Los hombres de blanco

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Los hombres de blanco

Letra y música: Juan Antonio Bocuñano Llamas
Localidad: Cádiz
En 2014: Lo siento Patxi, no todo el mundo puede ser de Euskadi

Fase Cuartos:
El Benigno:
La chirigota de Bocuñano llega a cuartos ya sin la presión de cantar sin Rodicio y de cantarle a Rodicio. Está con ellos, pero ellos ya están menos tensos. Venga gaditanos, que ha llegado El Chano, el Juan Sebastián El Chano. En el primer pasodoble le cantan a un colega que está en prisión. Dice que le ha tocado con alcaldes y otros altos cargos. Para aguantar el mono de corrupción juegan con el Monopoly. Se espera que esta año haya tanta ocupación como en temporada alta en Benidorm. Su compañero de litera está encerrado porque iba a empotrar el coche en el PP y vino el Seprona y para chirona del tirón por poner en peligro la vida de una especia protegida. Gran remate. El segundo pasodoble es para contar que el Chano no le gusta nada a un teniente coronel y le amenazan con mandar policía militar si se pasan de la raya. Disparen, que aquí están en ellos, pero a tiritos no les gana nadie. El Chano es solo guasa, Carnaval, esto se olvida, no se preocupe por su imagen. Pero su barco, el otro, el de verdad, ya se encargó de manchar nuestra bandera. Y eso va a ser más difícil de olvidar. El primer cuplé es para el susto que tienen desde el atentado de Francia, ya no compran en los moros, solo en los chinos. No está la cosa para hacerle un cuplé a Mahoma. Han tirado, por si acaso, todas las cintas de ‘Raza Mora’. En el segundo cuplé dicen que ahora se hace cualquier cosa para animar al patio de butacas en el Falla, hasta cantarle un repertorio entero a Sevilla. Innovan con acierto en el popurrí. En la mezcla de lo obvio y el doble sentido está su secreto.

El maligno:
Algo pasa, ni yo que veo muy fácilmente la paja en el ojo ajeno soy capaz de identificarlo, pero este año no llegan. Este
público se está pasando de la raya.

Puntuación: ***

Fase preliminares:

San Benigno:
Alto, muy alto tenía el listón la chirigota deBocuñano después del pelotazo de los Patxis. Y altas eran también las expectativas del público, que se calentó de lo lindo mientras los esperaban. Y salieron los hombres de blanco desvelando el misterio de su tipo. Marineritos que llegan al Puerto de Cádiz a bordo del Juan Sebastián Elchano. Les ha sentado fatal viaje. Algunos han venido con veinte kilos más. ¿De qué? Imagínense. Normal, es que donde se guardan las velas se acumula mucho polvo. Genial presentación. Dan el parte metereológico: Levante en el Estrecho de tres rayitas. Leen en el cuaderno de bitácoras las últimas consignas del capitán Rodicio. Tenía que llegar el homenaje. Ese capitán no se ha podido embarcar. Navegan otra vez porque sigue siendo el timonel. Avante y a toda vela, que tienen una estrella que los guía aunque el faro se apague. Acaban emocionados, como no. Justo, merecido y hermoso recuerdo. En el segundo pasodoble reconocen que no son hermano mayor ni Juan Carlos Aragón para moverte la conciencia. Pero tienen experiencia y por eso recomiendan que no caigamos en la maldita tentación. Toma el camino correcto, no consumas agua en Loreto. Gran golpe al final, aunque solo para muy avanzados en Cadi, Cadi. Empiezan los cuplés. ¿Todos en sus puestos? Todos puestos. Uno para la Vuelta Ciclista y otro sus niños, que son unos artistas. Cuando los llamaron de la Marina pensaron que era para hacer churros. Muy grandes. Y además, cantan muy bien.

Don Maligno: Están ahí, están ahí, pero no terminan de explotar. Altibajos en el popurrí, será por el oleaje. Va con el tipo, pero abusan de la drogaína.

Puntuación: ***
Antonio M. De la Vega