Crónica

Bienvenido a la pelea de las comparsas

El coro de los Niños, el cuarteto de Gago, la chirigota del Love y la comparsa de Subiela sacan su billete para Semifinales

Por  2:25 h.
Bienvenido a la pelea de las comparsas

 

La penúltima sesión de Cuartos de final en el Gran Teatro Falla estuvo marcada por los homenajes, el que la comparsa de Bienvenido le hizo a Kichi y el que la chirigota del Love le hizo a Miguel Mellao. Las letras de ambos pasodobles fueron lo más destacado de una noche fría, que fue de más a menos.

Empezó bien, con el coro de Nandi Migueles, ‘Coroterapia’. De nuevo llenaron el escenario de color y optimismo. Apostaron los Niños por dos tangos un tanto enrevesados, pero magníficamente interpretados. Lo que sí estuvo de categoría fueron los dos cuplés. Se habla mucho de la comparsa, pero en coros la competencia también se presume titánica.

Luego llegó el que era el plato fuerte de la noche, la comparsa de Jesús Bienvenido. Quizá sea culpa del tipo o de que las voces, siendo de las mejores de este concurso, no terminan de sonar conjuntadas, pero le cuesta al grupo conectar con el público. O a lo mejor es que el público de Cuartos es muy complicado. En cualquier caso la comparsa trajo dos muy buenas letras. La de más enjundia dedicada a las víctimas del Franquismo que aún esperan recuperar la dignidad en las cunetas de la memoria. El otro, el más esperado, dedicado al alcalde y excomponente de este grupo, José María González ‘Kichi’. No llegó a tiempo para escucharlo, pero sus amigos se lo repitieron en uno de los camerinos del Falla. Se mete también de lleno Bienvenido en la lucha por la Final. Desde luego las Semifinales de la semana que viene van a ser apasionantes.

Le tomó el testigo la chirigota del Love. No está al nivel de otros contendientes, pero luchará por hacerse un hueco. El cariño que se le tiene juega a su favor y sin haber traído un repertorio redondo se ganó una de las grandes ovaciones de la noche con el pasodoble dedicado al que durante veinte años fuera un miembro más de su familia, Miguel el Mellao. Huyeron de la tragedia, lo que es de agradecer.

Otro de los grupos más esperados era el cuarteto de Ángel Gago. Sus cinco componentes estuvieron brillantes, especialmente en el popurrí, pero se encontraron con el problema de siempre. No son capaces de provocar grandes alharacas en el público, porque como le pasa a Chicho en su papel de ochentero desfasado, las gracias las coge a un ritmo diferente. Las coge sí, pero le cuesta.

Hubo luego un bajón con la chirigota siamesa de Ismael Campos y el coro facha de Valdés y el Sheriff.

Remontó la noche por suerte con la comparsa ‘Los doce’. Es una apuesta diferente, musicalmente excepcional. Saben a poco los pasodobles, quizá demasiado cortos para lucir la pluma de sus autores.

El cierre de la noche los pusieron dos agrupaciones chiclaneras, ‘Los rebujito’ y ‘Los trimilenarios’. Correctos, pero sin más recorrido.