Las divinas de la muerte

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Las divinas de la muerte

Chirigota/Cádiz
Letra: Antonio Pedro Serrano Álvarez
Música: Constantino Tovar Verdejo y Antonio Pedro Serrano Álvarez

Paso por Preliminares

Puntuación: ***
San Benigno: Se abren las cortinas y se nota en el ambiente que algo bueno llega, aunque sea con una guadaña en la mano. Unas monerías en escena, las que siempre cargan con el muerto. Rajoy, a que voy. Lo vamos a pasar de muerte este Carnaval y ?cuidaíto? el jurado, que ellas también saben mandar gente ?pal? cajón. El primer pasodoble para contar que ellas, la muerte, es la mujer que te espera. No como la vida, que te cuida y te olvida, ellas tratan a todo el mundo igual. Ellas que reparten la muerte sólo a ?Cai? le dan la vida. Letra de presentación. El segundo para los sindicatos que han ido degenerando desde aquellos primeros tiempos en los que lograron tantos derechos para el trabajador. Cuando todo nos lo quitan es cuando más se les necesita. Que esos puños apretados no permanezcan cerrados porque dentro haya dinero. Letra de categoría. Un cuplé para los implantes del rey, que ya no se sabe si es un monarca o un transformer. Cuando se muera van a tener que llevarlo al punto limpio. Cuidado con estas seductoras, que son de aquí te pillo y aquí te mato… El segundo cuplé para su novio que está enganchado a un juego de fútbol virtual. Como pasaba de ella tuvo que enseñarle el ?yamentiende? y decirle que ahí tenía a Diego Costa. Empiezan el popurrí pasando lista para los que se van a llevar mañana. Uno de ellos, por cierto, el Canijo, que el pobre está fatal de lo suyo, tiene toda la cara de la Caballé. No todo iba a ser malo, lo van a enterrar metío en un chusco. Hay que tener mucho talento para hacer un repertorio en torno a la muerte y que sea tan divertido. Llévame Canijo, a ti me entrego.
El Maligno: Qué me gusta un tipo de muerte, o de algo demoníaco, de malignidad en general. Por poner pegas diré que en el pasodoble se les va el tono. Se les ha olvidado la cuarteta canijera final, por fin…

Paso por Cuartos de Final

Puntuación: ****

San Benigno: «Olé Canijo», gritan desde el Gallinero. Hay muchas ganas de escucharlos y, sobre todo, de hacerlo mejor que en su primer pase. Nada más empezar introducen variaciones en la presentación. Saben concursar y está claro que vienen a batirse el cobre con los mejores. En el primer pasodoble, cuentan que les encargaron un servicio internacional. El fallecido se enterró en la remota tierra donde se ganó un Mundial. Ese abuelo va derecho para el cielo. Los que mandan en el mundo se colaron por allí. Mucho perro con vela en el entierro sólo por el pedigrí. Qué hacía allí Obama dándonos una lección cuando no tiene perdón por tantos niños iraquíes. Y el de nuestro país, tan solidario, aunque luego aquí ponga cuchillas en las vallas de Melilla. Tanta hipocresía, tanta cantinela, que cuando el agua caía no saben si es que llovía o era el llanto de Mandela. Esta letra sí. Esto es lo que queremos. Esto es lo que sabes hacer, Canijo. Siento una cosita rara. En el segundo cuentan su recorrido en la vida, desde la infancia a la adultez, con paradas en las primeras travesuras, esos niños que se meten en la cama, la sensación de que te llamen de usted, revolcarse con sus nietos. Al que no haya sentido esas cosas les da pena de llevarlos, eso es que no han vivido. Otra, catapúm. Ahora me siento peor todavía. Vamos a continuar, a ver si me recupero. Los cuplés para el libro de Belén Esteban y para la infanta Cristina. No me enmiendo, no. Esto pinta mal. El popurrí también con algunas variaciones. Y ellos más graciosos. Se ve que a estos no les puede la presión. Y yo ya me resigno. Estoy fatal. Me han convencido, que me lleven las rubias.

El Maligno: Esta chirigota es un claro ejemplo de que el sistema por el que no se acumulan los puntos desde el Preliminares va en contra de la calidad del Concurso.

Paso por semifinales:
Puntuación ***
San Benigno
Si el jurado aprecia su vida los pasará a la final. Hoy están monísimas, el Canijo imponente. En el primer pasodoble piden perdón por venir a firmar la defunción de este pueblo que ha perdido la conciencia de lo que es. Los muertos no mueven el culo ni aunque sea por el futuro de sus hijos y sus nietos. En la segunda letra le explican a un niño por qué un día se marchó alguien muy importante para él. Que no te cuenten historias, ni el cielo ni un lugar mejor, porque si él no está contigo el sitio es mucho peor. Nunca olvidarás su nombre, se valiente, desde ahora eres un hombre. Maravilloso. Y los cuplés, divinos. Como ellos. Han crecido tanto desde el primer día que siguen con vida.
El Maligno
Hoy se les nota un poco inseguros en algunos momentos. En el segundo pasodoble se me ha metido una cosa en el ojo…

ANTONIO M. DE LA VEGA