Los cuatro reinos

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Los cuatro reinos

Coro/Cádiz
Letra y música: Fernando Migueles Santander

Paso por Preliminares
Punturación: ****
San Benigno: Vuelven los Niños. Vuelve Nandi. Vuelve uno de los grandes. Santa María, La Viña, El Mentidero y El Pópulo, cuatro reinos de luz y de sal. Ellos representan a los reinos, cada uno de un color y con su respectivo rey en la cuerda de bajos. Llega el tango, el tango con puntadas de flamenco y son de Carnaval. Ese tango de ida y vuelta, el que se le canta a la bella Lola, lleva los compases de las milongas, de los martinetes, de las guajiras, de las tarantas. El tango que se transmite de generación en generación, y el que diga que no lo aman porque no vienen todos los años… Chitón, que con este tango te demuestran, Cádiz, lo que te quieren. De categoría. Ole los tangos que suenan a tango. Redundancia sí, tontería no. Los que van de reyes en el coro llevan privilegios sobre los demás, siempre tendrán doctores que te atienden sin listas de espera, magistrados de su lado aunque el yerno sea un venado, hijos que pueden estudiar fuera con esas becas perpetuas que pagamos entre todos. Respeta al pueblo, no sea que tu corona no se la vuelva a poner ya nadie. Cuplé para los ministros, que se parecen a famosos personajes. El segundo cuplé para la infanta Cristina, que había declarado justo ayer. Me da a mí que Nandi tiene contacto directo con Miquel Roca. Inmediatez. Un puntazo para ellos. En el estribillo relacionan los pasos necesarios para ser nombrado caballero de los titirititrán. En el popurrí salen a relucir las discrepancias de los cuatro reinos. Esperemos que no se peleen, porque juntos suenan de maravilla.
El Maligno: El coro comienza un poco dubitativo, sin la fuerza que siempre le acompaña. Desde luego no es porque se hayan concentrado en el tipo, que tampoco es para tirar cohetes. No lo he cronometrado, pero al estribillo le faltan dos décimas de segundo para ser más largo que los cuplés.

Paso por Cuartos de Final

Puntuación: ****

San Benigno: Los cuatro reinos de Nandi Migueles siguen sonando de maravilla. No hay quien pueda con ellos. Ahí llevan razón. Tangos que suenan a tanguillo, qué maravilla. El primero es para esos pocos que en la historia han pedido perdón. No han pedido perdón los nazis. Tampoco los judíos a Palestina. Nunca se arrepintieron los presidentes que inventaron la guerra que hundió a Irak. Zapatero no pidió perdón por ese Gobierno que no sirvió para nada. Y a nuestra corona tampoco, ni a los banqueros, ni el Gobierno por tantos sobres, ni los jefes de un sindicato. Ellos son distintos y piden perdón de antemano por acordarse de esa «panda de hijos de puta». La segunda copla es para contar lo difícil que se les hace cada mañana levantarse de la cama y saber que tú no estás. No sabes cuánto duele no tener esa luz tuya que me alegraba el alma, no sentir tus caricias ni tus susurros. Cuánto echo de menos esos paseos por la playa, tus sonrisas, ese levante y ese poniente. Me tuve que ir con otra amante. No ha sido fácil, pero espero que comprendas que me fui por un trabajo, querida Cádiz. Otra forma, distinta, de cantarle a ese nuevo drama de la emigración. El primer cuplé es para homenajear a Nandi Migueles por su galardón de oro. Por fin le reconocieron su gran trayectoria. Ah no, que al final el felicitado es Cristiano Ronaldo. Un palo, un palooo. El segundo, para los controles de alcoholemia en las carreteras que cada día son más duros. En Carnavales los pillaron y a la máquina le salió en la pantallita la cara de Ortega Cano. El popurrí vuelve a causar una magnífica impresión, a pesar de las discrepancias entre esos cuatro reinos que representan a los más castizos barrios gaditanos. Estos niños lo hacen de categoría, oiga.

El Maligno: El falsihomenaje a Nandi sonaba a gran pegotazo, y aunque al final le den la vuelta y le cantan a Cristiano Ronaldo, las flores que le han caído a Nandi ya están tiradas. Un piropillo nunca viene mal.

Paso por semifinales:
Puntuación:****
San Benigno
Cuatro reinos de luz y de sal, yo añadiría que de talento. El coro derrocha fuerza, como en el resto de sus pases. Sólo le falta un empujón por tanguillos, vamos allá. La primera letra se la dedican a un mendigo que han visto por Santa María. Así comienza un tango construido al modo de leyenda ?becqueriana? en la que los santos de Cádiz se hacen carne para velar por su ciudad. El segundo tango es una carta de desamor para decirle a Teófila que lo nuestro está acabado. Sienten que no ha defendido a su amante. Me has demostrado que no me quieres ni me has querido. La letra lleva impreso el magisterio de Nandi Migueles. Cuplés endogámicos. Simpáticos. Acaban con el popurrí en todo lo alto. Es que son muy buenos.
El Maligno
Paso de estos, que yo soy de otro reino. Marginación gaditana nunca ?mais?.

ANTONIO M. DE LA VEGA