El niño Jesús que tenía tu mare en la mesita de noche

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El niño Jesús que tenía tu mare en la mesita de noche

Localidad: Cádiz
Antonio Pedro Serrano ‘el Canijo’ /José María Barranco
En 2015: Los clásicos del teatro

PASO POR SEMIFINALES

San Benigno:
La chirigota del Canijo vuelve a comenzar con un gag diferente. Esa es la mejor prueba de que este grupo no se conforma con la magnífica impresión dejada en sus dos primeros pases. Y es que estos niños mueren con su pasión, que es el Carnaval. Nos vuelven a enseñar sus escrituras y hacen el milagro de multiplicar la admiración de los que les escuchan. En el primer pasodoble cuentan que desde tierras jerezanas llega cada mañana una que llaman la coja y que corre cuando ve un policía, no vaya a ser que la cojan. Luego en el tren va bien derecha. Les recuerda a esta tierra, mendigando por sus miserias, dando tumbos, provocando lástima, viviendo de la súplica y del favor de Cáritas. Si hacerse la inválida es un pecado gordo, muchos se hicieron en la industria aeronáutica los sordos. También vino otra de fuera que nos dio coba y sabíamos de qué pie cojeaba. Pero en esta ciudad se da la paradoja de que cogemos antes a una coja que a una mentirosa. La segunda copla es para este teatro valiente que se empezó a construir en el diecinueve. Diecisiete centímetros tiene cada escalón, dieciséis en la final, quince piedras trajo Enrique Villegas, catorce rótulos que son catorce títulos y así sigue una cuenta atrás espectacular, con el sello del Canijo. Cuatro playas, tres milenios, dos vientos, y te lo canta uno que te quiere. Un cuplé para el vestido de Cristina Pedroche en Nochevieja. Rematan al poste. El otro cuplé para el hambre que está pasando el Canijo. Bastante mejor. El popurrí sigue gustando, con el plus que aportan las presencias de Juan Ardentía y Carlos Mení. Muy mal se tienen que dar las cosas para que no se metan.

El Maligno:
Qué poca vista el Canijo, que ahora que está más delgadito se busca un tipo que le hace gordo.

PUNTUACIÓN: ****

Antonio Muñoz de la Vega

PASO POR CUARTOS DE FINAL

San Benigno:
Benditos sean estos niños que se vuelven a encarnar en chirigoteros para hacernos pasar otro gran rato. Empieza el Canijo cantándole al terremoto de solo unas horas antes. Así están los pobres, todos revoleados por el suelo. Estos son los detalles geniales que hacen grandes a los autores. Hoy se sienten queridos. Quizá no siempre han recibido el cariño que merecían. Pues aún así nos regala pasodobles como los que cantan en este pase de Cuartos. En el primero cuentan que se asustan cuando ven los pasos. Aunque les lleven a horquilla o al estilo Sevilla, si ven un vídeo lo pasan. Pero como van encima tienen su opinión. Por qué lucir un costal si eso no es gaditano. Eso es como si un sevillano se pone a escribir Carnaval. Pom, pom. Les dan pánico los espectáculos que ven, las guerras que presencian. La penitencia es creencia, no un folclor. Basta de peleas delante de Jesucristo. Entre todos matáis la Semana Santa. Seguro que habrá quien no comparta el trasfondo de esta letra, que no puede ser más adecuada para el tipo. Piden en el segundo pasodoble que un sacerdote les explique qué siente cuando ellos están enfrente. Qué ve cuando bajo su sotana le pueden las ganas y aparta el catecismo para dejar que los niños se acerquen a él. Ellos son Jesús, cada niño que no ha respetado. Cuántos pontífices callaron los escándalos tapando a los artífices, incluso amparándolos. No les da lástima, ellos estaban en cada lágrima, que eran de agua bendita. No les intimida que les echen sal a sus heridas. Su gran tortura es que a él le llamen cura y además le llamen padre. Eso es porque no saben de la misa la mitad. No saben qué pinta en su Iglesia, que no venga de rodillas a llorarle en la capilla, que no le perdonan. Tiene mucho mérito escribir todos los pasodobles en relación al tipo y el Canijo lo hace cada vez. Un cuplé para el portal de la venta de entradas para el Falla y otro para su obsesión por las comparsas de este año, genial en el recorrido y flojito en el remate. El popurrí vuelve a hacer reír y a emocionar con ese final increíble. No les va a hacer falta rezar para seguir. Yo les entrego mi espíritu.

El Maligno:
A estos niños les falta un par de desconchones para terminar de resultar creíbles. Al Canijo no hay cómoda que lo aguante en lo alto.

PUNTUACIÓN: ****

Antonio Muñoz de la Vega

PASO POR PRELIMINARES

San Benigno:
La chirigota del Canijo, más canijo que nunca, por cierto, era otro de los platos fuertes de esta noche. Tenían un doble reto, no solo convencer, sino dejar atrás las dudas generadas el año pasado. Lo sabían y está claro que vienen a competir y a hacer disfrutar. El tipo está sembrao. El nombre no engaña. Estos niños no cambian con el tiempo, mirando al techo y escuchando Carnaval. Estos niños mueren por su pasión. Estos niños resucitan, que se enteren los que les dieron por muertos. Primer pasodoble. El Padre Nuestro se convierte en el Cádiz Nuestro, con una letra que lleva el sello del Canijo. Cádiz tú eres Dios, llenito de gracia. Creo en tu espíritu, en tu letra y tu música. Creo en un Cádiz crítico con sueños de república y en tus discípulos que nunca se arrodillan, que ponen sus testículos y no la otra mejilla. Cádiz antiguo por los siglos de los siglos. Pero no creen ni en el Kichi ni en la Teo. Para hacer una ciudad como Dios manda levántate y anda Cádiz. La segunda copla la dedican a esa gente pudiente que vive de la mejor manera. También conocen a los que no tienen nada y viajan en una patera. Si un hombre no pesca a ese hombre San Pedro lo viene a pescar. Ojalá pudiera caminar sobre las aguas o abrirlas como lo hizo Moisés para llegar a este tierra prometida con vallas de espinas, como la corona de estos niños. Cuplé para la campaña electoral y los tics de Rajoy. No tienen fe estos niños, pues no van y piden que el Kichi planche las camisas… El segundo cuplé para la niña chica de la casa, que ya tiene veinte añitos y el Jesús que le gusta ahora es Bienvenido. Muy buenos. Hacen un genial repaso a varios pasajes bíblicos en un popurrí muy en el tipo y divertidísimo. Rezaremos para que el Canijo siga haciendo finales del popurrí como el de este año, antológicos. ¿Lo podrán todo?

El Maligno:
Los pasodobles no dan respiro. Para cuartos me voy a tener que tomar un relajante antes de escucharlos, que yo me altero pronto. Un Jesusito de mi vida… lo que me faltaba a mí.

PUNTUACIÓN: ****

Antonio Muñoz de la Vega