magnífico, con un repertorio de letras comprometidas, críticas y que
han obtenido el reconocimiento unánime de un público que hoy está
disfrutando de verdad.
Estos guerreros están dando mucho que hablar y a buen seguro que seguirán teniendo la oportunidad de demostrar su valía. Los pasodobles, al moribundo muelle gaditano “y ahora no me quiero ni asomar, frío y solito está”; y a un matrimonio mayor que recuerda la miseria que pasaron en comparación con los lujos de las bodas de ahora, pero terminan diciendo que seguramente los de ahora cambiarían los lujos por quererse toda la vida, como ellos.
Bien los cuplés. para José Luis Moreno y a ellos mismos, en una ironía sobre la poca altura de alguno de sus componentes.
El popurrit, un derroche de facultades, para concluir una magnífica y celebrada actuación.