganchan, y este parece ser el de Gago, Moreno y Cossi, que entre carcajada y carcajada mantenían esa risa gamberra, a la espera del golpe. Mucho recorrido en este Carnaval de Cádiz.
La chirigota del Choza viene de saborío. Quizás el tipo no es su fuerte, y es que es difícil enganchar siendo un malaje. Pero viene con humildad y se agradece, pues no es fácil recoger cable y reconocer errores. Pasodobles en su línea, cuplés graciosos y popurrí dinámica. Buena cuarteta la del gimnasio. Cuartos le espera a falta de conocer el nivel del Concurso.
La comparsa de El Puerto apostó por la sencillez en lo musical y por el llirismo en las letras, lo que hizo que no siempre fuera fácil seguir el mensaje. Defensa de Andalucía y sabor clásico. Dejaron un agradable pasodoble de toques flamencos para alabar a Palomar.
La agrupación fue la sorpresa de la sesión por su tipo de dinosaurio, uno de los más peculiares de los últimos años. El pase estuvo cuajado de golpes, pero lo mejor fue que estuvieron muy al tipo, con constantes bailes y juegos dinosáuricos.
Con la comparsa de Sevilla llegó la confusión. Las letras no terminaron de entenderse ni por la forma de cantar ni, sobre todo, por lo enrevesado de las letras. No será de las más recordadas de este año.
La comparsa de Isla Cristina tuvo problemas de afinación desde el primer momento. Su mensaje estuvo por encima tanto de las letras como de la interpretación. Buenas intenciones pero le faltó un poco más.