Autor de la música: Jesús Bienvenido Saucedo
Director: Daniel Obregón Guillen
Localidad: Cádiz
PRELIMINARES
Extrañas imprecisiones en la presentación de un grupo que suele llevar el perfeccionismo a su máxima expresión. Los pobres diablos no compran la mentira de la crisis y echan maldad para rebelarse contra el poder. Primer pasodoble autodedicado: se toman «un alto en el camino» para tomar impulso y expulsar venenos. La melodía del pasodoble fluye maravillosamente hasta el trío, pero luego parece tardar demasiado en resolver. Gran letra la segunda, a los antidisturbios: «Más que el dolor del golpe me duele tenerte como enemigo, porque si fueras valiente lucharías por tu gente aquí conmigo». La música del cuplé es otra obra maestra de Bienvenido. Juego de palabras verderón en el primero y los mamotretos del Bicentenario en el segundo. Simpáticos. Derroche de talento musical en el popurrí.
Puntuación: ****
CUARTOS DE FINAL
Solventados los problemillas eléctricos del primer día, la presentación de los demonios suena a gloria. Tremendo golpe de efecto con el primer pasodoble. Comienzan reivindicando su manera de entender el concurso: no vienen a dar pena ni a pisotear su dignidad por arañar un premio. El tiempo sobre las tablas prefieren utilizarlo para dirimir algunos asuntos con la alcaldesa. La sorpresa es mayúscula cuando le reprochan haber vendido Cádiz por 30.000 monedas en relación a su posible implicación en el caso Bárcenas. Sin perder los papeles, mantienen en el aire la posibilidad de su inocencia, pero anticipan su condena en caso de confirmarse las acusaciones. Teatro en pie. La segunda es una entrañable letra del autor a su hija, que lleva en la sangre el carnaval. Los cuplés, a una novia hidrófoba y a Cincuenta sombras de Grey no terminan de romper, destacando más el apartado musical que el literario. El jurado les avisó de una posible sanción por excederse en el tiempo del montaje, lo que provocó el enfado de los componentes.
Puntuación ****
SEMIFINALES
No duermas tranquilo que voy a por ti», amenazan señalando el palco de autoridades al final de la presentación. Yla primera, en la frente. Nacieron en una familia obrera sin más cultura que el NODO, familia que luchó por que sus hijos estudiaran. Por eso se hicieron maestros. Porque un pueblo sin cultura se arrodilla, como el de antes. Así que se le caigan las manos al que toque el futuro de los niños. Ellos pudieron estudiar y formarse y ya nadie les calla la boca: la educación es de todos y no se toca. La calidad de las letras de Bienvenido cada vez se acercan más a la de sus músicas. En la segunda, sueñan con el mañana de Andalucía, el día en que le va a empezar a sonreír la suerte. El remate le da sentido a todo: no creen en los milagros, pero que bonito sería al habernos despertado y que fueran los Reyes Magos de Andalucía. Enlazan la idea por partida doble con el primer cuplé, a los palos que nos hemos llevado los andaluces a lo largo del año y encima, ahora que la monarquía está en sus horas más bajas, dice Benedicto que los Reyes son andaluces. En el segundo, una vecinita muy fresca y convenida se mete en el palco del Jurado y consigue con sus artes que les devuelvan los nueve puntos que les quitaron en cuartos. Exhibición musical en el popurrí, quizá algo falto de contenido.
Puntuación ****
Vicente González