Cádiz vive su romance con el arte más atrevido

El Carnaval se resguardó de la lluvia

Por  12:45 h.

El Carnaval se resguardó de la lluvia en el Gran Teatro Falla para seguir dando lecciones de arte en estado puro. El concurso de romanceros sacó a la luz trece historias perfectamente rimadas que con gran creatividad hicieron las delicias del numeroso público que casi llenó el teatro.
Inmaculada Llorens y Jessica Gómez fueron las encargadas de romper el hielo con Erasmus dos becarias, la aventura de dos simpáticas becarias de Italia y Suecia que se decidieron por Cádiz «porque aquí hay que mamar». Y del emperador Calígula y su caliente historia pasamos al encuentro entre Napoleón y la Pepa, en alusión a la Constitución de 1812. Ignacio Espigado y Andrés Marabot dieron lecciones de historia con una ingeniosa interpretación de los derechos constitucionales. Golpe tras golpe, tanto del cartelón como de risa, arrancaron la primera ovación de los aficionados. Al mismo tema recurrieron también Rosa e Isabel en su romance con Constitución. Tampoco faltaron los palos para la alcaldesa Teófila Martínez, todo un clásico, que fue parte del cartelón de En líneas generales. «Va a durar más (en el Ayuntamiento) que Ben-Hur y los diez mandamientos», bromeaban. Álvaro Ballén hizo que el escenario del Falla se convirtiera en un pequeño plató de televisión, donde un Matía Prá muy gaditano hizo un particular repaso de las noticias de actualidad. Uno de los momentos más esperados de la noche fue El retorno del Cuqui y el Ketama, de los veteranos Rafael Piñeiro y Joaquín Santos, que representaron un parto, con camilla incluída y no dejaron indiferente a nadie.
El concurso dejó algún romancero calidad y  se notó la ausencia de los primeros premios de ediciones anteriores, como Sergio Torrecilla, Paco Mesa o Salvador-Fernández Miró.