El Carnaval de Cádiz, como sucede con otras tantas, es un arte que aparece en otras artes. Así, no es extraño encontrar referencias a la fiesta por excelencia de Cádiz en el cine y, sobre todo en la literatura. Cierto es que la mayor parte de las referencias que se encuentran en la pantalla y en el libro sobre el carnaval carecen del elemento de ficción y suelen ser traslaciones más o menos periodísticas de lo que es la fiesta así. Pero hay algunas excepciones que han tratado el Carnaval de Cádiz como un escenario en torno al cual se va desarrollando una trama, ya sea una historia de amor o un asesinato que hay que resolver. A veces son los autores de las coplas del COAC quienes cogen la pluma y otra, son los objetos de las páginas. En este reportaje proponemos un acercamiento por algunos de los títulos más significativos del Carnaval de Cádiz.
Carnaval de Cádiz antes del Carnaval de Cádiz
En la literatura, son numerosos los autores que se han atrevido a retratar el mundo el Carnaval de Cádiz. Pero vamos a dar un pequeño salto y a comprobar si existía, en la literatura, Carnaval antes del Carnaval. Autores clásicos como Estrabón y, sobre todo, Marcial y Juvenal, nos ponen sobre la pista de las ‘puellae gaditanae’ (las niñas gaditanas), una suerte de bailarinas que acompañaban sus danzas y el tañer de pequeños instrumentos con canciones de carácter satirón juguetón. Juegos del destino, las otras Niñas de Cádiz (el grupo formado por las hermanas López Segovia y Teresa Quintero) sacó una ilegal con el mismo nombre. Decir que lo que hacían nuestras paisanas en el siglo I era Carnaval es aventurado, pero siempre se puede emplear como argumento en una discusión sobre la fiesta.
En un sentido parecido, están las canciones tradicionales del patrimonio oral gaditano. La catedrática Virtudes Atero en su exhaustivo ‘Cancionero Gaditano’, refleja cómo el carnaval (al igual que el flamenco y las canciones navideñas) es una manifestación del gusto por las composiciones lúdicas en esta tierra. El cancionero de Atero recoge que la mayor parte de las composiciones son de amor y pícaras, con unos remates y picardías que recuerdan en parte a lo que fueron los cuplés que pueden escucharse en una sesión del Falla o en la calle. Una de las composiciones, orales, que recoge, dice así: «Marco se casó en Segovia / era tuerto y jorobado, / cómo sería la novia / que Marco fue el engañado». Incluso alguno nos puede recordar a un cuplé del gran Juan Carlos Aragón «Si tu madre no me quiere / porque no tengo trabajo / que le pregunte a su hija / cuando la tengo debajo».
Juan Carlos Aragón, un género en sí mismo

El pasodoble interminable
Pero ya centrándonos en el Carnaval de Cádiz tal y como lo conocemos, vemos que hay decenas de libros que han tratado de explicarlo o que se han centrado en algún autor o temática en completa. Haciendo lo que se conoce ahora como un ‘disclaimer’ (el clásico «no enfadarse» del principio de una presentación o la cuarteta de disculpa del final de un popurrí faltón) reconocemos desde el inicio que la relación es incompleta y parcial, y que mucha obras no podrán aparecer por falta de espacio y por la falta de pericia del periodista.
Empecemos fuerte. Uno de los hitos recientes en cuanto a la relación entre literatura y Carnaval ha sido la figura de Juan Carlos Aragón. El trístemente fallecido autor dejó cinco libros: ‘El pasodoble interminable’ (2017), ‘Los últimos versos del Capitán Veneno’ (2015), ‘El carnaval sin nombre’ (2012), ‘El carnaval sin apellidos’ (2010) y ‘La risa que me escondes’ (2010). En ‘El pasodoble interminable’ se alcanza uno de los momentos de más unidad entre lo que es una novela y lo que es hablar de Carnaval, ya que se relata, como si de una aventura se tratara, el proceso creativo que conlleva una agrupación hasta que llega al Falla. Con un estilo sincero y gamberro, hace del mundo del Carnaval, a la vez, escenario y protagonista. Junto con esta novela, ‘El carnaval sin nombre (ni mayor el arte ni selecta la chusma)’ y ‘El carnaval sin apellidos’ son dos ensayos en los que, con dos años de diferencia, ajusta cuentas, expía culpas y matiza circunstancias del mundo del Carnaval. Y deja un sinfín de pistas sobre ese cosmos creativo que es Juan Carlos Aragón.

El asesino de comparsistas
También se llevó a la novela el Carnaval de Cádiz en la obra ‘El asesino de comparsistas’, un libro que, en rigor, son tres. La trilogía arrancó en 2014 y se cerró en 2017. Su autor es el isleño Fernando Macías, que afirmó que hizo la novelas «que me hubiera gustado leer». Que nadie espere encontrar un género menor porque se hable de Carnaval. El Carnaval es el escenario de una aventura negra en toda regla. No ha sido el único acercamiento de este género al mundo del carnaval. Paco Sánchez Sampalo publicó en 2016 ‘La maldición de los duros antiguos’, en el que un periodista es protagonista en una suerte de misterios legados al Carnaval. Y David Monthiel publicó un año más tarde ‘Carne de Carnaval’, en la que el aparente suicidio de un talentoso guitarrista de una comparsa ofrece al buscavidas gaditano Rafael Bechiarelli la posibilidad de ganarse unos euros.

Historia general del Carnaval de Cádiz, de David Monthiel
Y es que de Carnaval sabe, y mucho, David Monthiel, que publicará el 26 de febrero la obra ‘Historia general del Carnaval. De las viejas ricas a Juan Carlos Aragón’. Y a la hora de hablar de historia del Carnaval es obligado hacer referencia a ‘El Carnaval secuestrado’, de Alberto Ramos, en el que vuelve su mirada a los problemas del Carnaval de Cádiz, y del Carnaval en general, con la censura.
Cuentos, poemas y novelas juveniles
Cambiando completamente de tono, de Fernando Macías también es el libro ‘Yo me enamoré de ti por culpa de los carnavales’ (2016), en el que la música y el Carnaval son los elementos que ligan una historia de amor entre dos jóvenes, y ‘Loquito por verte a mi vera’ (2018), con una temática similar. Ambos funcionan como dos novelas juveniles de buena factura.
Una de las cosas que más llama la atención a la hora de acercarse a la relación entre literatura y Carnaval es la gran cantidad de géneros desde los que se ha abordado esta temática. Porque a los ya vistos casos de novela juvenil y negra se unen referencias desde el poemario, el microrrelato, la narrativa tradicional, la divulgación o, incluso, la literatura infantil. O, para no abandonar del todo a Fernando Macías, los microcuentos, que fueron los protagonistas de su libro ‘Microcádiz: Microcuentos a Cádiz y su Carnaval’, publicado en 2017 y que firma junto a Cristina Gómez del Amo.
En cuanto a poemarios hay que subrayar ‘Eterno febrero’ (2020) de Lidia Villalobos, donde conviven 28 poemas –uno por cada día de este mes– que son una declaración de amor a Cádiz y a su fiesta grande. El prólogo de la obra corrió a cargo de un ilustre de la fiesta como David Márquez Mateos ‘Carapapa’. No es el único acercamiento al Carnaval en verso. Un año antes, Elena Merino Rivera publicó ‘Los poemas de la mujer carníval’, que no sólo se acerca al Carnaval de Cádiz desde la poesía, sino que lo hace desde la perspectiva de quien no es de la Tacita y lo vive desde lejos.
En lo referente al cuento, hay que hacer referencia obligada al desaparecido autor Ventura Pazos y sus ‘Cuentos de Carnaval’ (1992). El cuento le sirve para que seis personajes vivan distintas aventuras en la noche grande del Carnaval de Cádiz. Fue uno de los pioneros en esta relación de amor de las letras y el propio carnaval.
Biografías del Carnaval de Cádiz

El corazón del ángel
Uno de los estilos más tratados en la literatura de Carnaval ha sido el de la biografía. La relación, en especial en los últimos años, es amplísima. De las últimas obras en ver la luz ha sido ‘El corazón del ángel’, un libro sobre Ángel Subiela escrito por la que es una de las mejores plumas de Cádiz, Miguel Ángel García Argüez (autor también de una de las chirigotas ilegales más gamberras de la calle y de una de las comparsas más finas del Concurso). Del mismo autor es el libro ‘Doce pájaros sobre el alambre’ (2018), en el que descompone y explica alguna de las letras de las comparsas que, hasta entonces, había llevado al Falla con el grupo de Subiela. Eso es, Los Doce, Los Equilibristas y Los Prisioneros.
El Chapa, como hemos visto, no es el único autor de Carnaval se ha animado a escribir sobre la fiesta. A Antonio Rivas (autor durante muchos febreros de los coros de Julio Pardo) le debemos ‘Del Falla a La Caleta’ (2017), una novela en la que la trama de ficción va desgranando un mundo carnavalesco que disfruta explicándose a sí mismo. También tiene su libro Javier Osuna, el que fuera autor de la polémica -e hilarante- ‘Los tontos de capirote’. En 2018 publicó ‘Al habla con el Moreno y Chatín: puntas y puntales de Paco Alba (1928-2018’, en la que publica un estudio sobre el Carnaval gracias a las conversaciones con estos dos iconos de la fiesta.
No pensemos, por lo que llevamos de reportaje, que es algo relativamente novedoso esto de que los autores reflexionen sobre el propio Carnaval negro sobre blanco. En 1956 vio la luz el ‘Anecdotario del Carnaval gaditano’, del antifaz de oro Agustín González Chimenea.

El carnaval con mayúsculas
Volviendo al género de la biografía, también del pasado año es el libro ‘Juan Carlos Aragón: El carnaval con mayúsculas’ una aproximación al autor desde su punto de vista personal y como creador de Jaime Cedillo. Y aunque se ha quedado un poco antiguo por las últimas creaciones y sus últimos retos, no deja de ser interesante el libro ‘Entre lo divino y lo humano’ (2012), en el que José Manuel Caballero pone el foco en la figura de Antonio Martínez Ares.
Que no se nos olviden
Como decíamos antes, podría hacerse un reportaje sólo con la cantidad de géneros desde los que se ha abordado el Carnaval de Cádiz. Incluso hay un libro centrado en las retransmisiones del Concurso del Falla. Se publicó en 2018 y lleva el prístino título de ‘La Final del Falla: Un estudio sobre la realización televisiva del COAC’ (estuvo coordinado por Estrella Fernández Jiménez y lo publicó la Universidad de Cádiz).
La lista de obras que se han querido acercar al Carnaval es tan prolija que, repito las disculpas, muchos de los títulos se quedarán fuera. Pero salvemos en este Arca de Noé del 3×4 de lo escrito ‘El carnaval de las coplas, un arte de Cádiz’, escrito por María Luisa Páramo en 2017 y todo un acercamiento académico y cultural a lo que es la copla en sí, con lo que encierra, con lo que muestra y con lo que esconde. También en el ámbito académico, es justo señalar ‘El Carnaval de Cádiz: de las coplas a la industria cultural’, del mismo año que el anterior y cuya autoría la firman Ignacio Sacaluga Rodríguez y Álvaro Pérez García. El libro se centra en cómo las coplas han pasado a convertirse en un producto del que los autores pueden sacar un rendimiento económico y en la continua profesionalización de esta fiesta. Y, cómo no ‘La canción de Cádiz: Teoría y realidad de la comparsa’ , publicado en 2016 y que supone un viaje a la historia de la comparsa gaditana desde su creación con Paco Alba hasta la fecha de publicación del libro, escrito al alimón por Luis García Gil, Álvaro Pérez García y. Javier de Castro Fresnadillo.