Alegre, vitalista, soñador, agradecido, rebelde, pícaro, cómico, dramático….y así todo un abanico de adjetivos que definen cada una de las aristas que componen al personaje de la comparsa que Tino Tovar ha presentado al COAC 2020.
Si el repertorio de la comparsa Oh Capitán, my capitán está lleno de metáforas que habrá que ir descifrando en cada uno de los pases, éstas también están simbolizadas en el tipo y en la puesta en escena elaborada por Ras Artesanos y ejecutado por artesanos como María Jesús Bernal, Berta Miró o Pinceladas. Una obra llena de simbolismo que vamos a intentar desgranar con las explicaciones de Ricardo y Antonio, de la empresa Ras Artesanos.
¿Quién es el Capitán?
El Capitán que representa Tino Tovar tiene en el Capitán Spaventa a su referente, aunque es evidente que simboliza, en esencia, a cada uno de los poetas que forman parte del particular Club de los poetas muertos del Carnaval de Cádiz. Muchos de ellos están escondidos no sólo en el tipo sino en diferentes partes de la escenografía.
El gorro es uno de los elementos que más secretos esconde de este Capitán. Elaborado a partir del corazón de cada uno de estos poetas, que explota en forma de matasuegras y que da vida a un sinfín de letras representadas en los pergaminos que lo rematan. Aquí podemos leer algunas de las letras escritas por estos poetas.
El tipo recoge también la tragedia y la comedia, siempre presentes en los repertorios del Carnaval de Cádiz. No es casualidad que estén situadas a la altura de las rodillas, ya que es una manera de rendirles pleitesía. Una de las curiosidades es que la figura de la comedia se parece intencionadamente a la del propio autor.
Un antifaz que cubre la zona del pecho y la espalda para mostrar la máscara del poeta, la manera de ocultar las penas y una gola cervantina como símbolo de los poetas.
Tampoco es casualidad que la capa sea corta y no larga, ya que se utiliza para representar la desvergüenza y la picaresca que identifican a este personaje con el Carnaval de Cádiz. Un personaje vitalista que los artesanos han querido representar en forma de cascabeles en diferentes partes del tipo que van de los pies a la cabeza.
Las cortinas del Falla tienen también su sitio en su propio cuerpo, en el propio terciopelo de su vestuario, ya que forma parte de la piel de estos poetas. Su casa, una forma de vida.
Y para rematar el tipo, estos capitanes llevan un cetro con el que ahuyentan los malos espíritus, la envidia y el veneno. Precisamente, son las figuras de Juan Carlos Aragón, por un lado, y de Manolo Santander, por el otro, las que se reflejan en este bastón.
Y para completar este juego de simbolismos, está la puesta en escena. Un decorado minimalista pero con numerosas de alusiones y mucho contenido. Desde el Arco del Triunfo que simboliza la victoria del Carnaval y sus cuatro modalidades, pasando por sus grandes Dioses, la musicalidad representada en forma de caja y bombo o las callejeras, que toman vida en forma de plumero y martillo.
Tanto en este arco como en los dos obeliscos que apuntan al cielo pueden encontrarse placas conmemorativas en recuerdo de todos aquellos poetas y personas vinculadas a la fiesta que ya no están. Además de autores como Enrique Villegas, Paco Alba, Pedro Romero, Juan Carlos Aragón, Manolo Santander, Eduardo Delgado, El Chimenea o Fletilla, también hay componentes como El Catalán Chico, Pepón o Carota, postulantes como El Pucherito e incluso referentes de la tramoya del Falla como el padre de Miguel Ángel Fuertes o Paco de la Vega, entre otros.
VÍDEO: La comparsa de Tino Tovar se estrena en el COAC 2020