El orfeón

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El orfeón

Coro El orfeón
Letra y música: Luis Manuel Rivero Ramos

Paso por Preliminares
Puntuación: ***
San Benigno: Las musas que llegan al templo de Orfeo abren la noche con este coro que es «néctar de dioses», como lo presentó Eduardo Bablé, componente a su vez de la orquesta del mismo. Muy bonita la puesta en escena, que recuerda a los personajes de la película de Disney ?Hércules?. Nada más abrir la boca ya demuestran que están a años luz de cualquier otro coro mixto. Sones helenos, del Sirtaki que popularizara ?Zorba el griego?, en la falseta del tango, que cuenta que se llevaron cuatro meses soñando con Khumbayá y las felicitaciones que recibieron tras el pasado Concurso. Un año irrepetible y ellos este año están dispuestos a lograrlo de nuevo. El segundo tango para los que esperan esa copla dedicada a su hijo, que suene a nana. Pero se la reservan para cuando ese niño lo pueda cantar con él. Esta vez el tango es para su mujer, la del autor, que ha permitido que él pueda ser padre. Junto a ella se siente un hombre. Un cuplé para Juan Carlos y los Carapapa, que han dado un ejemplo. Bienvenido tampoco canta, ni el Shériff, ni el Lobe, ni Gago. Autores que nos demuestran lo que podrían hacer otros como Julio Pardo, Nandi Migueles y Fali Pastrana. Buena forma de quitárselos de ?enmedio?. El segundo, para el Trivial del Carnaval. El orfeón hace un repaso en el popurrí a la historia de la música. En esta parte se pierde un poco la idea del tipo, aunque la variedad de la música y la siempre cuidada puesta en escena de este coro lo hace ameno. Bien el grupo, como es habitual, pero al terminar deja una sensación extraña, como de no haber explotado. Continuará.

El Maligno: Los de la orquesta le han pedido el tipo prestado a ?Los bacanales?, se ve que está la cosa cortita. No hombre, es broma, pero la coincidencia es muy grande. A los tangos, aún siendo emotivos, les falta la fuerza que suele caracterizar a este grupo. Se ve que se están reservando para cuando los puntos se acumulen. Grande el dios Zeus. Grande de largo, digo, que el tío no deja ni que se le vean las caras a los bajos.

Paso por Cuartos de Final

Puntuación: ****

San Benigno: Una alfombra de humo antecede la espectacular presentación del coro de Rivero. Las musas se lucen en este inicio de la actuación. Unen sus voces a los soldados y los faunos para crear el orfeón. La puesta en escena, como siempre, es fantástica. En el primer tango cuentan que el Concurso se ha vuelto casi profesional. Ya no existen agrupaciones, sino asociaciones. Se busca un reglamento ideal, que contente a todos. Por eso todos los años vuelven a rebelarse, porque surgen más lagunas que las que se quieren arreglar. Y mientras, se van escapando algunos detalles importantes. Cuántos vienen al Falla con un gran maquillaje y luego no se pintan un colorete para la calle. Cuántos guardan las formas en las tablas y hacen el mamarracho cuando están en la batea. Los premios son lo único que vale, pero luego hay que saber defenderlos con respeto por el que escucha en la calle. La segunda letra es para los que vuelven a casa para poder sobrevivir. Es la muestra del fracaso del mercado de trabajo. Vuelven con sus padres. Igual que otros que ven cómo se rompe el amor. Abuelos que vuelven a hacer de padres con sus nietos para que sus hijos puedan ganarse un sueldo. Aunque sea con gusto, los años pesan. Hermanos que se ayudan. Hijos que se hacen cargo de padres y de abuelos. En medio de esta crisis que nos consume estos coristas defienden que España sigue adelante gracias a las familias. El primer cuplé para la moda de hacerse los tipos con foam, con lo que difícil que es después guardar los disfraces en el ropero. En el coro, si quitas el foam, el Largo en verdad mide 1,50. Qué juego da este hombre tan alto. El segundo, a las disputas entre musas. Un poco más flojo. El popurrí, un tributo a la música. Elevan el listón.

El Maligno: Son tan elegantes en la interpretación que los tangos no terminan de romper. De vez en cuando un poco de agresividad, incluso de maldad (que te voy a contar yo), se agradece.

Paso por semifinales:
Puntuación: ***
San Benigno
A por todas viene el orfeón de Luis Rivero, eso se sabe nada más abrir la boca. El primer tango es para el anuncio del Gobierno del fin de la crisis. Ojalá fuera verdad, pero faltan muchos años para paliar los daños causados. No saquen pecho y devuelvan al pueblo lo que un día le arrebataron, la dignidad que nos hace libre para poder sentirnos personas y ciudadanos. El segundo, para esta ciudad que sólo ha conocido a dos alcaldes en democracia. Esa es la demostración de que nadie se implica en Cádiz. O despertamos o esta ciudad se terminará hundiendo antes de que llegue otro maremoto. Tienen un recuerdo para Paco de Lucía. Son una máquina bien engrasada. Lo cuidan todo.
El Maligno
Me da a mí que el segundo tango es una declaración de intenciones. ¿Veremos a Rivero en una lista electoral? A la cuidadísima selección musical del popurrí le faltan algunos acordes más carnavaleros.

Paso por la Final:
San Benigno

Este orfeón sólo atiende a los mandatos del dios Momo. Y se ve que no es mala cosa, porque les ha dotado de unas voces que envidiaría cualquier conjunto. Ese es su punto fuerte, además de una afinación que nunca falla. Por eso están en la Gran Final. Las musas tienen además la responsabilidad de representar a la mujer sobre las tablas del Falla. Ahí es nada. Suenan una vez más los sones del sirtaki para introducir el tango. El primero va por esos políticos honestos que trabajan sin parar, los que sólo buscan que su pueblo no se hunda. Los que no soñaron si quiera ser concejal, que no tienen asesores ni coche oficial. Los que son honrados ni han robado, pero están callados sin denunciar al que está al lado porque la disciplina del partido lo impone. Tú que nunca has visto a Rubalcaba ni has hablado con Mariano, que soportas que los sobres manchen tu nombre aunque seas honrado. Mientras te calles serás el cómplice responsable del resto de impresentables que están arrasando España. El segundo tango es para un niño que llega triste del colegio, sin ganas de hablar. El maestro preguntó si alguno quería contar de qué se iba a disfrazar, y al chico le ha dado vergüenza contar que siempre se disfraza de lo mismo que el coro de su madre, frente a los demás, que hacen lo mismo con las agrupaciones de sus padres. Cuéntale que te canta sus tangos, que tu padre te lleva a verla, que te lleva a ensayar con ella los domingos. No sientas vergüenza, que para tu madre es lo más grande. Cuplés para la infanta, que después de todo resulta que encima es la lista, y para las cosas en que España ha imitado a Grecia. El popurrí es una exhibición musical. Siempre es agradable ver y escuchar a este coro. Y no me puede despedir de él sin un chiriririririrán, rirarirarirarirariran.

El Maligno

Yo espero que el humo que echan al principio de la actuación no sea tóxico, porque si no mañana habrá que contar una catástrofe. Lo malo es que no van a quedar periodistas para hacerlo. Políticos honestos, que no tienen asesores, que no meten la manita, juas, juas, juas, me parto. En Grecia tienen a Papandroulus y aquí Rajoy da por coulus. Sí, ese es el remate del cuplé, no te miento.

ANTONIO M. DE LA VEGA