Los polvos egipcios

Por  0:00 h.
Los polvos egipcios

Localidad: Cádiz
José Antonio Vera Luque
Año 2015: Los Superpop (chirigota ochentera)

PASO POR LA FINAL

San Benigno:
No es fácil defender no uno, sino dos primeros premios en la modalidad de chirigotas. Eso es lo que ha hecho este año el grupo de Vera Luque, luchar contra los demás y contra sí mismos. Y lo ha hecho bien, porque ‘Los polvos egipcios’ siempre ha estado en las quinielas. Quizá no ha pegado tan fuerte como en los años anteriores, pero es sin duda una de las chirigotas que más gustan. En su pases anteriores han traído letras de pasodoble comprometidas, bien construidas, con el sello de su autor, y cuplés magníficos, en conjunto puede que los mejores del concurso. Esta noche decisiva no ha sido menor el empeño. Ya desde la presentación hacen reír, que en eso consiste este negocio. Se quejan en el primer pasodoble de cómo se le llena la boca a la Junta de Andalucía promocionando el turismo y la gastronomía de nuestra tierra. Y mientras se consiente que la Escuela de Hostelería siga cerrada. Pero como son pocos y no cortan el puente, se despacha rápido a sus trabajadores. Ay, faraona Susana Díaz, no juegue con nuestro futuro, que se le puede volver en contra. Quién sabe si algún día, en una de sus comilonas con los barones de su partido, un camarero le tira el vino. Quizá sea un gaditano que no estudió gracias a que usted le cerró la escuela para toda la vida. Esta letra ya la cantaron en Cuartos. El que sí es de estreno es el segundo pasodoble. Ahora que salen en la tele en riguroso directo quieren mandar un saludo a los que les ven desde casa. A Sergio, que sigue en el Reino Unido, y a Beatriz, que ahora vive en Santiago de Chile. A Marta, que se fue a Japón. También a los enfermeros que estarán ahora en un rincón de Alemania pendientes de esta Final. A todos los gaditanos en el exilio, a los andaluces que se fueron como lo hicieron sus abuelos, porque les niegan el derecho inexcusable de tener su vida, su casa, su gente y su hogar en su propia tierra junto a sus paisanos. Cuplé, también repetido, a los políticos españoles. El segundo, nuevo, a la posible independencia de Cataluña. Ellos prefieren que se independice Juan para que los del Selu no puedan cantar esta noche. Qué buen perfil tienen, de chirigoteros.

El Maligno:
Como Sinué no controle un poquito más el látigo más de uno acaba el Carnaval tuerto.

Antonio Muñoz de la Vega

PASO POR SEMIFINALES

San Benigno:
Faraón, no me trates mal, dame lo que te pido, que llevo toda la noche esperándote. Le tocó a ellos cerrar la sesión, pero así se hace más llevadero. Esta chirigota es de las que mejor canta en el concurso. Será que con las letras del Vera uno se viene arriba. El primer pasodoble es para esa pirámide que están construyendo, que es un reflejo de esta España llena de complejos. La base son los esclavos o clase trabajadora, la que resiste y llora. En el otro escalón se sitúa la patronal aprovechada y explotadora. Sobre el empresario están los sicarios de la mala fe: Iglesia, prensa y cañones al servicio del poder. Siga subiendo y verá la golfería de congresistas y senadores. Y justo arriba están los Borbones, los del linaje de faraones, nombrados por la gracia de Dios. Y aún por encima el Dios al que todos adoran, el dinero. En el segundo pasodoble el faraón saca un coro, con la referencia de Jesús Monzón. Su estirpe sigue sonando a Cádiz. En esta chirigota está presente. Es la herencia más genuina. En su sangre está el compás y la pura esencia de los Carnavales. Se emocionan al cantarle a su compañero. Cuplé a la inspiración uruguaya de las comparsas, qué pechá de fantasía. Otro a la infanta Cristina, que le van a embargar hasta la verruga. Muy bien, a pesar de la hora.

El Maligno:
Por momentos se descontrolan un poco los esclavos. Se ve que el faraón les exige mucho a los pobres.

PUNTUACIÓN: ****

Antonio Muñoz de la Vega

PASO POR CUARTOS DE FINAL

San Benigno:
Esta vez sí, suena el somos los hinchapelotas porque son ellos los que llegan, aunque sea con otro tipo, pero la esencia de esta chirigota siempre es la misma. El faraón Verakamón no falla. Siguen con su pedazo de obra. No, no me refiero a la esfinge, me refiero al trabajo en el que son expertos, el de hacernos reír. Y si encima el grupo canta bien, poco más se le puede pedir. El autor como siempre deja su sello en los pasodobles. El primero es para la Junta de Andalucía, a la que se llena la boca promocionando el turismo y nuestra gastronomía, puro cinismo, porque se calla la boca ante la sinvergonzonería que en Cádiz sufre la Escuela de Hostelería. Como no son muchos ni cortan el puente para protestar se les despacha rápido. Ay, faraona Susana Díaz, no juegue usted con nuestra comida, no vaya a ser que se le atragante tanto desplante. Recuerde que la venganza se sirve fría. A lo mejor en una comida con los barones de su partido un camarero le tira encima el vino y le mete los dedos en la comida y será quizá un gaditano que no estudió gracias a usted. Qué bien hilado. En el segundo pasodoble se preguntan quien fue el que profanó la historia de nuestro templo sagrado negándole los honores a un faraón que se iba con destino a la otra vida. Otro faraón que se nos va sin que le dieran un último adiós en sus maderas. Se nos fue Enrique Villegas sin abrirse el Falla para la ocasión. Gloria siempre al emperador de la quince piedras. Justificaron el homenaje con una calle cuando ya ni se enteró. Se fue como lo hizo Pedro Romero, sin despedirse de su teatro y sin que retumbaran al pasar palmas por tanguillo de los gaditanos. Coincide con Remolino en el tema. Cuplé a la fotito de Fran Rivera toreando con su niña. Se escucha un ‘oooohhhh’ en el teatro. Ortega Cano se ha hecho otra con su niño, pero en la terraza de un puticlub. Aquí no solo hay que puntuar la inmediatez, sino la genialidad en el remate. El otro cuplé para Podemos. Ahora el Congreso parece el camping de Los Caños. Dos de los mejores cuplés que se han cantado hasta ahora. El Vera tiene uno de los repertorios más profundos del concurso. Y cuánto gana el grupo con el Peñita.

El Maligno:
Y se van otra vez los tíos sin descifrar el jeroglífico de la pancarta. Normal que Sinué les dé lo suyo.

PUNTUACIÓN: ****

Antonio Muñoz de la Vega

PASO POR PRELIMINARES

San Benigno:

Presentación con muchos golpes y sus bailecitos. El Vera llega al Falla como Luis Suárez al Camp Nou: dispuesto a conseguir el ‘hat trick’. Situamos la historia en el antiguo Egipto, con esos obreros explotados por el faraón que levantan pirámides de sol a sol. El autor le ha pillado el truco a esto de la chirigota (le costó), y ahora asegura siempre la pelea: para ganarle habrá que sudar. Sus armas son conocidas y no flaquea con estos polvos egipcios. Tipo rebosante de detalles chirigoteros, con el doble sentido como máximo exponente. Pero antes de la broma atiza en el pasodoble, que como siempre cuesta degustar en la primera escucha. Primero de presentación de una chirigota con la que «no busca el triplete, el billete a la gloria», sino que esto del Carnaval le gusta más que comer con los dedos. Luego repasa «las grandes construcciones» que dejó Teófila como faraona. Hasta aquí bien. Entonces rompen con dos cuplés de envergadura, y aquí es donde ganan las chirigotas. Era difícil sacar un nuevo chiste a Cheryshev, pero el ruso del Madrid es una mina. Se alineó indebidamente ante Cristiano. El mejor del concurso, superado sólo segundos después con las continuas rectificaciones del Kichi. Popurrí desvergonzado, con un inicio frenético y el cuartetero Peñita de director de orquesta. Carcajadas al ritmo de la música, sin descanso, chiste tras chiste. Grande la cuarteta hablada en la que cuentan cómo construyeron las pirámides. Está más ‘delgadito’, pero los primeros premios no le quitan el hambre al chirigotero más guerrero.

El Maligno:

Anda que equivocarse en la presentación, con la de veces que la habéis cantado en el ensayo. Me tengo que estrujar el seso ‘pa’ encontrarle algo al abusón éste. El pasodoble ya veremos. Y al popurrí le faltó romper al final con su típica cuarteta visual. No se manifestó.

PUNTUACIÓN: ****

José María Aguilera Rojas