Habla a la velocidad de la luz. Cuesta seguirle pero bajo su apariencia inquieta esconde cantidades sorprendentes de confianza y sensatez. Jesús Padilla es integrante de la chirigota de Selu García-Cossío. Anoche debutó con el tipo de ?Número 1 en ventas (y gasolineras)? «Es un homenaje a Los Chichos, no confundir con Los Manolos, que son payos comerciales que no tienen paladar». Las horas previas a su debut las vivió con una normalidad absoluta que derriba tópicos a patadas. Trabajo, comida familiar, el hábito del pádel. Ni alcohol, ni juerga, ni absentismo. «No soy supersticioso. No tengo rituales ni hago siempre lo mismo. Cuando uno tiene confianza en lo que lleva no necesita suerte ni le importa el día que canta».
9 HORAS
Jesús Padilla trabaja en Plaguisan, una empresa de desratización y desinsectación. Está cerca de Sancti-Petri, dond e La Barrosa pierde su buen nombre. Pero le toca «limpiar» un restaurante de la capital. «No digas el nombre que van a pensar que tiene problemas y es lo contrario, nos contratan para no tenerlos».
14 HORAS
La mañana transcurre con normalidad. «No tengo supersticiones, ni ritos fijos, ni hago nada especial. Trabajo por la mañana y me dan la tarde libre». A las dos, cuelga los líquidos, la máscara y se encamina a casa. Su padre le ha preparado ostras de aperitivo y un impresionante guiso de habichuelas. «Proteínas e hidratos, la combinación perfecta». Después, un ratito en el sofá y a jugar al pádel.
17 HORAS
Partido en las pistas junto a los concesionarios Fiat y BMW, en la Zona Franca. «El encargado de las pistas pacta duelos con jugadores que somos del mismo nivel». Gana. Ducha, el tipo al hombro y al Falla, sin cambiar nada de un día habitual. A las siete ha quedado con el grupo. «La única costumbre es cenar juntos en un local cerca del Falla». Ya vestidos, peinados y maquillados, rumbo al escenario. «Cantamos un poquito antes de salir, muy poquito». Está seguro de que su grupo pegará fuerte este año. «Hemos tenido más tiempo para ensayar y la idea es magnífica».
La suerte, para los mediocres.