Al Selu le pilló en un burguer el pasodoble del Remolino

Por  8:37 h.

Doce menos veinte de la noche del pasado lunes. Comienza a sonar el segundo pasodoble de la chirigota Los parapapá, antiguos Salón de Belleza El Tijerita. En el foso de prensa del Falla había un murmullo previo, síntoma inequívoco de que algo grande iba a sonar. El inicio despeja de inmediato las dudas. Kike El Remolino va a homenajear a Los enteraos y, de paso, va a reconocer, su primer premio indiscutible en la calle en el pasado Carnaval. Mientras, el pregonero entra en un burguer acompañado. En el interior hay una gran pantalla gigante pero el bullicio propio de este tipo de bares no deja oír nada. Los parapapá se tiran literalmente encima del foso y éste responde con una atronadora ovación (curiosa forma que tenemos de operar los periodistas carnavalescos que somos capaces de aplaudir más un pasodoble en el Falla que un gol de Toedtli en el Carranza). La ocasión lo merecía. Mientras a las afueras de Cádiz, el chirigotero sigue a lo suyo devorando un plato de alitas de pollo y unas patatas. Al poco tiempo ya recibe la noticia de un reconocimiento del que se había hablado y mucho en los mentideros carnavalescos. El mayor de los enteraos, el que lleva 30 años escuchando Carnaval no se había enterado. Ahora, que imaginamos que ya ha escuchado la letra, sopesa preparar una respuesta para ser agradecido.