Localidad: Cádiz
En 2014: No participó
Paso por la Final:
San Benigno: Hoy está en la consulta la pregonera, Merche. Aunque en verdad a ella no le hace falta, porque no está mala, está muy buena. Así empieza otra sesión para curar a estos jartibles del Carnaval que han conquistado al Falla desde su primer pase. En el primer pasodoble dicen que les gustan los Carnavales. Van a todos los festivales y tienen hasta el compact de los Herederos del Levante. Mueren con Caleta, pero resucitan para ver a Los Cristalitos. Ahora todo el mundo critica que haya comparsistas petaditos y tatuados y dicen que prefieren a los rellenitos con bigote y la raya al lado, y así nos perdemos los encantos de este nuevo Carnaval. Yo disfruto con mi fiesta, no la pienso criticar. Soy carnavalero y espero que si me muero, que sea en las tablas del Falla con un pito clavado en el pecho. En el segundo pasodoble recuerdan la mañana en que nacieron sus chavales. Esperaban que de grandes sean como sus padres con los Carnavales. Uno es muy carnavalero y el otro ha salido cofrade. Gaditanos diferentes, las dos son grandes maneras de querer a Cádiz. Este es repetido. Un cuplé, para las diferencias entre hombres y mujeres, aunque hay algo que les une. El otro para los regalos carnavaleros que les hacen a sus hijos. El popurrí es muy bueno. Esto es un regreso por todo lo alto.
El Maligno:Una mijita ordinario el primer cuplé, ¿no? Eso de querer morir en el Falla con un pito de Carnaval clavado en el pecho da para un libro de Camilla Lackberg.
ANTONIO MUÑOZ DE LA VEGA
Paso para semifinales:
San Benigno: Ángel Subiela sale de la consulta del terapeuta, ya totalmente curado. Uy, que por poco se deja al niño allí. Niñoooo, ya se va Ángel de la manita de su Carli. Y los siguientes en la lista de espera son los jartibles del Carnaval, que entran igual de locos que siempre. Y con la misma alegría de siempre los recibe el público. En el primer pasodoble recuerdan la moda de echarse el cubo del agua helada por el ELA. Lo hizo Teófila, y con esa cara de Gremlin les dio miedo que se fuera a multiplicar. Les dan la enhorabuena por ayudar a esos chiquillos, lo que temen es que el dinero que done salga de nuestros bolsillos. Le proponen un nuevo reto: acabe el segundo puente, preocúpese por su gente. Ese es el reto de verdad. Mejore la Zona Franca y si es tan solidaria, ayude a los ciudadanos y por una vez en la vida mójese por los gaditanos. El público los pone cada vez peor de lo suyo con tantos aplausos. Van con el segundo pasodoble. Llega a esta tierra un crucero. Vienen los guiris y se mezclan con la gente de Cádiz. Al rato te dicen picha y hasta te critican el segundo puente. Hace poco vino un grupo de Noruega y al volver para su tierra contaban las maravillas de Jerez y sus bodegas. Si ellos fueran guías les mostrarían la calle de La Palma. Los llevarían a una peña a que escuchen Carnaval. Así se enamorarán y al volver para su tierra le dirán al mundo entero qué crucero más bonito es el que por la Bahía daba siempre tu Vaporcito. No hay manera, el terapeuta no sabe que hacer ya con ellos. Llega le momento de los cuplés. En el primero dicen que no duermen desde hace más de dos meses, porque saben que su parienta los está engañando. Para demostrarle que ya pasan del Carnaval le hicieron un pasodoble, pero la encontraron con otro en la cama… y al ver que era el Ramoni se hicieron un selfie con él, lo acurrucaron y le dieron un abrazo. En el segundo cuentan que tienen una colección de muñequitos de carnavaleros y un día se llevaron de casa del artesano que se los hacía al Pacoli, pero el de verdad. Pues eso, que ole, ole y ole. Esto es un regreso a lo grande.
El Maligno:
El Purri tiene mucho arte en su cameo, pero la camisa que lleva eclipsa al resto de la chirigota. Arma de doble filo..
Puntuación:****
ANTONIO MUÑOZ DE LA VEGA
Paso por cuartos:
San Benigno: Palmas, cánticos, hola don Pepito, hola don José, lo que sea para ir entrando en ambiente, que viene la chirigota del Love. Siempre hay ganas, pero esta vez aún más, porque el primer día pegaron muy fuerte. Y del tirón sorprenden con el regreso a las tablas de Manolo Cornejo en la piel de su personaje más recordado, don Adolfo. Sale de la consulta, pero me da a mí que va a tener que volver a la consulta en semifinales. Y a continuación tienen hora los jartibles del Carnaval. Igual de locos vienen. La presentación, magnífica, vuelve a hacer reír. El primer pasodoble habla de aquella mañana que nacieron sus chavales. Pensó: ojalá que de grandes sean como su padre con los Carnavales. A los dos les ponía discos de Martínez Ares. Uno es muy carnavalero y el otro le ha salido cofrade. No quiere ser octavilla y le ha pedido por Reyes que lo lleve a ver el Cachorro de Sevilla. Qué habrá hecho malo para que no le guste el Carnaval. Pero al ver su amor sincero al Nazareno se ha llegado a emocionar. Cofrade o carnavalero, gaditanos diferentes, las dos son grandes maneras, Cádiz mío, para quererte. Gran aplauso. El segundo pasodoble es para decir que ven puntera la moda de los tríos y los mini grupos de Carnaval. Lo malo es que pasan del resto de la comparsa. También lo de Carnavalea es muy buena idea para que la gente venga. Comprenden esta medida, que por la bolsa y la vida vendan nuestro Carnaval. Pero ellos sin su grupo, sin su gente, no podrían ni cantar. Se quedan con sus locos peleando codo a codo, que son muchos sentimientos. Que ellos no cantan solos, que no cantan solo… por menos de mil quinientos. Una forma muy elegante de criticar lo que no comparten. Un cuplé a su hija, que tuvo el detalle de regalarle un bombo, y ahora van a ser abuelos. El otro, para la experiencia carcelaria de Ortega Cano. Muy bestia. Yo también me vuelvo loco con ellos.
El Maligno: Hay un poco de inseguridad en los cuplés, con varias mascadas de letra. Estarán nerviosos los chavales, irán mejorando con los años y la experiencia.
Puntuación:****
ANTONIO MUÑOZ DE LA VEGA
Paso por preliminares:
San Benigno: ¡Por fin! ¡Han vuelto! Les echábamos de menos. La gente les quiere y ellos quieren que la gente les quiera. Por eso ayer hicieron las delicias del respetable con esta nueva apuesta. Se presentan en la Clínica de Desintoxicación Carnavalesca ‘El que entra no sale’. Será eso lo que le pasa a ellos, que son unos jartibles del Carnaval. Como yo, como tú. Auténticos locos del 3×4. La idea es magnífica. Mueren tanto con los Carnavales que hasta al chico suyo le pusieron Bustelo. A su Nissan Patrol le han quitado una rueda y ahora es 3×4. Su mujer se quedó embarazada y le quiso poner Supersol en el bombo. Llegan tarde a trabajar porque van haciendo tipo. Su sueño sería decir algún día “Juan Carlos me ha echao”. El Carnaval es un veneno. Y afortunadamente ellos están hasta las trancas. Primer pasodoble obligado. De nuevo sobre estas tablas después de ser pregoneros. Les ha venido puntero este descansito. Las cosas han cambiado para mejor respecto a su última visita, hasta el jurado es mejor. El año pasado les ha servido para apreciar tantas cosas buenas que traen los compañeros al Concurso. Y también han visto desde fuera los problemas de este Carnaval. Cuando se aparta el fanatismo se ve todo más bonito. Ya sabe alcaldesa, se nombra usted pregonera y descansa aunque sea un añito. Segundo pasodoble. A todos los mozalbetes. Es la letra del mítico pasodoble de ‘Una chirigota con clase’. El Ayuntamiento ha metido la pata y ha dejado abandonada la cabalgata. Pensaron que seis carrozas en camiones bastaban. Y los niños diciendo ¿ya está? Hay que currárselo un poquito, que luego llega noviembre y se llenan las calles de calabazas. No se pueden destrozar las ilusiones de los niños destrozando las tradiciones, porque ellos de toda la vida hacen su carta a los Reyes Magos. Y terminan de nuevo con su ‘Chirigota con clase’ y una tremenda ovación. Está claro que la terapia no está funcionando. Hay que darle un cambio. Y eso hacen los ‘envenenaos’, ambientan la consulta con serpentinas y unas botellitas de vino. Llega el momento de hacer reír al terapeuta, que recuerda un poco a don Adolfo (ausente este año Manolo Cornejo). El primer cuplé para el cura de Granada que bendecía a los niños, y no precisamente con agua bendita. El cura de mi barrio, para no caer en la tentación se ha comprado en internet un muñeco hinchable y lo ha vestido de monaguillo. Gran estribillo. Es que no se pueden aguantar. El otro cuplé es para su niño, que está igual de enganchado a los Carnavales que su padre. Lleva en la carpeta una foto del Carli con el Subiela. Le encanta Juan Carlos y ha echao de la clase al profesor y al delegado. Terminan con una terapia de choque. Ellos procuran olvidarle haciendo en el día mil cosas distintas, pero siempre acaban en El Melli mirando las cintas. Hasta en misa le gritan al cura ¡Cai!. Grandes golpes en el popurrí. Ellos disfrutan. Se les nota. ¿Se me ha notado a mí también? Pelotazo.
El Maligno: No veas como se cuelan con el cuplé de los curas que abusan de menores. Ay la querencia de Alvarado, que ha caído en la sevillana. Menos mal que este miarma tiene tela de arte.
Puntuación: ****
ANTONIO MUÑOZ DE LA VEGA