tablas del escenario, ante un público que ha agradecido con aplausos y
olés la entrega de estas jóvenes comparsistas.
Voces aceptablemente afinadas y una temática en el repertorio un tanto feminista, sobre todo en el pasodoble, esta agrupación ha interpretado su repertorio con dignidad, aunque hay que reconocer que todavía se hace más raro de lo que debería escuchar voces femeninas en una agrupación de este tipo.
Destacable la letra de pasodoble en el que interpretan a una niña maltratada por su padre; dramática y muy intensa a la vez.
Por lo demás, hay que valorar en su justa medida la aportación de estas agrupaciones a la heterogeneización de un concurso que cada vez abraza un mayor abanico de variedades.