'Daddy Cádi' canta a las puertas del Falla en la final del COAC 2019.

Carnaval de Cádiz

Carnaval de Cádiz: ¡Qué noche la de aquel año!

Las chirigotas de los Molina, Bizcocho, la del Cascana, los Daddy y los impacientes saborearon la gloria con sus agrupaciones, a medio camino entre pelotazo y cajonazo

Por  7:00 h.

El último lustro carnavalero ha provocado un auténtico revuelo en el mundo de la chirigota. Cada año se ha disfrutado de una agrupación sorprendente que de manera inesperada se ha convertido en la revelación del Concurso y que ha apretado la competencia en la modalidad de chirigotas. Las cinco comparten que, siendo las más queridas ese año por el público, no han ganado el primer premio. Les falta incluso una acepción, un ‘-azo’ que se maneje entre el pelotazo y el cajonazo y que tiene características de ambas denominaciones.

 

La chirigota de los Molina, del Bizcocho, la del Cascana, Los Daddy y los impacientes. Dieron fuerte durante el COAC y vivieron un año mágico. Comparten experiencias, son historias muy similares. ¿Como recuerdan aquellos días mágicos? ¿Se lo esperaban? ¿Por qué suele ser efímero? ¿Y a qué se debe que nunca consigan el primer premio?

 

Curiosamente, que no casualmente, sólo ocurre en la chirigota. Las finales de comparsa suelen ser mucho más repetidas, y qué decir de cuartetos y coros. Los protagonistas lo identifican con el propio concepto del humor, que es el más imprevisible. Una buena idea pude catapultar un repertorio corriente a la gloria, igual que una mala arruina la mejor agrupación. Aceptan los premios aunque no sean los primeros, y a su vez lamentan que molesten de un año para otro (el effecto clinex, de usar y tirar). Saben que meses después los mismos que le elevaron a las nubes estarán con la escopeta cargada para bajarles los humos, así que el esfuerzo debe ser el doble a veces para conseguir la mitad.

 

 

Lolo Benítez Molina, ‘Los sereníssimos’: “Los que antes de aplauden luego te esperan a punta de pistola”

 

160205_Carnaval de Cadiz Final de Falla, chirigota Los Serenisimos_Victor López

 

Los Molina, la chirigota de Chiclana, llevaba tres años deleitando al personal con su propuesta clásica, añeja, gaditana, al puro 3×4. Un pasodoble como estandarte y mucha guasa en su repertorio. ‘Enemigos íntimos’, ‘Vamos tirando’, ‘Los estorninos coloraos’… iba ‘in crescendo’ y pegó el ‘zapatazo’ con ‘Los sereníssimos’. Para muchos, la mejor chirigota de ese Concurso (2016). Se colaron en la Gran Final por  la vía rápida, sin haber tocado antes las semifinales. “Lo recuerdo con mucha nostalgia, alegría pero también tristeza por no disfrutarlo como deberíamos. En esos momentos estás en una burbuja, no éramos conscientes y temes defraudar. Ahora, con mejor perspectiva, nos damos cuenta de lo que hicimos”.

 

No fue casualidad. “Ese año varios componentes teníamos a nuestras mujeres para parir en la fecha de los ensayos. Nos reunimos y dijimos que si salíamos, lo haríamos en serio, con más trabajo y más ensayo. Fue muy ‘currado’, aunque no esperábamos la final, las expectativas eran más bajas. En cambio, sí pensamos que merecíamos más con ‘Pa religión, la mía’ y ‘Los morosos'”.

 

Molina entiende que “en las comparsas el escalón es más grande entre las punteras y las demás. En chirigotas hay mucha calidad, vienen grupos de fuera que hacen reír y el público los lleva en volandas. Se premia a veces más una cuarteta más tonta que un repertorio en condiciones”. Luego lo difícil es confirmarse. “Ese era el sufrimiento que teníamos el año siguiente. Nos rondaba si sería flor de un día, y por eso nos esforzamos tanto. También veo que los que antes te elevaron ahora te miran con recelo, esperando a punta de pistola. Creo que nosotros nos hemos consolidado”.

 

Antonio Álvarez Bizcocho, ‘No te vayas todavía’: “Me cambió la vida”

 

24022017_Chirigota No te vaya todavia Final de Falla_Victor López

La chirigota de Manué (‘No te vayas todavía’) pegó fuerte. Muy, muy fuerte. Al igual que ‘Daddy Cádiz’ o ‘Los impacientes’, parte de una idea genial y arriesgada que permite un mayor desarrollo. Tiene esa frescura de lo nuevo. La ‘triste’ puesta en escena, velando a un muerto en un funeral, provoca este choque entre la gracia y el drama, el humor negro. La sorpresa fue morrocotuda, también para ellos que tuvieron que meter el repertorio cada día porque nadie se esperaba ese progreso. “Lo recuerdo de pasármelo muy bien, disfrutar mucho y conocer gente. En lo sentimental nos marcó y nos cambió la vida a muchos, sobre todo a mí. Fue el mejor año de mi vida, tengo los recuerdos muy presentes, como un sueño“, reflexiona su autor, Antonio Álvarez ‘Bizcocho’.

 

Fue un Concurso diferente para ellos. Arrastraban varios palos a sus espaldas. Chirigotas que siempre enganchaban por detalles pero rara vez pasaban a cuartos. Así que tomaron una determinación antes de su llegada al Falla. “Sólo pensábamos en pasárnoslo bien, y era una buena fórmula. Fue un año con menos tensión y menos ensayo. Siempre decimos; ‘Esto, o primero o último, pero siempre más cerca del último”.

 

Bizcocho confiesa que ha experimentado una transformación desde sus primeros años hasta ahora. “Al principio me llevé muchas desilusiones y aprendí de lo que hice mal. A partir del muerto empezamos a tomar esto de otra manera. El año de los negros (‘No te quemes todavía’) esperábamos más por la reacción de la gente. Íbamos montados en una ola y no sabíamos que nos iban a bajar. Pero yo tenía aprendido que cualquier cosa te podía pasar”. Y cómo se pasa de ser una chirigota modesta a tocar el cielo. “La risa no tiene rival, siempre gana. Y se destaca es sonado. Llena más que el drama o temas serios, o polifonías. En comparsas alguna vez se percibe aire fresco, pero son modalidades diferentes”.

 

“Los éxitos son efímeros porque hay muchas chirigotas que hacen las cosas bien. Cantan a tono, buenas ideas, pero a veces te equivocas con el tipo. Son efímeros porque son grupos nuevos que van aprendiendo de sus errores. El año que de verdad aciertan cuentan con el factor sorpresa, que en la comedia es fundamental. Por eso es difícil que las grandes den un pelotazo gordo, porque se le exige más. El que viene de nuevas tiene el factor sorpresa que ya luego lo pierde”.

 

Y al final ganan los mismos. “Los jurados tienden a empatizar con los grupos que tienen cierta trayectoria, no se deja llevar tanto por el factor sorpresa e intenta ser más objetivo. Y otras veces también es por falta de valentía; son conscientes de la calidad de algo pero no se atreve. Pero la mayoría es por empatía con los grupos consolidados, como el resto de aficionados. A mí por ejemplo me encanta el Selu”.

 

Jesús Selma ‘Melli’, ‘Cai de mi arma’: “Una semana antes del Falla lo veía todo negativo”

 

Chirigota ‘Cai de mi arma’ (7,20).

La chirigota de Juanlu Cascana está plenamente consolidada en el Concurso. No obstante, arrastraba años en los que se quedaba más en el descaro y la ‘sinvergonzonería’ más que en un buen repertorio. Este 2018 contaban en la autoría con el portuense Jesús Selma ‘Melli’, que repitió el último curso con ‘Aquí estamos de paso’.

 

“Recuerdo que fue sin duda mi mejor carnaval. Era el segundo año que salía con Juanlu Cascana, ya que el año anterior salí con las Frida Kahlo, que es donde tuve el primer contacto con su Chirigota, haciendo gran parte del repertorio en 11 días. Con esa no pasamos ni a cuartos y me quedé con la espinita, por eso decidí sacar desde cero la de ‘Cai de Miarma’ con mi autoría. Fue un año apoteósico, la chirigota sensación de ese año, así que ya te puedes imaginar”, recuerda Jesús.

 

¿Se esperaban ese pelotazo? “Sinceramente, mientras llevaba letra, iba viendo que a la gente le gustaba, pero luego una semana antes del Falla lo veía todo negativo, algo también normal pues tenemos muy trillado el repertorio.
Después de preliminares nos dimos cuenta de lo que teníamos entre manos”.

 

En esta modalidad hay más sorpresas porque “aunque las comparsas suelen tener más seguidores por regla general, las chirigotas son la verdadera esencia de lo considerado Carnaval. Ya sabes: cachondeo, diversión y mucha guasa. Todo eso se funde en un caldo de cultivo que crea cierta expectación en el público de todas las edades y va amasando una pelota que cada pase se hace más grande. Lo mismo que nos pasó con ‘Cai de Miarma’ o con ‘Aquí estamos de paso'”. Esta última agrupación cree que mereció más.

 

Con respecto a tantos vaivenes, “pienso que se deben a que la gente cada vez es más exigente con las chirigotas y los autores buscamos la máxima frescura para obtener ese éxito. Que dura tres años, pues buenos son. Lo mismo se acostumbra la gente a esa frescura en ti y consigues que el éxito efímero se convierta en un éxito más permanente, que, al fin y al cabo, es lo que suele buscar cada autor y cada grupo”.

 

 

Pablo de la Prida, ‘Daddy Cádiz’: “Disfrutamos con la idea desde el primer momento”

 

Desde el primer instante, nada más abrir telón, ‘Los Daddy Cadiz’ (2019) conectaron con el público del Falla (y el que estaba frente al televisor) de una manera desconocida. Mientras que el resto de pelotazos fue creciendo con el Concurso, ellos ya ganaron sin siquiera ponerse a cantar. La idea, moderna, fresca, diferente, joven, les puso en órbita. Luego le unieron la música de José Mari Barranco ‘El Lacio’ y la espontaneidad de estos sevillanos que ya llevaban una década gustando y mucho al carnavalero (clasificaron para semifinales con los toreros).

 

“Fue un año muy bonito desde primera hora, desde que empezamos a montar la chirigota con la primera idea. Interpretación, escenario… lo disfrutamos muchísimo, fue una idea que cayó de pie para nosotros también”, reconoce Pablo de la Prida, uno de sus autores. “No suelo esperar nada porque esto es muy incierto. Hay veces que pensamos que iba a ser un fracaso y luego gustó, y viceversa. En los ensayos las reacciones eran muy positivas. Un año distinto, en el que entró ‘El lacio’ como músico, y nunca habíamos tenido una música tan buena”.

 

Hacen la chirigota, “para divertirnos y por la buena reacción de la gente”, sin más objetivos. “No creo que sea éxito efímero, hay años mejores y otros regulares. Hay veces que uno acierta desde primera hora y todo viene rodado. Yo siempre me lo he pasado bien, creando la chirigota y en los carnavales”, comenta el hispalense. Cree que la chirigota “es una modalidad muy distinta. Si funciona el humor y te ríes es más fácil que enganche y hablen de ella. Queda más en la memoria de la afición. Las comparsas son muy difíciles”. Y cuenta ejemplos de sorpresas que se llevaron el primer premio en sus primeras apariciones. “Yo recuerdo a  Guadalupe que la primera vez que entró en la Final ganó, o el cuarteto del ‘Bojita’. Cuando no se gana es porque hay otra u otras que están mejor, no hay otra”.

 

 

Antoñito, ‘No aguantamos más… vamos de impacientes’: “Al año siguiente te exigen como mínimo el mismo nivel”

 

Antoñito, de la chirigota de Puerto Real ‘No aguantamos… vamos de impacientes”.

 

La chirigota de Los impacientes ha vivido una experiencia singular. Después de triunfar en el Concurso, de saborear su mejor año, a las dos semanas la pandemia se descontrolaba y obligaba al confinamiento. Así que de poder actuar en rincones de toda España se han quedado ‘con la cara partía’. “Lo poco que vivimos te pone una sonrisa en la cara. Mucha alegría, sentimiento, emoción… uno se queda con lo positivo, que fue el Concurso para disfrutarlo y dos semanas de calle con el cariño de la afición”.

 

Tenían una losa, y es que en 2019 ya pegaron fuerte. “Veníamos con el peso de ‘Si yo dijera lo que pienso’, que gustó muchísimo con una idea original. Teníamos la misión de igualarlo. Sabíamos que llevábamos una gran chirigota, muy trabajada. Nos encantaba, pero no éramos conscientes de que iba a gustar tanto”.

 

Los puertorrealeños saben que en la chirigota lo difícil no es llegar, sino mantenerse. “El hacer reír es complicado, y cuando pegas un pelotazo dejas un nivel muy alto, y la gente al año siguiente te exige como mínimo ese nivel. Y a veces no se puede. Recuerdo a Vera Luque y Sheriff que venían de un primer y segundo premio y al año siguiente no pasaron de cuartos. Le pasó a Bizcocho, a Bocu…. es la exigencia del humor. Y parece además que a algunos les molesta y están con la escopeta cargada para bajarte los humos. También es cierto que se puede bajar el nivel porque hay muchos contratos y falta tiempo para escribir y ensayar. Hay muchos factores”.

 

¿Y por qué no ganan? “Hay autores que cuando vienen bien son el primero de manera indiscutida. Y los otros no”.