Luis Ripoll Lázaro
Año 2015: No concursaron
PASO POR PRELIMINARES
San Benigno:
Le tocó cantar mucho más tarde de lo previsto a la comparsa de un incombustible de la fiesta como es Luis Ripoll. Estos payasos, un poco grises, traen sus opiniones al teatro. Han vivido ya muchas veces este momento tan sentido que es el de cantarle a su Tacita. En el primer pasodoble cantan a la libertad. De la que presume el Carnaval que entiende este grupo y que va muriendo porque las comparsas pierden su esencia. Muchos temas repetidos por rellenar un libreto, engañando a corazones a los que no tienen ningún respeto. Se matan los tenores, bombo y caja se maquillan, la segunda ni se oye para que suenen los octavillas. Se desprecia el pasodoble de Cádiz, con el que entraban hasta ganas de bailar. Y el que traiga algo distinto se terminará aburriendo. Pues si lo dice Ripoll habrá que hacerle caso, que de esto algo sabe. En la segunda copla dicen que cuando un país se calla y aguanta tanta morralla posiblemente está muerto, es un país de canallas. Un país que no tiene dos cojones les da pena. Un país al que le roban mercenarios sin entrañas, donde tantos magistrados miran para otro lado. Minutos de silencio como forma de protesta. El silencio esconde al miedo cuando el pueblo necesita libertad para su vida. Es necesario gritar. Un cuplé para el presidente del jurado, que es fiscal jefe y buen abogado. Va a luchar por el arte y la gracia. Detendrá a los autores de comparsa y el primero que salga será el que escriba un cuplé con gracia. Pues Ripoll lo va a pasar regular… El segundo cuplé, a las locuras que se hacen en la vida. La más grande es pagar trescientos euros por una entrada de preliminares. Con altibajos en el popurrí.
El Maligno:
Desde luego los pasodobles no dejan lugar a un final sorpresa, porque repetirse se repiten una mijita. Les hace falta un chute de autoestima.
Calificación: **
Antonio Muñoz de la Vega