Alguien está engañando a conciencia al público del Falla

Por  9:11 h.

En 1987 los roteños de El cuarteto siempre llama dos veces se metían con Cádiz con aquella estrofa de «la ‘fachá’ hay que encalar, hay que encalar gaditano». Pero pese a ponernos casi de guarros al público le encantó y aplaudió enloquecido la crítica. Un año más tarde, un buen puñado de agrupaciones arremetieron contra la estrofa de los geniales cuarteteros, pero al público le encantó y aplaudió enloquecido la contracrítica. Si para muchos aficionados actuar en el Falla es como hacerlo en una plaza de toros por las dificultades, está claro que el respetable también se comporta así, porque la primera oreja la concede a poco que hagan los ‘maestros’. Todo esto viene a colación por el descubrimiento de que una chirigota de Écija, Los tontotienda, cantó en el concurso de Alcalá de Guadaira antes que en el Falla. Y como ellos, Calles de Harlem y, al parecer, muchas más. Ahora y antes. Un fallo lo puede tener cualquiera. Sin embargo lo hacen a conciencia e importándole un pepino  la copia del reglamento que les entregan cuando se inscriben. Es posible que a muchos de los que van al Falla les importe, también un pepino, que hayan cantado antes en otro sitio. Pero deben saber que algunos de los que cantan no se preocupan en leerse el reglamento y tratar de cumplirlo, sino que prefieren empaparse de dónde está La Viña y El Mentidero. Y así conquistan el aplauso fácil y engañado de los de abajo.