llegados de Sevilla con muchas ganas de hacer travesuras y hacer reír
al público, como ya han conseguido en años anteriores.
Con un ritmo muy pero que muy chirigotero han llegado estos gamberretes, que han sabido conectar con el pùblico, al que han hecho reír y disfrutar durante los casi 25 minutos de su actuación.
Pasodobles a ritmo de 3×4 dedicados a la diferencia entre un putaíta y un hijo de puta y a las maravillas cotidianas “que son las que de verdad importan”, seguidos de una tanda de cuplés simpática y que ha sido muy aplaudida por un público entregado. Del mismo modo, el popurrit se ha vivido con intensidad, con carcajadas, palmas y vítores.
En definitiva, un rato divertido el que han traído estos putaítas, que aspiran a llegar lejos, como hace dos años, cuando consiguieron llevarse un estupendo tercer premio.