Localidad: La Línea
En 2014: No partició
Paso por preliminares:
San Benigno: Por un lado payasos de los de toda la vida, de los que hacen reír, por otro payasos terroríficos, de los de película de miedo. Cantan en el primer pasodoble al recuerdo que tienen de un cumpleaños en el que su padre le regaló un payaso que siempre sonreía. Cuantas noches en vela esperando a que llegara con su borrachera. El payaso se convirtió en un escudo para él. La música tiene soniquetes reconocibles, más inspirados que inspiradores. Bueno, cada uno tiene los recursos que tiene. El segundo pasodoble se lo dedican a su pareja, a la que agradecen su forma de quererlos. Se lo escriben por carta por si no se acuerdan más adelante. Están enfermos. Cuplés muy verderones. Será que yo soy muy inocente. Fin.
El Maligno: Juas, juas, juas, payasos malos. Qué miedo chiquillo, y mira que a mí me gusta el tema malicioso. Esa combinación de caretas y desafinación es terrorífica. Ojú, y encima advierten de que por muchos que corras no te vas a escapar. Pues nada, habrá que aguantarse. Va por ti, maliqui. Cantar con careta da mal rollo, no se les ve ni la intención. El segundo pasodoble intenta llegar al corazón, pero la carta del enfermo de Alzheimer está ya demasiado manida. Los cuplés, aparte de parecer una cuarteta del popurrí, son malos de solemnidad. Dicen que nos veremos en el infierno. Esperemos que no.
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ANTONIO MUÑOZ DE LA VEGA