ACTUACIÓN DE LA CHIRIGOTA LA MALDICIÓN DE LA LAPA NEGRA EN LA FINAL DEL COAC
Nada en esta final iba a sonar más a Cádiz que la chirigota de Manolito Santander y José Manuel Sánchez Reyes. Ellos eran el sabor añejo de esta noche de viernes. La bajamar estaba fijada este sábado para las 7.15 de la mañana y apenas media hora antes aparecían los seres vivos desde el fondo de los mares. Salieron antes del agua. Su paso por el Concurso ha sido de los más regulares que se recuerdan y el pasodoble es una espina clavada en el alma de cualquier aficionado a la fiesta. Sánchez Reyes y Santander traen su chirigota más fresca (obvio) y más completa de los últimos años.
LA OVACIÓN PARA MANUEL
Si la música de pasodoble ya hace que caigas rendido ante estos peces de la Caleta, el segundo pasadoble sumergió a los presentes entre la emoción y los temblores. Era una pieza dedicada al mismo Manolo Santander. El grupo había querido que esta letra se cantara en la Final del Falla. Una letra a la lucha y a la perseverancia. El autor reconocía por primera vez en público la enfermedad que estaba sufriendo. La ovación de la noche fue para él y para una hermosa pieza llena de fuerza y esperanza. Antes habían interpretado el pasodoble de presentación que cantaron en preliminar. El Teatro se cayó. Y esta solo fue la calma antes de la tormenta del segundo.
En el primer cuplé no aciertan. Era a las intolerancias. El segundo fue la pieza repetida por estos chirigoteros. Letra a la familia Rivera con remate a Paquirrín al final. Mejor este segundo. Ellos parecen haber tomado cierta ventaja por su regularidad, pero el Concurso está en el alambre y el jurado ya ha demostrado este año que no todo es como parece. Manolo se va del Concurso dejando en su cofre otro tesoro más. Un pasodoble que nació en La Caleta y que no morirá jamás.
FOTOS: chirigota LA MALDICIÓN DE LA LAPA NEGRA