Música: José Luis Bustelo Sánchez
Localidad: Cádiz
En 2013: Las de la alegre figura
Preliminares:
San Benigno: Esta comparsa mixta suena muy bien. La voz femenina es la protagonista. Cuerpazo de artillería defendiendo las Puertas de Tierra. Cádiz es su mecha. El gran José Luis Bustelo introduce con su guitarra y su maestría los pasodobles. Nueva letra para reclamar más respeto entre las propias carnavaleras. El segundo pasodoble se lo dedican a su hija. Literal, una de ellas porta a la suya en sus brazos. Para comérsela, por cierto. Niña Lola, niña gaditana. Hasta la pequeña aplaude y yo por poco lloro. Tiene mucho mérito ser madre y comparsista. Ser padre y cuartetero también, eh… Simpáticos los cuplés, bien rematados. Los dos escritos desde la óptica femenina. Ni Napoleón se les resiste en el popurrí. Ay de aquel que diga que este Carnaval ha perdido su sentido porque algunos hayan llegado vendiendo el humo de algo más nuevo, con lo que esto ha sido. Este batallón está dispuesto a luchar por Cádiz, por el Falla, porque el Carnaval, como no, vuelve a empezar con todos los que se quedan luchando. Guerreras. Guerreros también, pero, sobre todo, guerreras. Ellas no son la voz de la experiencia, pero sí la ilusión de las cosas que comienzan. Pues buen comienzo.
El Maligno: Qué pedazo de presentación. Kiko y Shara habrán pensado volver a juntarse. Hoy ha quedado claro que las mujeres en Carnaval se vuelven malignas, como yo. Si no, no se entiende que haya tanta alusión a sus broncas.
Paso por Cuartos de Final
Puntuación: **
San Benigno: Las chicas y los chicos de Bustelo vuelven con merecimiento a las tablas para continuar con su batalla. El primer pasodoble se lo dedican a ese sobrenombre de Cádiz, la Tacita de plata. No venden ese cariño por ninguna puntuación. Cambian la formación en el segundo pasodoble. A un lado las mujeres, al otro los hombres. La cara de estas soldados llevan los restos de esos años de maltrato que nunca taparán los maquillajes. Es la sangre de mujeres que vivieron una vida de horror por las trincheras en las que se esconden por las vergüenzas de un hombre. La sangre está ahí, pero el mayor dolor está dentro del corazón. El primer cuplé, para el rey Juan Carlos, que está el pobre para pocos sofocones. En el segundo cuentan que las nuevas tecnologías han avanzado mucho. El batallón sigue dispuesto a ir a la guerra para defender a Cádiz. Son muy elegantes. La de este año ha sido otra batalla y seguro que seguirán luchando, aunque sea el año que viene.
El Maligno: No está bonito que en un grupo mayoritariamente femenino el que manda al batallón sea el único hombre que canta. Los cuplés los debe haber escrito un enemigo infiltrado. Si no, no se explica. Este pase de cuartos deberían haberlo disfrutado como un gran regalo, pero se les ve un poco apagadas. Esperemos que no se les haya mojado la mecha. Qué cosa tan ingeniosa.
ANTONIO M. DE LA VEGA