
Localidad: Cádiz
En 2014: La legión extranjera
San Benigno:
Del mar y luchando contra los vientos llegan unos fenicios fieles a su color, el rojo. Representan la historia de los fundadores de Gadir, hoy en día, Cádiz. Ataviados con unas túnicas de color rojo y corinto cantan a Cádiz en una presentación que no suena bien del todo, quizás por la disposición de los componentes. El primero de los tangos, que sirve para presentar la idea, es un piropo a Cádiz desde la óptica del personaje que interpretan. Aquí encontré la alegría, tú que me distes la vida para cantarte este tanguillo por Carnaval. Aseguran que cuando fundaron esta ciudad nunca pensaron que esta tierra se convertiría en la cuna del Carnaval, del arte flamenco y en cuna de la libertad. La segunda letra es un homenaje al tango y a aquellos tiempos en los que los coros cantaban solo en la Plaza de la Libertad. Allí se quedaron los sones guardados en mi memoria, los niños de su nilez y también los sones de miles de gaditanos que disfrutaron de este Carnaval. Aprovechan su homenaje para reivindicar la importancia del tango dentro de la modalidad y de la fiesta gaditana. El popurrí no lo siento, son minutos que pierdo. Dejen los atrezzos y la escenificación y que vengan más tangos, piden estos fenicios. Los cuplés, simpáticos, para la visita al urólogo de su padre para la revisión de su miembro. el médico asegura que solo va a levantarla ceja como Ancelotti. En el segundo, se refieren al alijo que llegó hace unas semanas a las playas gaditanas, para terminar bromeando con el mojón de Mohedano, lo único que encontró su cuñado. El popurrí rescata los sones gaditanos y del tanguillo para recordar la historia de los fenicios, los primeros comerciantes de la ciudad. Recuerdan sus batallas y sus penas, las de antes y las de ahora.
El Maligno:
La afinación es uno de los puntos débiles del grupo, con demasiados altibajos a lo largo del repertorio.
Puntuación: *