Localidad: Cádiz
Marcos Romero/ Javier García ‘el Ojo’
Año 2015: Los tragedia
PASO POR CUARTOS DE FINAL
San Benigno:
¡Todo el mundo firme que acaba de decir Pepito el Caja que va a cantar el Kichi! Ah, vale, que es la chirigota del barrio. Qué susto. Impresiona verlos. El tipo está absolutamente conseguido. Sí se puede, grita el Gallinero del tirón. En este pase su objetivo es luchar porque se vayan los colados del Falla. Están dispuestos a trabajar hasta la extenuación, como Juan Y Medio o los albañiles de Chiclana. Bueno, tampoco tanto. Qué arte tienen. Yo es que no entiendo que el Fran González no haga ya un pacto con ellos, con lo divertidas que tienen que ser las Juntas de Gobierno. Un pasodoble para reconocerse un alcalde ateo. No creen en Dios ni en la Virgen. Pero de un tiempo hacia acá ya no son tan anti Cristo, porque por los barrios han visto algunos ángeles, los que los viernes vuelan de calle en calle para dar calor en la noche a quien nada tiene. Esos ángeles es en los que creen, en quienes cuidan a los que olvidó el mundo. Ellos son ángeles de la guarda. Bravo, por la asociación que preside el incombustible Manolo Mení. Se merecen un pasodoble y hasta un popurrí entero. La segunda letra es para Mariano. Le han preparado una lista de las cosas que se tendrá que llevar si no consigue pactar. Lo primero, el móvil con que le mandó el sms a Bárcenas. Que se lleve a sus amigos los millonarios, el cuadro de la Merkel, la mordaza que promulgó, la LOMCE y sus mentiras. Ha conseguido que le aborrezca hasta el votante del PP. Y si la mudanza se hace dura, que llame a uno de los cuatro millones de parados, que seguro que le echan un cable. Con estos cuplés y los estribillos sí se puede, sí se puede. Vuelven a crecerse con un popurrí lleno de golpes. Una gran chirigota.
El Maligno:
El Kichi de verdad tiene el flequillo más recortadito. Se podrían haber traído a sus Teresas y cantarse juntos una coplilla, que eso a ellos les flipa.
PUNTUACIÓN: ***
Antonio Muñoz de la Vega
PASE POR PRELIMINARES
San Benigno: La chirigota del barrio era el plato fuerte de la noche del sábado. Ya solo con el nombre había generado muchísima expectación, que se vio correspondida cuando nada más abrirse las cortinas aparecieron sobre el escenario doce Kichis. Bueno, no el Kichi verdadero, sino doce chavales clavaítos, con su palestina, sus gafas de pasta, su mochila, sus pancartas reivindicativas y tó sus avíos. El de verdad había estado antes con ellos en el local donde se vistieron y los escuchaba en el palco de autoridades. Sí se puede, gritaban, mientras la pulisía se llevaba en volandas a una de sus concejales mientras se manifestaban porque querían desalojar de la casa de Gran Hermano a Rosa Benito. Se va transformando el forillo para convertirse en el despacho de Alcaldía. Que nadie politice este disfraz, que esto es Carnaval. ¡Salud! Le cantan un pasodoble a las telarañas que se han acumulado en veinte años en los cajones del alcalde. El primer día de trabajo le vino un tufo a soberbia y a vanidad. Abrió puertas y ventanas y a la luz de la mañana vio el boquete que han dejado. Cambió el cuadro de don Juan Carlos por el de Salvochea. Pero señor alcalde, quiero decirle, dejando a un lado este disfraz, que el gaditano lo mira como ese viñero que se crió frente al mar y pasando de trajes y banderas, de nombres para el estadio y coche oficial, le pido que se arremangue y se vista con el traje más honesto, porque esta ciudad no aguantaría ser traicionada y que el traidor fuera de los nuestros. El segundo pasodoble es para las batallas que luchan los currantes. Para guerra la que libra en la escuela un profesor sin recursos y con cambios de leyes. Al pie de cañón están los profesionales sanitarios. Luchador como pocos, el autónomo, por más trabas que le pongan. Y para guerra la de los jubilados, estirando la paga de cada mes para ayudar a que sus hijos puedan comer. Guerra de las mujeres que huyen del miedo a perder la vida a manos de él. Y los políticos solo se unirán pidiendo pactos por la guerra y por la paz. Palabra de alcalde. Cuplé para la programación de fin de año. Empezaron el 2016 en el cuarto de baño (porque pusieron las campanadas con la Pedroche…). El otro sobre Star Wars. Buenos los dos. Muy divertidos los estribillos. Van a más y el popurrí despeja las dudas.
El Maligno: Digo yo que si han hecho ese pedazo de popurrí podían haber empezado así desde el principio. A ver quién se atreve con el Kichi. Esto es jugar con ventaja.